Voluntario

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—¿Qué tipo de condición? —preguntó Bradley con cierto recelo.

Una pequeña sonrisa maliciosa se formó en los labios de Max, erizando la piel de Bradley.

—Quiero que vengas conmigo a un evento de voluntariado este fin de semana —dijo Max, observando la reacción de Bradley—. Es en el comedor comunitario que está en la ciudad aledaña a la universidad.

Ciertamente, la expresión de Bradley era un poema, y se quedó en silencio por un momento procesando lo que le acababan de decir.

—¿Qué? —fue lo único que atinó a decir de forma desconcertada, más que una pregunta para Max, fue un pensamiento en voz alta. Antes de que el contrario pudiera decir algo, Bradley siguió—. ¿Yo, en un comedor comunitario? —repitió, como si la idea fuera completamente ajena a su mundo.

Max mantuvo su sonrisa, disfrutando de la reacción de Bradley.

—Sí, tú, en un comedor comunitario —confirmó Max, divertido—. Ayudaremos a servir comida y a pasar un buen rato con la gente. Será una experiencia "enriquecedora" —entonó la última palabra con algo de burla disimulada

Bradley negó con la cabeza, intentando procesar la idea.

—No sé si eso sea una buena idea, galán —respondió algo disgustado—. No es el tipo de lugares que suelo frecuentar, esa gente tiene problemas  —dijo Bradley con un tono condescendiente, cruzándose de brazos.

Max levantó una ceja, no sorprendido pero sí decepcionado por la respuesta.

—¿Problemas? ¿De verdad, Bradley? Pensé que habíamos hecho un progreso hace un momento —respondió Max, con un tono serio—. Estas personas son tan humanas como tú y yo. Solo que la vida no ha sido justa con ellos.

Bradley negó con la cabeza, su desdén era evidente.

—No es eso. Es solo que no veo por qué debería gastar mi tiempo en algo así. No veo cómo eso puede ayudarme en algo —contestó Bradley, con aire de superioridad.

Max se acercó un poco más, mirándolo directamente a los ojos.

—Esto no se trata de ti, Bradley. Se trata de ayudar a otros. Se trata de ser compasivos y usar nuestros privilegios para hacer una diferencia —dijo Max, manteniendo la calma pero con firmeza.

Bradley resopló, todavía no convencido.

—Sí, claro, pero eso no significa que tenga que involucrarme. No es mi problema —dijo, su tono algo defensivo.

Max suspiró, comprendiendo que Bradley estaba más atrapado en sus prejuicios de lo que había pensado.

—Mira, Bradley. Sé que esto está fuera de tu zona de confort. Pero creo que te vendría bien. Y además, si lo haces, te daré la lista completa de artistas y un pase preferencial para el concierto —ofreció Max, con una sonrisa cómplice.

—Podría comprar el pase preferencial, no es como si no pudiera hacerlo, genio —trató de persuadir.

—El gran Bradley Cremanata comprando y apoyando una causa benéfica a sus enemigos jurados, resultaste ser bastante noble —respondió fingiendo desinterés—. Y claro, no hablo de boletos de pase preferencial comunes, si no, no tendría sentido. Esos boletos solo los podemos adquirir los organizadores del evento y sus invitados.

Bradley frunció el ceño y soltó un suspiro molesto. La oferta era tentadora, pero la idea de pasar su tiempo en un comedor comunitario seguía siendo desconcertante.

—¿De verdad crees que pasar tiempo con esa gente va a cambiar algo en mí? —preguntó Bradley, con un tono menos agresivo pero aún incrédulo.

Max asintió, confiado.

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⏰ Última actualización: Jul 01, 2024 ⏰

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