O1;; The Deal

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Las velas parpadeantes colocadas en el suelo en cada esquina del pentagrama no tenían un gran radio de luz, solo lo suficiente para iluminar el lugar de invocación con su llama amarilla. Los detalles del resto de la habitación están, en el mejor de los casos, borrosos y grisáceos bajo el tenue resplandor y, en el peor, completamente perdidos en las sombras radiales que crean las obstrucciones más pequeñas.

Esto es por diseño. Un componente clave de la demonología: formar un espacio neutral que asegure la menor oportunidad posible de distracción. Se podrían incurrir en consecuencias catastróficas si el demonio escapara antes de considerar su trato.

Y "catastrófico" en este caso NO es una hipérbole.

Todo tenía que salir bien. Solo lo haría una vez después de todo.

Bien.

Un puente para quemar cuando y si lo cruza, o como dice ese viejo refrán. Nunca ha sido alguien que se preocupe por detalles tan pequeños como ese. ¡Aquellos paralizados por las consecuencias imprevistas de sus propias acciones (o en este caso, las consecuencias bastante previsibles de sus propias acciones) nunca logran sus objetivos!

Mientras tanto, sostiene el grimorio y hojea las mil palabras de advertencia para poner sus ojos en los garabatos en latín del ritual. Aclarándose la garganta una vez, comenzó a leer en voz alta, complacido por la dicción casi perfecta que le aprendió gracias a su pequeña investigación y perfeccionismo en el idioma. Ventajas de haber estado en muchos países pese a su edad no tan caduca. Los treinta y pico se volvieron los nuevos quince ¿O cómo era?

Las palabras salieron fáciles al principio. Prácticamente salieron de su boca con su propio entusiasmo. Luego se volvió más difícil. Cada sílaba crece en peso y viscosidad en su lengua. Espesos como melaza, casi lo ahogan. Su garganta comenzó a picar.

Mientras tanto, la luz del fuego parece temblar un poco más, el mismo aire vibra cuando se abre la puerta invisible a dimensiones desconocidas.

Puede escuchar la vieja televisión cobrar vida en la sala de estar y su propia voz comienza a desvanecerse ahogarse en la densidad, crepitante, haciéndole eco del encantamiento con un breve retraso discordante. Es una distracción, pero continúa. Él tiene que. El ritual debe transcurrir de forma ininterrumpida y sin tartamudeos ni tropiezos si quería que funcionara.

Está tan cerca.

Una línea más. Se obligó a pronunciar las palabras. La estática ya no proviene sólo de la tv distante sino de él mismo. Su propia voz sale de su boca: filtrada y granulada.

—Et ad c̶̾́̂͊̓͝o̶̡̩̻̟͉̹̤̤̓̈́̅̆͌̆́̋̍͌̃̒͌ngregandom, e̴ǫ̸̴̯̮̏̀̏͗̎ǫ̸̯̮̏̀̏͗̎s̶̶̨̨̭̱̹̺͍͇̞̟̭̱̹̺͍͇̞̟̿̿̌̏ coram m̵̨͚͉̞͕̖͔͈̱͖̙͔̄̑̽̾̓͗͆͒̊̄̽̈́e!

THE INVOC𖤐TION【 𝗛𝘂𝘀𝗸𝗲𝗿𝗥𝗮𝗱𝗶𝗼 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora