Único

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Gavi estaba nervioso, después de casi un año, volvía a estar a punto de disputar un encuentro, los cuartos de final de la Eurocopa, de la Fuente lo iba a mantener en el banquillo hasta el segundo tiempo, digamos que el hombre aún no lo creía listo, por más que los doctores ya le hayan dado el visto bueno.

Se enfrentarían a la selección Alemana, así que debían de estar lo más concentrados posibles, saben que esta selección es una de las mejores de Europa, pero sus nervios eran evidentes, Fabían estaba a su lado lo noto, al ser el único omega del equipo, era como el pequeño tesoro de todos... Claro, menos de Ceballos, pero ¿A ese quien le quiere? Ni su madre.

—Tu olor se esta volviendo fuerte Gavi, tranquilo, vamos a ganar.—Fabían era como su hermano mayor, tanto él como Laporte y Unai, eran como sus hermanos Alfas, siempre lo mantenían seguro si un Alfa rival quería hacerle algo. Incluso el mismo Carvajal lo ha defendido.

Ahora que ha vuelto después de mucho tiempo, de la Fuente no es el único que lo tiene en la mira y trata como si fuera de cristal.

—Lo siento, iré por unos supresores.—Dijo el menor para luego adentrarse a los vestuarios.

Se sentía... Se sentía intranquilo, era como si algo estuviera por suceder, tenía miedo de ese mal presentimiento, ¿Y si algo le volvía a pasar?

—¡Gavi!

Volteó al escuchar la familiar voz del Alfa aleman, Marc lo veía desde el área donde estaban los jugadores de Alemania.

Le sonrió para dirigirse hasta el lugar, la mayoría de los jugadores lo miraban con expresiones de rareza, ¿Qué? ¿Nunca vieron a un omega que fuera futbolista o qué?

—Marc... Me alegro de verte entre tantas caras de naz...-Marc le dio una mirada y el río.

—También me alegro de verte, finalmente ¿No? Después de mucho vas a volver a jugar.—Marc sonrió para luego acercarse a darle un abrazo.

—De todo corazón... Espero que anotes un gol, te lo mereces.—Susurro, Gavi le devolvió el abrazo, agradecía que Marc fuera como un padre, porque realmente necesitaba ese abrazo.

—Sé que te sientes nervioso, pero eres uno de los mejores jugadores que conozco, nadie tiene lo que tú tienes, un corazón guerrero que da todo de sí hasta el último minuto, sé que hoy España va a clasificar y será por causa tuya.

Para este punto, Gavi agradecía el haber escondido su rostro en el pecho de Marc, lo último que quería, era que todos esos Alfas lo vieran lloriquear.

Pudo percibir un fuerte aroma a Whisky y Menta, detrás de él.

—¿Was macht ein Omega hier, Marc?—Pregunto el Alfa, y Gavi casi podía decir que esa voz había movido algo en él.

—Es ist Pablo, er ist mein Teamkollege in Barcelona, er ist heute zurück nach einer Verletzung, einem Kreuzband- und Meniskusriss... Er ist nervös.

No entendió nada de lo Marc dijo, pero el otro Alfa empezó a soltar un aroma más... ¿Tranquilo? Como si quisiera apaciguar algo.

—Gavi, él es Manuel Neuer, es mi compañero y capitán de selección.—Dijo Marc separándose del menor, Gavi volteó para saludar al hombre.

—Mucho gusto, soy Pablo Gavira.—Dijo extendiendole la mano, el Alfa no tardó en estrecharla, una sensación lo recorrió, es como algo familiar, algo suyo. Y al parecer el Alfa también lo había sentido.

—Manuel Neuer... Espero verte jugar omega.—Dijo para luego volver con los otros Alfas al otro lado del lugar.

—No es normal para... Bueno, para ellos que los omegas sean jugadores, Alemania no tiene muchos futbolistas omegas, es por eso que todos te miran.

Incorrectamente Correcto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora