Bajo luces neón

Preparativos

Max y Bradley salieron de la sala de música tras terminar su primer ensayo, sin intercambiar palabras más allá de lo necesario. Aunque ambos sabían que su colaboración tenía potencial, la tensión persistía. Eran demasiado orgullosos para reconocer que tenían buena química musical.

Bradley se dirigió rápidamente a su fraternidad, asegurándose de que nadie lo viera con Max. Al llegar, se encontró con Tanque, quien lo miró intrigado.

-Deja de mirarme así. Fui a la biblioteca a estudiar un poco, lo de siempre -respondió Bradley, evitando mencionar el ensayo y señalando su mochila.

Tanque no dijo nada y se limitó a asentir. Sabía que Bradley estaba ocultando algo, pero decidió dejarlo pasar y concentrarse en su proyecto de robótica.

Mientras tanto, Max también regresaba a su fraternidad, donde lo esperaban PJ y Bobby. Se sentaron en la sala común, hablando sobre sus días.

-¿Y tú, Max? ¿Qué tal el club de música? -preguntó PJ.

Max sonrió, recordando la mentira que había dicho para justificar su cambio de horario con Bradley, agregando más días de club a los que realmente tenía asignados.

-Bien, fue una buena clase, algo complicada por el profesor. Estoy cansado -respondió con una risa nerviosa, sin dar más detalles.

La semana siguiente avanzó lentamente. Durante las clases, Max se concentraba en sus estudios de ciencias del deporte. Sus clases sobre fisiología eran intensas, pero disfrutaba de su carrera. Bradley, por su parte, estaba inmerso en sus estudios de administración de empresas, dedicando largas horas a entender estrategias de marketing y gestión empresarial. Ambos se encontraban en la biblioteca con frecuencia, aunque se ignoraban mutuamente, como si hubieran asumido un pacto silencioso. Sin embargo, tres veces a la semana, después de las clases, Max y Bradley se encontraban en el club de música.

En la clase de música, lo que más le gustaba a Max era el ambiente relajado y libre. Se sentía muy cómodo entre sus compañeros; cada uno tenía un estilo único, no solo en la música, sino también a nivel intelectual, de estilo y personalidad.Ese día, la clase de teoría musical comenzó con el Sr. Thompson explicando los fundamentos de los diferentes tipos de instrumentos. Señaló que había instrumentos de cuerda, viento, percusión, electrónicos, entre otros. Mientras explicaba cada categoría, mostraba imágenes y videos de los instrumentos, destacando sus características distintivas y el papel que juegan en la música. A Max, normalmente, le aburría la teoría, sin embargo, reconocía que el Sr. Thompson era tan apasionado por la música que su entusiasmo era contagioso. Anotaba todo lo que podía. En algún momento de la clase, inconscientemente, miró de reojo a Bradley, quien estaba recargado en la palma de su mano, prestando atención. El pelinegro aún encontraba raro compartir club con él, y varias dudas lo inundaron: ¿Cuánto tiempo llevaba asistiendo al club? ¿Qué tanto tendría que haber hecho para que nadie dijera nada? Era consciente de que Bradley era un año mayor que él, así que llevaba un tiempo asistiendo, y dado que la mayoría llevaban más de un semestre en ese club estaban familiarizados con él y no parecía molestarles, lo cual era aún más extraño. Max se quedo vagando en sus pensamientos.Hasta que la voz del Sr. Thompson lo sacó de su ensimismamiento.

-Señor Goof, ¿puede decirme cuál es el instrumento de viento más antiguo que se conoce? -preguntó el profesor, mirando directamente a Max, quien se sobresaltó al darse cuenta de que había sido llamado.

Max parpadeó rápidamente, tratando de recuperar el hilo de la clase. Intentó recordar lo que el profesor había estado explicando, pero su mente estaba en blanco. Tragó saliva nerviosamente. Bradley, quien se había percatado de su distracción desde momentos antes, observó con diversión la situación desde su asiento. Notó cómo Max parecía desconcertado y una risa burlona se formó en su rostro. Finalmente, cuando el Sr. Thompson volvió a dirigirse a la clase, Bradley no pudo resistir la oportunidad de intervenir.