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de los días más importantes de mi vida, pero también uno de los más tensos. Mi mente no podía dejar de divagar hacia la cabeza de cerdo y las incógnitas que aún giraban en torno a Sol. Pero traté de enfocarme en el momento presente, en mi reflejo con el vestido de novia perfectamente ajustado y el velo delicadamente colocado.

Mi madre entró en la habitación, sus ojos brillando de emoción y orgullo. Ella se acercó y me tomó las manos, su calidez y apoyo eran exactamente lo que necesitaba.

—Laura, estás preciosa —dijo, con lágrimas en los ojos.

—Gracias, mamá —respondí, sintiendo una ola de amor y gratitud.

Las siguientes horas pasaron en un torbellino de actividades. Los fotógrafos capturaban cada momento mientras los invitados llegaban y se acomodaban en sus asientos. Todo estaba dispuesto para una boda de ensueño.

George apareció en la puerta de mi habitación, vestido impecablemente en su traje. Sus ojos se encontraron con los míos y me sonrió, irradiando una calma que logró tranquilizarme un poco.

—Estás lista? —preguntó suavemente.

—Lo estoy —respondí, tomando su mano con firmeza.

Descendimos juntos las escaleras, dirigiéndonos hacia el jardín donde se llevaría a cabo la ceremonia. El lugar estaba decorado de manera exquisita, con flores que adornaban cada rincón y luces que brillaban suavemente, creando un ambiente mágico.


La música comenzó a sonar y todos los invitados se pusieron de pie. George y yo caminamos por el pasillo, rodeados de nuestros seres queridos. Todo parecía detenerse en ese momento, cada paso que daba se sentía como un sueño.Llegamos al altar y el oficiante comenzó la ceremonia. Las palabras resonaban en el aire, llenas de amor y promesas para el futuro. George me miraba con una intensidad que me hizo olvidar todas mis preocupaciones por un instante.

—Laura, prometo estar a tu lado en cada momento, en las alegrías y en las dificultades. Prometo amarte y apoyarte siempre —dijo George, sus palabras llenas de sinceridad.

—George, prometo estar contigo en cada paso de este viaje, amarte y cuidarte siempre. Juntos enfrentaremos todo lo que venga —respondí, con el corazón rebosante de emoción.


El intercambio de anillos fue seguido por un beso que selló nuestra unión. Los aplausos y vítores de los invitados nos envolvieron, y por un momento, todo lo demás dejó de importar.

Mientras caminábamos juntos hacia la recepción, sentí una paz inesperada. A pesar de las sombras del pasado y las incertidumbres del futuro, tenía la esperanza de que juntos podríamos superar cualquier obstáculo.La recepción fue una celebración de alegría y amor. La música, la comida y la compañía crearon un ambiente de felicidad que envolvía a todos los presentes. George y yo bailamos nuestro primer baile como marido y mujer, y en ese momento, me sentí verdaderamente feliz.


A medida que la noche avanzaba, me encontré rodeada de mis amigos y familiares, todos compartiendo risas y momentos especiales. Sentí una sensación de gratitud por tener a tanta gente maravillosa en mi vida, apoyándome y celebrando conmigo.George y yo nos escapamos un momento al jardín, alejándonos del bullicio de la fiesta. Nos sentamos en un banco, bajo las estrellas, disfrutando de un momento de tranquilidad juntos.
—¿Lo ves, Laura? —dijo George, tomando mi mano—. Todo salió bien.

—Sí, salió perfecto —respondí, sintiendo una calma interior.

Nos quedamos allí, abrazados, mirando las estrellas y soñando con nuestro futuro juntos. Aunque sabía que no todo sería fácil, también sabía que con George a mi lado, todo sería posible.Y así, bajo el cielo estrellado, comencé a creer en la promesa de un nuevo comienzo, dejando atrás las sombras del pasado y mirando hacia un futuro lleno de amor y esperanza.

NARRADOR 
El beso entre George y Laura continuó mientras caminaban por el jardín, rodeados de la tranquilidad y el aroma de las flores. Sus pasos los llevaron a una parte más oscura y apartada del jardín, donde las luces de la fiesta no llegaban. George sostenía a Laura con suavidad, su mano en la cintura de ella, mientras sus labios se encontraban en un beso apasionado.De repente, Laura se detuvo bruscamente. Sus ojos se abrieron de par en par y un grito desgarrador escapó de sus labios. George se apartó inmediatamente, buscando con la mirada lo que había causado tal reacción en Laura.

Ante ellos, en el suelo del jardín, había varios cerdos degollados. La sangre aún fresca formaba un charco alrededor de los cuerpos inertes, y lo más perturbador era que sobre cada uno de ellos estaba pintado, en grandes letras rojas, el nombre "Laura".

La música de la fiesta se detuvo abruptamente y un murmullo de alarma y confusión se extendió entre los invitados. Las luces se volvieron hacia el lugar del macabro hallazgo, y en cuestión de segundos, varias personas se agolparon alrededor, horrorizadas ante la escena.George rodeó a Laura con sus brazos, tratando de protegerla del horror. Ella temblaba visiblemente, sus ojos llenos de lágrimas y miedo.

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⏰ Última actualización: Jul 24 ⏰

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