Tus errores tienen consecuencias // kooktae

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Ahora ambos jóvenes se encontraban en la cama, Jungkook acostado jugando con su Nintendo Switch y Taehyung se encontraba viendo la ventana, por la cual una vez saltó por ahí.

Taehyung frunció el ceño, estaba aburrido.
Se puso a sobrepensar todo lo de su vida, el momento que creció con sus padres, cuando lo abandonaron y se fue a vivir en la calle, paso hambre por 12 años, tuvo que convertirse un ladrón a una corta edad. Pero él no robaba porque quería ni para hacer daño, robaba porque necesitaba; y tras eso termino parado aquí, con su agresor que no sabe para qué lo quiere o que va a hacer en un futuro.

Recordando y pensando de todo sin darse cuenta que estaba llorando en silencio.

Sus lágrimas bajaban sin más, mientras con fuerza con sus manos apretaba sus muslos.

Jungkook tardó solo unos minutos en darse cuenta del estado del castaño. Apagó su Nintendo y se sentó en la cama para acercarse levemente al castaño.

— Huesitos, oye, ¿que pasa?, ¿Por qué lloras? — Preguntó sofando con su mano la espalda del castaño mientras con sus ojos trataba de buscar los ojos del contrario.

— Nada, solo quiero... Quiero estar solo. — Habló cortante el castaño mientras evitaba la mirada de su agresor.

— Puedes contarme estoy aquí. — Dijo preocupado por su estado.

— ¿Que quieres que te diga, Jungkook? — Giró para encarar al de mechones azules. Los ojos opacos de Taehyung lo miraban con rabia y impotencia. — Eh, que quieres que te diga, solo eres un estúpido cerdo que quiere abusar de mí, y que en vez de llamar a la policía para meterme en esa cosa horrenda, no, simplemente te quedaste conmigo, y estoy sufriendo, Jungkook, me confundes y me haces daño. —  habló Taehyung con impotencia mientras más lágrimas de desprendían de sus ojos.

Jungkook por un momento se quedó sin palabras. Aún no era tiempo de decir la verdad de lo que sentía, debía esperar. Sabía que el castaño no estaba enamorado de él.

— Ves, no tienes nada que decir, porque sabes q simplemente me quieres para satisfacer tus estúpidos deseos. — Empujó con sus puños el pecho del mechones azules. — Ve y hazlo con otro o otra, no me interesa, ¡yo no soy tu juguete y  ningún muñequito de nadie!, ¡y no me toques! — Quitó bruscamente la mano del mechones azules de su espalda para empujarlo.

Jungkook se quedó callado, su expresión cambió a una sería, lo miraba fijamente tratando de analizar.

— Y tú familia? — Preguntó de repente el de mechones azules tomando de sorpresa al castaño.

Taehyung solo lo miró, y luego mordió su labio con fuerza para desviar la mirada, tratando de aguantar las lágrimas.

— Nunca mencionaste a tu familia, y si la tuvieras estarían buscándote como locos, o ¿tienes una familia que no te quiere? — Preguntó crudamente el de mechones azules viendo seriamente al castaño.

Taehyung no soporto más y rompió en llanto, cubriendo su rostro con sus manos.

Jungkook lo analizó por varios minutos para luego acercarse y envolver con sus brazos al castaño para darle confort.

Pasaron largos minutos en el que estuvieron en esa posición.

— Ellos... — Hipio. — Ellos me abandonaron de chiquito. — Con sus manos arrugó la ropa que llevaba el de mechones azules para luego hundir su cara en su pecho mientras se sostenía con su ropa. — Viví... Viví en la calle por 12 años... Pasé hambre y frío por 12 años... Por-Por un momento pensé... Que hasta hoy en día no.. no estaría vivo. — Lloró mientras se aferraba más al de mechones azules.

Jungkook estaba en silencio escuchando lo que el castaño narraba mientras acariciaba con delicadeza su espalda dándole confort.

Jungkook ahora entendía porque era pobre el castaño y porque nunca menciono a su familia, él era solo en mundo, solo me tiene a mí. 

— Entiendo, tranquilo... Shh... — Consoló el de mechones azules.

Y así estuvieron por varios minutos largos, hasta que el castaño se durmió en los brazos fornidos del mechones azules.

Jungkook lo vio y solo sonrió leve mientras secaba las lágrimas de la cara del castaño.

— Tranquilo, estoy yo aquí para protegerte... Sí es que me lo permites.. — Acarició con tristeza las mejillas del menor.
Lo acostó levemente en la cama para luego arroparlo con las sábanas y colchas. — Descansa. — Dió un beso en las comisuras de sus labios para luego alejarse.

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El señor Jeon miraba con atención su computadora, luego sonrió.

— Se me hace bastante raro que Jungkook no hay sacado nada ni comprado nada. Pero eso me alegra. — Dijo tranquilo mientras chequeaba.

— Debo ir a visitarlo un día. — Dijo para fijarse en su agenda que día estaba libre para ir a verlo de sorpresa. — debemos pasar un rato juntos, y sacarlo de esa casa. — Jugó con su bolígrafo mientras seguía viendo la agenda.

Toques se escucharon en la puerta.

— Pasé. — Contestó sin mirar a la puerta y mantener su vista en el papel.

— Señor Jeon, disculpe que lo moleste, pero recuerde de la reunión que tendrá en 10 minutos.

— Oh, cierto, me había olvidado, gracias por hacerme acordar, Natalí, en un rato voy. — Agradeció y sonrió levemente.

La mujer solo sonrió de regreso y cerró la puerta.

El señor Jeon solo suspiró cansado. — Debería tomarme unas mini vacaciones y poner a cargo a Nam. — Suspiró de nuevo mientras masajeaba su nuca. — En esas vacaciones debería pasar más tiempo con mi hijo.

Miró el cuadro que estaba en su escritorio.

— Ay amada mía, no sabes cuánto te extraño. — Tomó el cuadro familiar donde aparecía él, Jungkook de bebé y una mujer pelinegra joven cargando en brazos al gordito bebé de Jungkook. — No vas a poder creer las canas q me hace sacar nuestro hijo. — Rió leve para luego acariciar el cuadro y dejarlo en su lugar.

Se levantó y se acomodó su traje para salir de su escritorio y dirigirse a la sala de juntas.

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En un rato subiré el otro capítulo que es de hoy, ya que este capítulo es de ayer.

Nos vemoss.
🐇🤍