Capítulo 5: Conocer

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Salió de aquel túnel sin el casco. Caminaba con demasiada tristeza, esa sensación se esfumó. Quería volver, pero necesitaba seguir descubriendo.

– Bienvenido. – Se quitó el traje con cuidado, trataba de mantener esa sensación lo más posible. – Esperamos que nos acompañes de nuevo para otra emocionante experiencia.

Tuvo una idea estúpida. Qué más tenía que perder.

Volvió al túnel, pero sin nada de trajes, protección, o idea de lo que iba a hacer.

Vió fijamente el botón rojo.

– Que te diviertas mucho.

No podía.

No tenía que hacerlo.

No quería.

Sus ojos se cristalizaron mientras mantenía su brazo extendido y observaba la escotilla de salida al espacio.

Su dedo se acercó al botón rojo.

Más cerca.

Más.

Casi.

No pudo. Salió corriendo de aquel lugar.

Pasó por la sala de cápsulas y tropezó con aquella botella de vidrio de hace tiempo.

Su espalda chocó contra el piso en un golpe seco. Estaba aturdido por lo que pasó y le dolía todo.

Se levantó sosteniendo su espalda. En ese momento algo llamó su atención. Había alguien en una cápsula frente a él, tenía curiosidad, así que se fue acercando.

Y entonces lo vió. Un ángel.

Su piel se veía suave, al igual que su cabello. Hablando de su cabello, era de un rubio que resaltaba sus facciones. Ese lunar en su labio era tan maravilloso. Su cuerpo se veía fuerte y delicado al mismo tiempo, solo portaba unos shorts un poco holgados y una camiseta pegada.

Max Verstappen

Países Bajos

Escritor

Incluso tenía un nombre tan hermoso. Le quedaba.

– Max. – Para Sergio, decir ese nombre, se sintió bien.

Rápidamente fue hacia el centro de computación, trataba de buscar información.

– Buscando en los perfiles de los pasajeros.

Encontró lo que buscaba. Era un video.

– Soy Max Verstappen. Soy el pasajero mil cuatrocientos cincuenta y seis. Soy escritor. – Checo observaba el video con mucha devoción, él era maravilloso. – Creo que nos contamos historias para saber que no estamos solos, y para hacer contacto.

– Tu padre era Jos Verstappen, escritor, ganador de varios premios. – Al parecer lo estaban entrevistando.

– Qué presión, ¿no? – Soltó una pequeña risa. – Mi padre solía decir que si tienes una vida ordinaria entonces tendrás historias ordinarias. Debes vivir una vida de aventura. – Trató de imitar un poco el tono de su padre. – Y... Aquí estoy.



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Pasajeros (Chestappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora