Capítulo 1

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Mina no paraba de sonar, fue mi primer día en Japón, increíble. Deje todo lo que necesitaba para venir a ayudar a una causa que ni siquiera es de mi incumbencia. 

—Mina, prende tele.

En primer plano mencionaba mi traslado a los Giants. Para después pasar a los chismes locales. Yuto Suzuki platica sobre el proceso para la planificación de su boda… 

—Mina, apagalo.

—Enseguida, le recuerdo que hoy tiene la conferencia con la prensa. 

—Lo sé. Voy a prepararme de una vez.

Al llegar a la conferencia muchos me recibieron con aplausos y halagos. Hablar de mí es una de las partes más satisfactorias de mi trabajo.

—Señor Sato ¿Por qué regresó a Japón? — Aquí vamos.

—Disculpa ¿tu nombre?

—Ami Wakita.

—Fan de Tigers ¿no?

—Señor Sato, aquí no importa a quién apoyar, es el hecho que teniendo todo allá decidió volver a Japón, muchos dicen que fue por estrés, por su más reciente ruptura o la muerte de su madre. — Fue directo al punto.

—Disculpen señores pero tengo un asunto pendiente, debemos dejarlo hasta aquí. Nos vemos.

Me despedí con aplausos y halagos, tal como llegue. Me tope al coach Shimura. Otro asunto que arreglar, como alguien no puede creer en mí. Aunque hace tiempo eso dejó de importar.

Mina informó acerca del ataque de un kaiju. Interferí lo necesario. Al dar un gancho me distrajo un anuncio publicitario, ella está en todas partes, pero esta vez, con un vestido largo, un vestido blanco. Mi trance fue interrumpido por otro golpe del kaiju.

—Debes tranquilizarte, Kenji.

—¡Eso intento, Mina!

—Tu alarma empezará a sonar si no te tranquilizas.

Cómo iba a tranquilizarme, toda la gente viéndome fracasar como Ultraman, sumado a eso, esa maldita foto. Dejarla fue duro para mí. Mi mente empezaba a dar vueltas, tantas que no aguante las ganas de salir corriendo. 

Las interminables llamadas de mi padre, sus mensajes, no estaba listo para nada de esto, él sabe la manera de amargarme la vida. Ultraman no era mi decisión, ni siquiera lo pedí, si no fuera por mi mamá estaría en Los Angeles, liandome a alguna chica, vaya manera de vivir.

—Te recuerdo que vas tarde a la entrevista con la señorita Wakita.

—¿La de la prensa?

—Si, Ken. La de la prensa.

Al llegar me recibió con unos fideos. Empezó a cuestionar mis estadísticas. Es una persona directa.

—Señor lo que no acabo de entender es porqué dejar una ciudad que lo ama… Sabe que se ponen los de fideos en la salsa.

—Yo lo hago como quiero.

—Bueno… Le pregunté en la conferencia sobre su antigua relación y su madre. No debe ser fácil todo eso junto.

Mis balbuceos sobre mi familia empezaron, yo realmente quería evitar eso. Recordé cuando nos acabamos de mudar, a ___ le emocionaba la nueva casa, ella siempre fue así de energética, en todo el viaje no paraba de planear como hacer amigos, estudiar el inglés, inclusive practicar con algunos pasajeros, esa era mi ___, sin embargo, no todos son igual de amigables como ella pensaba, nos acercamos al estadio más cercano de béisbol para practicar, había un par de niños ahí. Ella me miró para afirmar su acción y se acercó. Saludo, fue amable, aún así los niños se rieron de ella, no hablaba bien el ingles, pero lo intentaba. Antes de que llegara con ella, la empujaron, empezaron a decirle un montón de estupideces, ese día regresé todo golpeado por defenderla. Solo me miraba y se disculpaba por haber causado eso.

—¿Nunca se burlaron de usted?... Su forma de hablar, de comer. La gente siempre va a hablar, y yo les daré de algo de qué hablar. — Formule esa frase tan épica, me sentí orgulloso de mí mismo.

—Voy a citar eso, acerca de su relación…

Fue interrumpida por su hija, menos mal. Ya había tragado un litro de saliva.

Al llegar a casa, lo primero que hice fue batear un poco, mi brazo se había lastimado en la batalla.

—Tu brazo se ve lastimado, Kenji.

—Apoco, no lo sentía.

—Debiste interferir más, sabes lo que pasa cuando la FDK se encarga.

—No lo sé… Tal vez estaría durmiendo, comiendo una hamburguesa, en una buena fiesta probablemente… No hables como mi mamá.

Abrí la nevera en el cajón pero estaba repleta de agua de coco.

—Mina… ¿Qué hiciste con mis bebidas divertidas?

—Debes mejorar tus hábitos… He estado pensando. Deberías dejar todo esto, el alcohol, las mujeres, las fiestas…— Ni siquiera la deje terminar. 

—¿Todo lo que me hace feliz? No, gracias.

—Sabes que esto no le gustaba a ella. 

—Ni la menciones.

—Sabes que no vas a conseguir nada… Ella ya continuó con su vida, tú solo estás tratando de verte igual. Hazlo por ella, Kenji, ___ quiere lo mejor para ti.

—¡¿Casandose con el primero que tocó su puerta?!

Mina vio lo sensible que estaba, odio tocar ese tema. El único fracaso en mi vida. El único que me sigue persiguiendo a pesar de todo lo que avance. 

El Gran Ken Sato (Ken Sato x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora