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Taehyung se encontraba sollozando mientras tenía sus piernas pegadas a su pecho.

Se sentía sucio y inútil, odiaba ser tan débil y pobre, capaz si tenía más energía y masa muscular podía pelear para defender su persona y cuerpo, y evitar que aquél estúpido chico de mechones azules lo tocara sin su consentimiento.

Pero en partes también se lo merecía, está era la consecuencia de haberse entrometido en la privacidad privada de aquel chico de mechones azules, sí él no se hubiera metido aquí capaz todo lo que pasó anteriormente no pasaría.

Quería creer que todo ésto era solo un sueño, ya quería despertar, despertar en el frío suelo en un callejón y envuelto en su manta desgastada que siempre lo acompañaba.

Lloraba, en vez de tristeza y culpa lloraba también por rabia y bronca que sentía.

Se sentía muy sucio, quería vomitar, pero su estómago no tenía nada para devolver por la boca, empezó a temblar feo, la habitación era fría para él.

Así pasó llorando como 20 minutos hasta que se calmó, sus ojos ardían, sus labios estaban resecos, tenía frío.

Cómo pudo, empezó a gatear hasta el baño, y capaz encerrarse ahí hasta mañana, no quería verle la cara al cerdo ése.

Con cada movimiento que daba le dolía el cuerpo, su cuerpo aún era frágil y débil, no paraba de temblar, pero hacia un gran esfuerzo en llegar al baño y encerrarse ahí.

Una vez llegó, con rapidez cerró la puerta y puso seguro, para luego respaldarse en ella y respirar profundo. Después abrió sus ojos y tuvo el lujo de explorar con su mirada el baño en el que estaba.

Era todo espacioso y hermoso. Los azulejos de color negro brillantes igual que el techo, había una ventana enorme al final del baño que reflejaba el patio enorme de la mansión
Era desde el techo hasta el suelo el vidrio. Pero a la par estaba la bañera y la lluvia del agua dentro de un cuadrado de vidrio, Taehyung pensaba en como se bañaba aquel cerdo si no tenía una cortina para tapar el gran vidrio que reflejaba el exterior.

Taehyung quería bañarse, pero le causa inseguridad que lo vean desnudo y más si hay un gran vidrio frente a él, cualquiera puede verlo bañándose.

Su mirada fue por todos lados, había cualquier artículo de higiene dentro del baño, todo se veía de lujo, limpio y bien cuidado, hasta le daba cosa tocarlos porque tenía miedo de ensuciarlos con sus propios manos.

Debía bañarse, quería bañarse, pero no podía si había un gran vidrio que dejaba ver todo el baño desde el exterior. Debía buscar algo para tapar ese vidrio.

Se arrastró para abrir las puertitas para buscar una sabana para colgarlo en el vidrio.

Una vez tenido todo se arrastró hasta el enorme vidrio y empezó a colgarlo como puedo para taparlo.

Ya tapado observó la bañera, era grande y estaba reluciente, abrió el caño para que caiga el agua.

No sabía mucho cómo funcionaba ésto, así que fue midiendo el agua, y cuando lo tuvo se fue desvistiendo de a poco, para luego meterse y hacerse bolita dentro de la bañera y sentir como el agua caía sobre su cuerpo.

El agua estaba hermosa, pero los pensamientos que tenía dentro de su cabeza le ganaban, así que empezó a llorar de frustración, tomó la esponja que estaba a un lado y empezó a pasársela con fuerza sobre las zonas que aquel chico de mechones azules había besado y tocado. Se sentía asqueado y humillado, sofaba la esponja con fuerza en su cuerpo hasta que pudo ver que las zonas quedaban rojas por la fuerza que hacía.

Tus errores tienen consecuencias // kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora