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Capitulo 8: sirenas y emos.

- El siguiente, Sir, Hakuya Kwonomin. Un paso al frente. Anuncio Marx una vez que todo el asunto con Aisha estuvo terminado.

- Si señor. y ahora habiendo sido llamado por su nombre, el joven de tunicas oscuras dio tranquilamente un par de pasos hacia adelante.

Ahora que lo miro bien, ciertamente exagere un poco al decir que era una versión de Zeref, después de todo este viste lo que parece ser un traje que era la combinación de la sotana de un sacerdote y un kimono tradicional, el cual fue teñido de negro dando como resultado esta vestimenta realmente curiosa, su cabello es de cloor negro y largo hasta los hombros, parece bastante desalineado, es pálido y delgado, parecía ser que estaba lidiando con una especie de Hikicomori o algo por el estilo... aunque pude ver un leve destello de curiosidad intriga y unas cuantas cosas más en su ojos apáticos cuando estos se fijaron en mí.

- Este hombre, aunque su recomendación vino de otra persona, ha demostrado el talento de la sabiduría. Me comento Zeref. – el ha memorizado las leyes de este país, y se cree que su conocimiento y memoria no tienen igual en esta nación.

De alguna manera siento que nosotros mismos seriamos capaces de hacer eso, pero de nuevo nosotros dos somos extranjeros... ahora que lo pienso nos consideramos extranjeros, bueno realmente no importaba ahora mismo, ahora lo importante era que si él estaba aquí por recomendación de otras persona, entonces eso significaba que estaba aquí por la recomendación de un pariente ¿eh? Me gustaría saber el porqué, definitivamente algo estaba mal aquí.

- Su don sin duda alguna es bastante impresionante. Le pregunte realmente no estando seguro de si este era un don esplendido o no después de todo tener memoria y usar el conocimiento son dos cosas muy diferentes, y realmente necesito averiguar cual es cual. – Si deseas, puedo recomendarte para un puesto burocrático en el ministerio de ley, ¿Qué tal? Pregunte realmente deseando intentar gatillar la trampa que este sujeto tenia preparada.

- No, sólo el premio será suficiente. Dijo Hakuya inmediatamente, derribando mi recomendación... okey definitivamente este sujeto era bastante extraño. – Sólo vine aquí porque mi tío, quien cuida de mí, sus palabras exactas fueron "a tu edad debes dejar de sentarte sin hacer nada más que leer libros y hacer algo útil para la sociedad, y envió la solicitud sin preguntarme, por lo que necesito una recompensa excesiva.

- Suena a alguien que me agradaría bastante. Dijo Zeref con una pequeña sonrisa, aparentemente le gustaban las personas entrometidas.

- Estos libros que mencionaron... ¿están relacionados con la ley? Le pregunte con curiosidad deseando encontrar una forma para encontrar su trampa.

- Hay tantos que no puedo centrarme en un genero especifico, derecho, literatura manuales técnicos, leo cualquier cosa. El en realidad sonó levemente emocionado por esto.

- Entendemos. Murmure mientras miraba directamente a sus ojos preguntándome porque razón esto era así, y especialmente el motivo por el cual siento que hay algo en toda esta situación que me molesta.

- Hmm... en ese caso, ¿Por qué no te conviertes en el bibliotecario de los archivos del palacio? Le pregunte después de todo hasta que no gatillara su trampa no pensaba alejarlo de mí, además realmente necesito a alguien que ponga ese lugar en orden. – probablemente hay libros allí que no encontrarás en el mercado abierto y con tu autoridad como bibliotecario serías capaz de leerlos todos.

- Oh, eso suena realmente maravilloso, si ese es el caso por favor, déjeme hacerlo. Si no fuera porque soy bueno ocultando mis propias emociones podría haberme creído la expresión feliz en el rostro de Hakuya, la satisfacción claramente era real, pero la felicidad no lo era.

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