CAPITULO 11

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Frisk: señor gaster ¿Esta bien?

En una habitación oscura, donde hay muchos pergaminos, hojas y un montón de bolígrafos tirados por todas partes. Se encontraba un hombre albino escribiendo en un gran libro, algo que siempre hace cuando está frustrado

Gaster: Frisk, por favor retirate

La voz de aquel albino era cansada y un poco melancólica

Frisk: va a disculpar pero lo noté algo triste.... Se que lo que dijo Sans no es cierto, solo está un poco molesto

Gaster: si, si lo que digas

Gaster se levanta de su silla y se dirige donde Frisk para acariciar su cabeza

Gaster: nose si eres una entrometida o una muy buena persona

Aquel comentario del albino, logra una pequeña sonrisa en el rostro de Frisk

Gaster: o una mentirosa

La sonrisa de frisk desapareció y su expresión cambio a una sería, observando fijamente a gaster

Frisk: señor no entiendo lo que dice...

Gaster: vamos niña, no puedes engañarme. Tal vez pudiste con tus padres pero eso no funciona conmigo

Frisk comienza a temblar pero sigue con esa mirada firme, como si intentara aparentar algo

Frisk: señor, no entiendo lo que dices...

Gaster: escúchame niña

Gaster se acerca al oído de la chica y con una voz profunda susurra las siguientes palabras

Gaster: nunca intentes engañarme, no creo que quieras verme enojado

El gran albino le da unas palmaditas en la espalda antes de salir por el marco de la puerta

Frisk: como.... Como lo descubrió?

Gaster se detiene y sin mirar atrás, pronuncia las siguientes palabras

Gaster: chara es más inteligente que tu, no solo me entrego tu celular sino todas las pruebas en contra tuya... Nunca conocí a una chica tan doble cara y muy hipócrita

Frisk no puede hablar, como si le cortaran la garganta su voz se perdió por completo. Después de tanto tiempo, su hermana tenía la delantera
¿O no?

Frisk agarra el saco del señor gaster para detenerlo

Frisk: Entonces señor, usted conoce cuanto amo a su hijo y usted conoce lo que haría por el. Cualquier cosa...

Gaster no voltea pero tampoco dice nada, solo camina para llegar al sótano. En cambio Frisk se dirige a la sala pero no encuentra a Shara, hasta que sube las escaleras del segundo piso y ve a aquella chica limpiando el piso con un pequeño trapo

Frisk: ¿Que estás haciendo?

Betty: tire un vaso por accidente y solo lo estoy limpiando

Frisk: está Sans dentro?

Betty: si, con su novia

Apenas dijo esa palabra y Frisk entra a la habitación, algo que se arrepentira toda su vida







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Sans: destruí toda tu ropa, lo siento tanto, deja que te presté algo de mi ropa

Sans va al armario para sacar una camisa negra, el cual le da a chara. Pero ella juguetonamente se la pone lentamente para molestar a Sans

Sans: Puedes vestirte rápido?

Síndrome de EstocolmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora