¡Corre Chloe!

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Seis horas esperando. Ninguna noticia. 

Se me iba a salir el corazón de estar esperando en ese hospital después de tantas horas sin noticias. Bueno, y lo de que se me iba a salir el corazón nunca mejor dicho. 

No paraba de temblar, las piernas, las manos. Mi abuela me había dicho que estuviera tranquila, pero no lo podía evitar. 

—No seas exagerada Chloe —me dijo poniendo los ojos en blanco por décima vez en el dia—, tu abuela ya te ha dicho que si algo fuera mal ya os habrían avisado. Me estas poniendo nervioso hasta a mi.

Me mordí la lengua para no soltarle todo lo que le quería escupir en ese momento. Claro, como esto no le estaba pasando a él la dramática era yo, pero si fuera al reves me lo tendría que tragar todo yo sin rechistar. 

—¿Ahora te vas a enfadar? —masculló cuando vio que se me había tensado la mandíbula— Joder nena, no me seas desagradecida que hoy tenía cosas que hacer y me he quedado por ti. 

Vale, tenía razón. Quizás no estaba siendo justa con él y era verdad que estaba exagerando, pero joder es que le estaban abriendo el pecho a mi madre. 

—Perdón —suspire cerrando los ojos—, es que... joder Marcos, no puedo evitar estar nerviosa cuando mi madre esta ahí dentro con el pecho abierto mientras le hacen lo que sea que le estan haciendo en el corazón.

Ya tenía los ojos empañados y él se estaba comenzando a hartar. Lo sabía porque tenía ambas manos en su cabello y la cabeza ligeramente inclinada al frente mientras suspiraba. Negué con la cabeza y me levante decidida. 

—Voy a preguntar a ver si me dicen algo —abrí la puerta de la habitación de espera y me gire a enfrentarlo antes de irme—, y si tantas cosas tienes por hacer no hace falta que te quedes, cariño —eso último lo espeté con rabia. 

Cerré la puerta con fuerza y caminé hacía la recepción. Era inevitable que las lágrimas no salieran. El cansancio se estaba apoderando de mi y yo no podía más. No podía con mi novio, ni con el drama de mi familia, ni con las miradas de pena, ni...

Todos mis pensamientos se esfumaron cuando me choque contra alguien. El sonido sordo de una taza de cartón sono en el suelo y yo me fije en la persona que tenía delante. 

—Perfecto —dijo mientras se miraba la camisa blanca ahora con una mancha marrón en medio.

—Mierda, perdona —espeté sin saber muy bien que hacer—, no sabía por donde iba.

Él chico me miro y por un momento me quede sin respiración. Tenía unos ojos verdes muy penetrantes, era rubio pero no tanto como yo, su pelo se desplazaba sin cuidado pero lo hacía lucir bien y... 

Mierda Chloe que tienes novio. 

—Disculpa —le dije esquivándolo para poder ir donde parecía ser que nadie quería que llegara. 

Parecía que me iba a decir algo, pero yo no quería perder más mi tiempo. Cuando por fin llegue, apoye ambos brazos en el mostrador y llamé la atención de la enfermera.

—¿Qué quiere jovencita? 

—Llevo seis horas esperando a saber algo de como va la operación de mi madre y nadie me dice nada.

Me miró con una cara como si me quisiera decir <<¿y a mi que me cuentas?>> pero yo mantuve mi expresión dura. No me iba a ir sin obtener información.

—Olivia Walker, operación del corazón —le dije para que se diera más prisa.

—El cirujano ya esta informando a la familia —me dijo con una sonrisa irónica.

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