Draco estaba teniendo una buena mañana. Se había levantado justo a tiempo para prepararse sin ninguna prisa, y todo estaba bastante relajado en la sala común Slytherin. Las sirenas extrañamente estaban más tranquila que ayer, incluso ofreciéndose a ayudarlos con sus tareas de Encantamientos y demás cosas.
Bastante extraño, pues algunos de sexto para arriba les habían dicho que las sirenas no eran amables en su primer día del primer año. Aún cuando ellas fueron las primeras que lo saludaron al día siguiente.
Ellos dijeron que tal vez se había ganado a las mujeres, el solo se encogió de hombros.
Como sea, estaba de tan buen humor que ni siquiera se molestó en fastidiar a la comadreja cuando se atragantó en el desayuno.
Simplemente estaba de buen humor, que podía decir.
Claro, eso hasta este momento.
—Ya te lo eh dicho millones de veces, Jackson.
—Por favor!
—Que no.
Estaba en medio del pasillo. Draco se estaba dirigiendo a su primera clases que era Pociones con el profesor Snape (su favorito), hasta que Percy Jackson lo interceptó en medio con una sonrisa que el reconoció de inmediato.
—No saldré contigo, Jackson—negó con la cabeza, mientras veía al chico hacer un puchero.
—Pero Dray!—Draco elevó una de sus cejas por el estúpido apodo diminutivo de su nombre, no le había permitido usarlo pero al Hufflepuff no le importaba—Este año nos permitieron ir a Hogsmeade. Legalmente!
—Siquiera sabes que eso sonó mal, no?
—Por favor—le volvió a rogar, el rubio negó fuertemente.
—Ya di mi última palabra, Jackson—sostuvo sus libros fuertemente contra su pecho—No voy a ir a Hogsmeade contigo. No este año, no nunca.
Percy hizo una mueca mientras Draco trataba de que sus libros no cayeran de sus manos, eran pesados y desgraciadamente el no tenía mucha fuerza en su cuerpo.
En su defensa, jamás lo necesito por que los elfos o sirvientes lo hacían por el.
—Entonces déjame ayudarte con esos libros—le sonrió, mientras Draco suspiraba cansado.
Percy Jackson era un testarudo y insistente chico. Lo conoció en su primer día, en donde enfrente de todos se le había declarado gritando un gran "Draco Malfoy, te amo, sal conmigo!" cuando el sombrero lo había puesto en Hufflepuff. Desde ahí no paraba de perseguirlo diciendo que saliera con el y que lo amaba.
Ni siquiera conocía al chico!
—Has lo que quieras, Jackson—el chico le sonrió y tomó apurado sus libros de sus manos, el solo suspiro y se encaminó a su clase siendo seguido por el pelinegro.
Mientas caminaban Draco deseaba tener algo para callar la gran boca habladora de Jackson, hablaba y hablaba hasta por los codos. Aún así, encontró interesante algunas de sus palabras.
—Entonces una de tus amigas va a Slytherin?—pregunto curioso, el chico rio y asintió.
—Sip, más bien Annabeth, Reyna y Piper son Slytherin—Percy corrigió con una sonrisa, Draco lo miró pensativo.
—Chase, McLean y Ramírez?—recordó a las tres chicas, luego asintió de acuerdo—Si, las note desde primero, grandes serpientes.
—Te agradan?
—Son pasables, muy astutas y ambiciosas.
—Así son ellas!
Percy sonrió encantado, mientras Draco evitaba que una sonrisa saliera de sus labios. Ese era uno de los problemas que tenía con Jackson, uno por el cual no podía aceptar estar con él o se alejaba lo más posible del chico; el era capaz de hacerlo sonreír.
Siempre había sido capaz de ocultar sus sentimientos, en cuanto cumplió los cinco su padre le enseñó a ocultar sus sentimientos para evitar que alguien se aprovechara de eso. Demostrar sentimiento es demostrar debilidad, y un sangre pura jamás puede demostrar debilidad.
Pero gracias a Percy Jackson le era tan fácil sonreír, le era tan fácil demostrar esos sentimientos y debilidad que le asustaba; le asustaba estar con Percy Jackson.
—Draco, estas bien?—el chico se puso delante de él, tomando en una de sus manos todos sus libros y con l otra tomando la suya, lo miró sorprendido y luego desvió la mirada apenado.
—Si, tranquilízate Jackson—alejó su mano como si quemara al tacto, pero estaba seguro que sus mejillas estaban rojas.
—Bien—Percy no insistió mucho, sabía lo testarudo que era su Dragón y el (desgraciadamente) no era tan cercano a él como para insistir.
No quería que no le volviese a hablar por una semana o lo encantara otra vez con orejas y cola de perro, otra vez.
Fue una semana difícil con las burlas de Clarisse y los demás. En especial de Clarisse.
—Por cierto, como está La Rue?—le pregunto, Percy bufo.
—Es molesta, pero agradable.—Percy se cruzó de brazos con los libros pegados a su pecho, Draco lo miró curiosos.
Clarisse había cambiado desde que llegaron aquí, sin la constante presión de ser la hija favorita de Ares era un poco más...amigable con los demás. Claro, sin dejar de ser ella misma.
Orgullosa pero a la vez amigable.
—Ella te cae bien? Pensé que los Gryffindor no se llevaban con los Slytherin—Percy lo miró curioso, Draco bufo.
—Me cae bien, es agradable y divertida—hizo un ademán con las manos—No odio a todos los Gryffindor, sabes.
—Solo ella te cae bien?—de repente la mirada Jackson se volvió más oscura—O también te cae bien Potter.
Draco se quedó callado, nervioso por alguna razón. Eso era otra cosa la cual no entendía de Percy Jackson; su odio por Harry Potter.
Desde el primer instante que lo vio el se había declarado como su mayor enemigo. Lo odiaba, y todos en el colegio lo sabían de sobra.
Pero el tampoco era muy devoto al gusto de Potter, también el lo odiaba y parecía como si ambos estuvieran en un constante desafío o rivalidad.
No lo mal entiendan, el no odiaba a Potter solo le desagradaba por no ser su amigo cuando se lo ofreció; hirió su orgullo y al mismo tiempo lo hirió a él, una serpiente jamás olvida.
—No, solo ella—lo miró nervioso, el se quedó callado unos segundos para luego sonreír contento.
—Que bien! Vamos, o si no llegarás tarde a Pociones y el profesor Snape se enojará—Percy lo tomo de la mano sonriente, haciéndolo casi correr hacia la clase.
Aún con sus protestas, Percy lo ignoró y sonriente corrió rápidamente hacia la clase (por supuesto, cuidando los libros de su Dragón no se maltrataran). Ambos llegaron rápido, Percy en algún momentos disminuyó la velocidad y rio encantado cuando vio a su Dragón tratando de recuperar el aliento.
—Eres un impetuoso, Jackson—se recargó en sus pies, mientras oía al chico reír aún más.
—Perdón, Dray—le sonrió, apretando aún sus manos entrelazadas.
De repente pasos se escucharon cerca, haciendo que ambos chicos voltearan a ver a la dirección, llevándose una (desagradable) sorpresa.
El trío de oro estaba justo delante suyo.
—Potter.
—Jackson.
Harry estaba literal matando con la mirada a Percy y el hacía igual, mientras que Ron junto con Hermione y Draco miraban todo nerviosos.
Que incómodo, fue lo que pensó el rubio mientras se removía incómodo ante la mirada de ambos chicos.
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El tiempo decidirá |Perco/Harco|
FanfictionHarry Potter estaba cansado de su vida. Era un Auror poderoso y reconocido, tenia amigos maravillosos y una vida del sueño. Pero aún así sabía que algo le faltaba. Su padrino Sirius, y más cercanos que murieron a manos de Voldemort, ya sea en la gue...