Al cabo de unas horas, un joven estaba en camino a la mansión de la señorita Shinobu, dicho joven no superaba los 19 años, era pelirrojo con una coleta larga sus ojos eran igual de rojizos traía consigo una marca en la frente, en su espalda llevaba una caja de madera la cual era suficientemente grande para que una niña no mayor de ocho años entrara ella, dicho eso joven era el tan famoso Tanjiro Kamado, cazador de demonios el cual se había ganado una gran fama no solo por cargar consigo una demonio, sino también por la gran habilidad que tenía con la espada, era de noche pero el joven estaba regresando de su misión levemente lastimado, además la vigilancia era de parte de los pilares así que no podía ser mucho, así que por obligación tenía que ir con la señorita Shinobu para que le dieran diagnóstico de qué debía ser, al estar cerca de la mansión pudo detectar un olor entre los que ya conocía, un olor dulce que hace tiempo no detectaba, sin embargo, en aquel dulce aroma se podía detectar poco de amargura, Tanjiro ya sabía que aquella amargura no era nada más que de la tristeza, sintió algo de curiosidad pero a la vez empatía por aquella mujer, no sabía qué es lo que había pasado, estaba fuera de la zona así que no podía estar informado de qué había pasado pero sabía que era algo malo para tal sentimiento de amargura.
Siguió caminando mientras a su lado estaba su pequeña hermana; Nezuko Kamado, la cual solamente era menor a él por un año, dichosa hermana había sido convertida en un demonio y también había sido la única sobreviviente de la masacre que había sucedido en su familia, historia que ya todo mundo sabe; Pues muchas veces cazadores tanto novatos como experimentados intentaron matar a la pequeña pero tanjiro sí o sí debía darles el por qué ella estaba a su lado y la historia de su familia.
Una vez dentro de la mansión ambos hermanos caminaron un poco hasta llegar al olor de aquella mujer, la cual estaba hablando con Aoi, Monika había sentido la presencia de ambos muchachos, así que volteó su mirada topándose con ellos y al verlos rápidamente se formó una sonrisa en sus labios.
- ¡Tanjiro, Nezuko, cuánto tiempo! - dijo la mayor, tanjiro se limitó a saludarla con una amplia sonrisa mientras que Nezuko al verla se dejó llevar por su felicidad, puedes acercó corriendo a ella para abrazarla
- ¡Cuánto tiempo señorita Monika, hacía tanto tiempo que no la veía! -dijo Tanjiro con el mismo entusiasmo mientras que la mencionaba ahora cargaba en brazos a Nezuko mientras que está estaba pegada a ella en un brazo
- Lo mismo digo, ¡Has crecido demasiado, además veo que ahora tienes un nuevo estilo, se ve genial! -dijo mientras señalaba el cabello del muchacho, él simplemente río el levemente por el pequeño halago- por cierto, ¿Cómo has estado? Hace como casi un año que no te veía...
- ¡Estoy bien, desde la última vez que nos vimos he estado entrenando muy duro! -dijo Tanjiro entusiasmo a lo que a Monika rio levemente
- ya lo veo, te ves casi como un hombre, es increíble.... -dijo con una ligera sonrisa antes de girar su mirada para ver a la pequeña- ¿Y tú Nezuko, cómo has estado, te has portado bien? - dijo mientras le sonreía y le hablaba como si fuese una niña pequeña, pues no podía negar que había tenido un pequeño instinto maternal con aquella demonio. La pequeña por su parte asintió con la cabeza en repetidas veces mientras se podía notar por sus expresiones su felicidad. Mientras que Monika interactuaba con la menor, Tanjiro miró de reojo a Aoi y alzó la mano para saludarla con una sonrisa a lo que hoy simplemente sintió con la cabeza respondiendo a su saludo.
- Por cierto, no es por ser chismoso o algo así pero, ¿Qué fue lo que que viniera aquí? Por lo que sé, cuando va a salir con la señorita Shinobu casi nunca se reúnen en la finca de la otra sino que salen a pasear a algún lado - dijo tanjiro pues la curiosidad lo estaba matando así que decidió ser imprudente y preguntar al respecto
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¡jodete!
Science Fiction"тᴇ ᴀмo ᴘᴇʀo ʏᴀ ɴo Quιᴇʀo ᴇsтᴀʀ coɴтιԍo, ᴘᴇʀo тᴀмᴘoco ᴘuᴇᴅo soᴘoʀтᴀʀ vᴇʀтᴇ ᴇɴ мᴀɴos ᴅᴇ ᴀʟԍuιᴇɴ мás. мᴇ тʀᴀιcιoɴᴀsтᴇ, ᴘᴇʀo ɴo Quιᴇʀo ᴀʟᴇנᴀʀтᴇ." No hay cosa que más le duela a una mujer que ver a su hombre en manos de otra chica, en especial si esa c...