Kim Jiwoong había pasado los últimos 2 años de su vida explorando el continente asiático gracias a su madre, que debido a su trabajo como empresaria dentro de la compañía familiar, se veían obligados a cambiar de casa en casa. Lejos de molestarle, el adolescente no podría estar más contento con la idea de permanecer lejos de lo que era su país natal porque muy en el fondo sabía que tendría que pasar tiempo con su familia paterna. Aunque lo peor de eso era su padre, y no era como si tuviese algo en contra del señor Kim Jaewook, quizá habían ciertas cosas que no podían congeniar y definitivamente una de ellas era la sexualidad de Jiwoong.
Yendo por donde todo empezó, la madre de Jiwoong que ya era una mujer de 35 años, soltera y con una carrera ya hecha, sintió que su reloj biológico ya pedía la presencia de un primogénito. Park Yoora, al ser una mujer con decisiones claras no quería que su adorado hijo o hija fuese también hijo de cualquier persona. Sólo había un inconveniente, al ser común casarse por amor y formar una familia tradicional (y justamente eso era lo que la familia esperaba de ella), la mujer realmente nunca mostró interés en el matrimonio y mucho menos dedicarse a ser ama de cosa y todas esas cosas. Ella solo quería ser madre, ¿quién podría culparla? no sonaba mal la idea de continuar con el linaje de la gran familia que eran.
Así justamente, en una reunión de negocios, los caminos de Yoora y Jaewook se cruzaron y ella supo al instante que quería que aquel hombre inteligente y tradicionalmente apuesto fuese el padre de su hijo... ciertamente aquello no tardó mucho en concretarse cuando Yoora ya estaba presumiendo aquel diamante en su mano, y aunque no podría decirse que se casaron precisamente por amor o pasión, sabían que el compromiso les traería muchas ventajas dentro del mundo donde se desenvolvian. Y de más está decir lo grande y hermosa que fue su boda (Jiwoong sabía que su madre aún guardaba fotos de ese día, por más que lo negara).
Un par de meses después, Yoora al fin tuvo lo que más deseaba, aquellas dos rayitas rojas confirmando su embarazo. Jaewook no pudo ser más feliz cuando supo que su primer hijo sería un varón, realmente Jiwoong parecía ser el niño más esperado... claro que él pudo crecer en una familia tradicional y unida, si no fuese porque su madre a un mes de dar a luz encontró a su querido esposo con otra mujer. Yoora podría soportar muchas cosas, menos ser el hazmerreir de todo su circulo, sin mucho más que hacer finalmente se pudo concretar el divorcio unos meses después de que el pequeño Jiwoong se encontraba despreocupado de la vida en su cuna de 5 mil dólares. Quizá no le gusta a decir a todo el mundo que, efectivamente era un niño rico pero prefería guardar esa información para gente cercana, osea únicamente Hanbin.
No podría decirse que Jiwoong era tan cercano a su padre, solo recordaba que mandaba regalos caros y nada más... igual no fue como si hiciera mucha falta cuando tenía a su madre, Yoora fue una madre excepcional y eso no podía negarlo, con su carácter difícil siempre tenía los actos precisos a la hora de cuidar a su hijo. Haber vivido con ella en el extranjero definitivamente fue una experiencia, hasta que su padre un día recordó que tenía un hijo a punto de terminar la preparatoria ¿y cómo no? tenía que buscar a su sucesor, y a Kim Jiwoong sinceramente podría importarle menos pero aún así no le quedó de otra más que regresar. Su madre luchó hasta el cansancio para evitarle el disgusto de vivir en la misma casa de su padre gracias a sus grandes amigos que sugirieron que se mudara con su hijo Hanbin en uno de los tantos departamentos que la pareja poseía, pues si, Hanbin también era un niño rico y ambos se habían hecho muy buenos amigos en toda su niñez y pubertad, nisiquiera cuando Jiwoong se fue de Corea hubo un solo día donde dejaran de hablar y jugar LOL juntos.
Y esta era la ocasión que estaba aplazando hasta más no poder, compartir tiempo con su padre no estaba precisamente en sus planes y menos verlo de la mano con una mujer que resultaría ser su prometida y menos que la prometida y futura esposa de su padre fuese precisamente la madre de la fastidiosa Choi Yerim. Aquel combo no estaba en su carta de bingo del año, pero ahí estaban.
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Blossom [MattWoong]
FanfictionDicen que nunca hay que aceptar regalos por parte de desconocidos, pero para Jiwoong fue inevitable no engancharse con el chico bajito que le regaló flores en medio de la calle. ♤ ZB1 school!au. ♤ Matthew x Jiwoong & other couples. ♤ romance + drama...