❐ Después de que Rash se haya infectado ante los ojos de Tigry, este pasa la infección con la TSP. Sin embargo cada acontecimiento que pasa con este grupo le recuerda alguna anécdota de quién alguna vez fue su amigo y también su alma gemela.
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Tigry caminaba por los pasillos del asentamiento seis. Parecía un cadáver caminando ya que sus expresiones no parecían tener vida. En lo único que pensaba aquel zombie era en su amigo y la última vez que lo vió. Cada que recordaba aquel momento tenía más ganas de viajar en el tiempo y encontrar una salida para ambos en ese momento, pero no pasó, así que tenia que enfrentar las consecuencias, y vaya que eran muy grandes...
Mientras el felino caminaba, escuchó a lo lejos los gritos y lamentos de alguien. Este, preocupado, decidió ir a por donde provenía el grito.
Fue para donde estaban las celdas solo para encontrarse a algunos integrantes del grupo hacer una ronda mientras parecían estar consolando a alguien que estaba arrodillado.
Los animales que estaban allí giraron a ver al de rayas, el cual estaba parado atrás de todos. En eso, Kitty y Pandy, quien estaban tapando a alguien, deciden separarse para mostrar a un Felix ahogado entre sus lágrimas. Tigry se sorprendió al ver a su compañero de esa forma, no solía llorar seguido, pero ahora parecía ser la excepción.
Aunque la mirada del anaranjado mostraba preocupación, la del zorro cambió a una de tristeza a una de enojó. Esto lo noto el menor y se preocupó aún más. Él no le había hecho nada, ¿O si?
—Tú... —la voz quebrada pero hostil del ojiverde sonó por los pasillos.
Tigry quedó helado al oír su voz. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué no se podía mover? ¿Por qué sentía nervios?
Comenzó a ser peor su miedo al notar como el zorro se levanta para después acercarse poco a poco hacía él. Por un momento ambos se quedaron cara a cara. Tigry comenzó a temblar ya que los ojos de Felix mostraban enojó y la tensión del momento era intensa, pero al ver que su compañero no hacía nada, se tranquilizó un poco y dió un suspiro. Pero de repente...
—¡Felix! ¡¿Que caraj-?! —gritó el oso pardo al ver como su compañero le dió una paliza al tigre.
Tigry, adolorido y confundido, comienza a masajear su cachete y hacerse para atrás, pero aún no terminaba ese momento.
—¡¿Quién te creés para matar a mi hermano, hijo de puta?!
Aquellas palabras fueron lo suficiente para que todo el grupo se sorprendiera, incluyendo a Tigry, el cual estaba más confundido que todos los que estaban allí.
