las alfas de lisa ଓ lisa harem

𓏲 💗 ࣪˖ capítulo O2 ⊹

seguna parte: su alfa gruñona, su linda Jennie.

Para Lisa era complicado pasar un día completo con cierta chica de cabello azabache que por mucho, era la más gruñona de las tres hermanos.

Pero cuando esos escasos días llegaban, la omega disfrutaba como nunca.

Habían muchas razones, y no es que denigre el tiempo de calidad con sus otros dos amores, sino que como su novia de en medio era rapera, difícilmente tenía demasiado tiempo libre como para pasar aunque sea una tarde con ella.

Pero ese día estaba totalmente libre, así que la linda omega decidió igualmente tomarse un descanso para estar con ella mientras JiSoo y Rosé seguían en sus trabajos.

—Debiste ir a la academia, ambas sabemos que amas bailar ahí —la voz ronca de una adormilada Jennie la hizo salir de sus pensamientos—. ¿Porqué te quedaste?

Con una hermosa sonrisa, Lisa se acomodó entre los brazos de la mayor, dejando un suave beso sobre la nariz de esta.

Si, Jennie era gruñona, pero no con ella, a veces discutían, pero eran cosas leves por razones sin sentido, en su mayoría, muy tontas.

—Quiero quedarme contigo. Es raro tenerte todo el día aquí ¿Puedes culparme por eso? No, no puedes —habla risueña sintiendo que la abrazaban con un poco más de fuerza—. Además, le avisé a Mina que faltaría el día de hoy.

La de ojos gatunos solo se limita a negar con una sonrisa. ¿Porqué Lisa era tan endemoniadamente linda?

Pero no solo eso, también era caliente como el infierno, y no sabe si es que siempre andaba así toda las mañanas, o si en serio le gustaba provocar el lado más bajo de ella, pero justo en ese momento, podía sentir con sus dedos que aquella omega no llevaba más que una camisa holgada y claro, su ropa interior.

De las tres, Jennie era quien más se le insinuaba a su pareja. A cambio, Lisa usaba ropa más corta o reveladora porque le encantaba sentirse como la más bonita del mundo a los ojos de aquella alfa.

Aunque, solía ser a quién menos se le insinuaba, ya que JiSoo era bastante respetuosa, Rosé se avergonzaba o solamente le seguía el juego, pero con Jennie no se podía ir muy lejos o seguro terminaría postrada en una cama antes de darse cuenta de lo que realmente había pasado.

Solo en los celos podía tener a las tres bastante salvajes en ese sentido. Pero cuando sus novias estaban en ese ciclo no las acompañaba a todas juntas, sino una por una.

Una alfa en celo es extremadamente celosa y posesiva, las trillizas lo eran mucho más, y aunque compartan a su omega, cuando el tiempo de celo llegaba tenían que estar con Lisa de manera individual.

Distinto a cuando era el turno de la omega, quien al estar unida a las tres necesita de ellas al mismo tiempo para sentirse satisfecha.

Era algo que aveces le avergonzaba admitir, por supuesto.

—¿Qué está pasando por tu linda cabeza de patito en este momento? —la voz burlona de Jennie la hizo despertar nuevamente de su ensoñación—. Estás roja y ni hablar de que haz dejado libre tu dulce olor.

En el momento exacto en el que vio la sonrisa ladeada de la alfa, supo que tenía que calmarse.

—Solo recordaba que mi celo está cerca. Es todo.

No era del todo mentira, así que podía escaparse del interrogatorio solo por esa vez. Y supo que no seguían aquella conversación puesto que Jennie le creyó y solamente se dedicó a acariciarle la espalda con cuidado.

—Bueno, Rosé me dijo que la última vez que estuviste con ella fueron a jugar ¿Porqué no hacemos algo también?

Lisa en seguida se animó y aplaudió estando muy emocionada, no mentía cuando decía que añoraba cada momento que pasaba al lado de su novia de cabello azabache, así que pensaba rápidamente qué cosas podrían hacer juntas ese día.

—Me gustaría dar un paseo contigo, pero no me gusta que tus fans siempre nos interrumpan así que... ¿Qué te parece si vemos una película juntas? Me gustaría eso, además, hace frío.

La mayor asiente de acuerdo con ello, le daba algo de pena no poder sacar a Lisa, ya lo habían intentado, pero siempre terminaban rodeadas de muchas cámaras, algo parecido pasaba con Rosé, pero eso era más leve y solo a veces.

Aunque su omega le había dicho que no había mucho problema, en su interior sabe que si, pero estaba planeando llevarla un día a unas vacaciones algo lejos, para que nadie las moleste y por fin explorar todo.

—Me parece una excelente idea, tú busca las mantas y la película, yo haré las palomitas y el chocolate.

Con cuidado tomó el mentón ajeno y dejó un beso suave sobre los labios de Lisa, sí, quizás de las tres era la más descarada y calenturienta, pero eso es porque pasaba menos tiempo con ella que las otras, además, nunca haría nada que no quiera su pareja, por lo que siempre intentaba ser decente aunque suela coquetearle mucho.

Una vez que todo estuvo listo, sentadas en el sofá, Jennie acomodada con el mentón en la cabeza de su omega y Lisa entre sus piernas dándole la espalda.

Ambas cubiertas por una manta mientras bebían de su chocolate caliente y comieran palomitas al ver una película de comedia.

Eran esos momentos los que podían estar tranquilas sin nadie que las moleste, y que Jennie dejaba de ser aquella rapera de lengua filosa solamente para ser la amante empedernida que amaba con locura a su hermosa chica.

Podría ser grosera, volátil, ofensiva y a veces, desagradable, pero nunca lo sería con su pato, en vez se eso, se encargaba de rodearla de su fresco aroma a cítricos. Cosa que en secreto Lisa agradecía y se lo hizo notar cuando su cuerpo se pegó más al ajeno.

Le regaló una hermosa sonrisa mirando hacia arriba y recibiendo a cambio una peculiar de encías afuera de la que Jennie se avergonzaba, pero que a la Tailandesa le encantaban y la mataba de ternura.

—Pasemos más tiempo así, Nini. —murmura Lisa, volteandose un poco para poder al menos ver a su novia, esta le regaló una mirada comprensiva, sabe que debe hacerlo.

—Tomaré unas vacaciones, Pato. También quiero estar más aquí.

Con eso dicho, sintió el dulzón aroma a duraznos de su omega y se dieron otro suave beso antes de continuar acurrucadas viendo su película hasta que las otras hermanas lleguen para hacerles compañía.

Por esa y más razones, se emocionaba tanto en pasar tiempo con su alfa gruñona, su linda Jennie.

¡Gracias por leer!