Capítulo 35 : Ser feliz

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Faye y Yoko sabían que su relación estaría llena de momentos difíciles, pero estaban seguras de que su amor lograría superar cualquier obstáculo. Habían luchado mucho para llegar hasta aquí, y Faye sabía que era el momento de tomar una decisión que marcaría sus vidas. Decidió que Yoko debía conocer a sus padres, y tenía una propuesta que cambiaría todo.

Después de regresar de la casa de los padres de Yoko, Faye y Yoko se sentaron en el sofá de su apartamento, disfrutando de una noche tranquila. Faye miró a Yoko, su corazón lleno de amor y determinación.

"Yoko, tengo algo importante que decirte," comenzó Faye, tomando la mano de Yoko. "Quiero que conozcas a mis padres. Ellos viven en un pequeño pueblo, y creo que es el momento adecuado para que los conozcas."

Yoko asintió, aunque con algo de nerviosismo. "Claro, Faye. Me encantaría conocerlos. Pero, ¿crees que me aceptarán?"

Faye sonrió y apretó la mano de Yoko con cariño. "Estoy segura de que sí. Ellos solo quieren verme feliz, y sé que cuando te conozcan, entenderán cuánto te amo y cuánto has cambiado mi vida."

Días después, Faye y Yoko empacaron sus cosas y emprendieron el viaje hacia el pequeño pueblo donde vivían los padres de Faye, Marissa y Li. El paisaje cambió de urbano a rural, con campos verdes y casas pintorescas apareciendo a medida que se acercaban a su destino.

Cuando llegaron, Marissa y Li estaban esperando en la puerta de su acogedora casa. Marissa, una mujer de mediana edad con una cálida sonrisa, fue la primera en acercarse y abrazar a su hija.

"Faye, querida, qué alegría verte," dijo Marissa, y luego se volvió hacia Yoko. "Y tú debes ser Yoko. Es un placer conocerte."

Li, un hombre tranquilo con ojos amables, también se acercó y estrechó la mano de Yoko. "Bienvenida, Yoko. Estamos felices de tenerte aquí."

Faye estaba nerviosa, pero al ver la calidez con la que sus padres recibieron a Yoko, se sintió aliviada. Marissa y Li hicieron todo lo posible para que Yoko se sintiera como en casa. Prepararon una deliciosa cena con platos tradicionales y pasaron la noche conversando y riendo.

"Cuéntanos sobre ti, Yoko," dijo Marissa mientras servía el postre. "Queremos conocerte mejor."

Yoko sonrió, agradecida por la oportunidad. "Bueno,  me encanta el arte y la música. Y, por supuesto, estoy profundamente enamorada de su hija."

Marissa y Li intercambiaron una mirada y sonrieron. "Eso es lo más importante," dijo Li. "Ver a Faye feliz nos hace felices a nosotros también."

Al día siguiente, Marissa y Li llevaron a Faye y Yoko a dar un paseo por el pueblo. Visitaron lugares que eran significativos para Faye, como la escuela donde estudió y el parque donde solía jugar de niña.

"Este lugar tiene muchos recuerdos para mí," dijo Faye mientras caminaban por el parque. "Yoko, me alegra que puedas ver dónde crecí."

Yoko tomó la mano de Faye y le sonrió. "Estoy encantada de estar aquí y de conocer más sobre tu vida. Gracias por traerme."

Tú y Yo , Si puede serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora