Matrimonio Forzado - Yoonmin

019: Lobos

019: Lobos

Jimin tragó saliva, sabiendo que no era propio de Yoongi decir eso. Ahora entendía porqué el aroma a sidra había aumentado en el gran espacio de la habitación.

— Alfa. — Tomó con fuerza los hombros de Yoongi para que no se acercará más de lo debido. — ¿En que momento entraste en celo? — Observó los oscuros ojos felinos que mostraban mucha lujuria en ellos.

Min sonrió complacido por la palabra "alfa" y respondió. — No sé, creo que desde que te besé.

— ¿E..entonces..Yoong.. — Antes de que Jimin pudiera seguir, el alfa se abalanzó a rozarse sobre su pecho, Park estaba tieso. — Alfa..

— Mí omega. — Soltó casi en un sonido demandante. — Solo mí omega.

Jimin tragó saliva, dudando en si tocarlo o no, escuchando la voz demandante del alfa, era más que obvio que Yoongi no estaba en sus cinco sentidos, era su lobo quién lo estaba dominando.

— ¿Tu omega? — El castaño levantó el rostro de Yoongi, quién lo vio muy tiernamente logrando que su lobo también moviera la cola contento. No eran destinados, pero entendia porqué sus lobos se sentían atraídos. — Alfa, no puedes decir eso. — Jimin acarició la cabellera oscura viendo un puchero en el mayor. — A tu humano no le va a gustar que hagas esto. — Agregó más apenado, pues debió saber que Yoongi no volvería a besarlo asi derrepente.

— Mí humano es un tonto, nunca me hace caso. — Soltó el alfa, volviendo a recostarse encima del pecho de Jimin. — Yo quiero abrazarte al dormir, yo quiero secarte las lágrimas cuando lloras, yo quiero besarte. Pero el no quiere.

Jimin río despacio por lo tierno que había sonado eso, al menos, tenía el cariño del lobo de Yoongi. Aunque eso no curaba su molestia en el pecho.

— Omega, quiero sentir tu aroma. — El alfa se levantó enseguida, era muy tierno. A diferencia de Yoongi, su lobo no emanaba un aura muy dominante. — No lo he vuelto a sentir desde el viaje a Hawaii. Por favoor.

— Bien, hagamos esto. — Jimin lo separó un poco. — Te tomas los supresores y dejaré salir a mí lobo.

El alfa asintió rápidamente, pero la sorpresa de Jimin fue bastante al sentir los labios del azabache contra los suyos. Dando pequeños piquitos sobre su boca logrando caer nuevamente a la cama.

— Alfa..

— Eres mí esposo, mí omega, quiero pasar mí celo contigo. — El alfa le dijo al oído, recorriendo con su olfato su cuello, como quién buscando su aroma. — Omega, sal, por favor. — Suplicó besando y lamiendo su cuello mientras tenía a Jimin sostenido fuertemente para que no escape. — Omega.

Ante el último llamado, Park se rindió, a diferencia de Yoongi, el si tenía control sobre él, así que dejo salir su forma lobuna. Sus ojos se volvieron de entre color rojo y azul y en las puntas de su cabello castaño brotó un poco de color blanco.

El alfa mostró una gran sonrisa al sentir el dulce aroma a fresas inundar sus fosas nasales, aquella que, había sentido algunas noches en qué dormían juntos y aquella tarde en la montaña de Hawaii.

— Omega. — Dijo alegre viendo al castaño que mantenía su forma humana, con la única diferencia que su lobo tomaba el control.

— Alfa, tonto. — Habló Jimin. — ¡Ponte los supresores ahora!

— ¡No! No quiero irme — El alfa se aferró más a su cuerpo, no solo estaba con las ansias de querer tocar y absorber el aroma del omega; también tenía un celo, uno que le estaba costando mucho controlar. — Quiero estar contigo.