Zoe y Jaden una historia ya tenían, las cosas pasaron y su relación también.
Jaden no la puede olvidar.
Zoe lo intenta olvidar.
¿podrán tener su final feliz?
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— Tienes que cerrar los ojos- le dice el chico a la castaña.
— Me da miedo- confiesa.
— ¿Confías en mí?- pregunta Jaden y Zoe asiente sin dudarlo- bien, entonces cierra los ojos.
En la mañana, para ser específicos, a las 7 de la mañana un sábado, Jaden despertó a Zoe para que lo acompañará a un lugar (no dijo nombres).
Zoe dudo pero le hizo caso, salió de su casa como a las 9, se baño y se arregló, un Jaden desesperado afuera de su casa estaba, pero al final la chica salió, perfecta como siempre.
Ahora se encontraban en un parque para ser específicos. Zoe tenía los ojos cerrados a petición de Jaden, y el le agarraba de la mano para guiarla al lugar indicado.
De fondo la chica pudo apreciar el sonido de los instrumentos de la canción de Evangeline de la princesa y el sapo, su película favorita.
La chica se emociono, y en el fondo sentía nervios, ya que era lo único que escuchaban.
Jaden paro en un lugar, haciendo que Zoe también se detuviera, ya que la tenía de la mano, el chico igual sentía nervios, estaba aterrizando para decir verdad.
— ¿Ya llegamos? - pregunta desesperada Zoe.
Jaden suelta un suspiro nervioso y respira profundamente.
— Si - es lo único que menciona.
Zoe se pone más nerviosa por su respuesta.
— Entonces... ¿Puedo abrir los ojos?
— Ah, si, lo olvidaba - dice Jaden parándose frente a ella- a la cuánta de tres lo abrirás, ¿Entendido?
La chica asiente y Jaden se prepara.
— 1, 2 y...3.
La chica abre los ojos, tarda un poco en enfocar la vista, no ayuda que su vista no sea la mejor del mundo.
Mira a Jaden primero quien se encuentra a lado de ella, no pasa desapercibido su nerviosismo para ella.
Jaden se sentía nervioso porque sentía su vista en el y no enfrente.
Zoe decide mirar enfrente y se tapa la boca sorprendida, la música seguía sonando, sentía sus ojos cristalizarse, pues lo que veía enfrente estaba hermoso.
Había una sábana en el pasto, había fotos de ellos de cuando eran pareja, era como un picnic, pero lo que sorprendió a Zoe fueron los libros que se encontraban parados, no era solo uno, eran 17 libros que ella siempre deseo tener.
Pero eso no fue lo que casi la hacía llorar, lo que la hacía llorar era que cada portada de los libros tenían pegadas una letra que si las leyeramos todas las letras juntas decía: ¿Puedo ser tu novio?
Zoe volteo a ver a Jaden sorprendida y emocionada y el le extendió un ramo, no era un ramo cualquiera, era un ramo tejido de Ray, de la película la princesa y el sapo.
