Parte 8

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La fría mañana se dejaba sentir en cada poro de suave piel blanca. Parado en la ventana de su departamento con un cigarro en su mano fumaba viendo el hermoso sol esconderse en los horizontes.

Dejo el cigarro y lo apago tirandolo en la basura, caminó hacia su closet y la abrió de puerta en puerta.

Habían pasado ya una semana en la que se había atormentado en que decisión tomar sobre su vida. Pasó días interminables observando al escondidas al rubio, aquel chico de apariencia dulce pero con un genio de demonio que le mostraba cada que quería entablar una conversación amigable. Esa actitud, hacía que le dieran más ganas de buscarlo, pero había tomado ya una decisión.

En casarse con yuri, no podía romper su promesa, no cuando ella le había entregado su corazón en bandeja de oro.

Suspiro cansado y abatido y subió su mirada y observó detalladamente aquel traje negro en su closet, listo para ser usado el día de mañana.

Se quito su traje de trabajo y fue a tomarse una ducha tibia para relajarse de tantos pensamientos que parecían empujarlo hacia la locura. Terminando, salió de la ducha con su bata y de pronto escucho el timbre de su departamento.

No le daría tiempo de vestirse, así que bajo para ver quien era, seguramente era su amigo Hyunjin o quizás yuri. No sabía exactamente.

— hola...

El sonido de su voz saliendo de sus labios hizo estremecerse hasta la punta de sus pies, como si quisiera que eso pasara exactamente.

— ¿que hace usted aquí?. — pregunto confuso al verlo tan sonriente. Tenía puesto un abrigo largo, pero estaba confundido, estaban en tiempo de primavera como para ponerse un abrigo

— ¿no cree que es bajo de su parte al no invitarme a pasar?.

Se hizo a un lado dejando que pasara a su departamento.

El rubio camino directo a la sala y se sentó con las piernas cruzadas como queriendo que vieran sus piernas expuestas.

— ¿y bien?— llego y tosió volteado su rostro al ver las piernas desnudas del rubio  — ¿Que te trae por aquí?.

— me entere que te vas a casar mañana y quise venir a darte una despedida. — sonrió de lado al ver que el rostro de minho estaba que explotaba de lo rojo que estaba.

— gracias, no tenía que molestarse. — se levantó del sillón y caminó donde tenía sus tragos. — ¿quieres una copa?. — pregunto sin verlo.

— si, gracias.

Minho camino hacia el sin poner evitar que su miraba caiga de nuevo en sus piernas descubiertas. Luego recordó que el lo había recibido en las peores condiciones.

— lo siento mucho, no me dio tiempo de cambiarme, ahora vuelvo. — menciono rápidamente y subió con prisa.

Jisung bebió de un solo trago su bebida y se armo de valor para subir hacia el cuarto donde minho había entrado. Por fin haría que su venganza valiera la pena.

Minho hurgaba en su closet de ropa cuando dio un brinco al ver a jisung entrar sin previo aviso a su habitación.

— !jisung! ¿Que haces aquí?.

— finalmente estamos solos minho. — hablo cerrando la puerta tras de él. Camino hacia el pelinegro viendo como el semblante del contrario cambiaba a uno más pálido. — ¡te ves muy asustado! ¿No quieres saber que se siente estar entre las piernas de un hombre?. — llego frente a él y pudo sentir un poco de olor a cigarrillo de su boca, podía también escuchar el latido de su corazón y lo emocionaba.

— jisung, yo creo que estas confundiendo las cosas. — lo agarro de los hombros y lo alejó un poco sin ser brusco. — no se que es lo que estas pensando, pero yo soy un hombre comprometido y que mañana me casaré, así que por favor sal de mi habitación.

Jisung soltó una carcajada fuerte que se pudo escuchar en toda la habitación. — no lo entiendo.

— ¿que es lo que no entiendes?. — pregunto curioso.

El rubio camino de nuevo hacia el.
— aparentas ser alguien fiel. — metió su mano por debajo de su bata y toco sus pectorales marcados y duros. — pero, que hace un hombre recto mirando a alguien como si quisiera devorarlo en ese mismo instante.

— no se a que te refieres, pero deja de tocarme. — saco las manos de jisung por debajo de su bata. Y se giro para ver a otro lado y esconder su bulto que ya había salido a saludar.

— jajaja...¿ porque huyes de mi si sabes que tengo razones?. — camino de nuevo hacia el y lo abrazo por la espalda rozando su ereccion contra la pierna del mayor. — ¿no tienes curiosidad del porqué le gustó tanto a hyunjin? 

— tus provocaciones no funcionarán conmigo. — mentía. Su sangre hervía entre sus venas queriendo pedirle una explicación que no le correspondía.

— ¿estas seguro que no funcionaran?. — se aparto solo un poco para jalar el listón de su abrigo. — ¿si crees que no funcionaran porque no me miras para comprobarlo? —  provocó el ego del pelinegro.

Minho mordió su legua y se giro para hacerle entender que estaba equivocado. Pero de pronto cuando vio que el abrigo de jisung cayó al suelo, su pulso empezó a subir a más de cien.
— ¿que haces? ¡cúbrete!

— ¿porque lo haría?. — sonrió deslizando su mano sobre el cuerpo ajeno. — no estoy completamente desnudo ¿o si?

Jisung portaba un hermoso traje de encaje color negro que le quedaba muy exquisitamente encantador. Bragas en sus piernas y la tela transparente que dejaba mostrar sus hermosos botoncitos de gomas.

— ¿que sucede director? Los ratones le han comido la lengua o quiere que yo se la coma ahora mismo. — pego su trasero descaradamente en el bulto del mayor y se  rozo sin repudio mientras soltaba gemidos para seguir provocando más al mayor.
—¡ahh! ¡siii!, ¡así minho!

Minho apretó sus puños y sus ojos sin poder soportarlo más. Y agarró a jisung como a un muñeco y lo tiro en la cama.
— si te quejas, si lloras, si me suplicas que te deje ir, no lo haré. — amenazó mientras se quitaba la bata y dejaba ver su miembro duro, palpitando por querer ser atendido.

Jisung trago saliva, pero no podía retroceder hacia atrás, no cuando ya lo tenía, lo malo era que minho tenía unas fuerzas más grandes que el y no tenia idea de cómo hacerlo detenerse.

Minho le abrió las piernas y vio lo húmedo que estaba la entrada del menor, un encanto para sus ojos, un deseo incontrolable de tenerlo por fin entre sus brazo. Ahora sabría si solo era un deseo  carnal o era porque realmente le gustaba.

Acercó su boca al cuello del menor y lamio, beso, chupo todo lo quiso con el.
— ahora si vas a gemir de verdad.
— hizo a un lado la ropa del rubio y inserto dos de sus dedos sintiendo el interior del mencionado caliente. Era suave.

Dirigió su mirada y el menor se retorcía debajo de el. Algo erotico para su vista de la cual no se podía quejar, más bien, eso lo prendía más.

— ¿hyunjin te hacia sentir esto?

— ¡ahh!, ¿hyu..njin? Sii! Me hacia ¡ahhh! Sentir bieenn!...mhgg...

—¿seguro?. — metió tres dedos y jugo un rato para abrirlo más de lo que estaba. — esta noche haré que hyunjin salga de tu cabeza.

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"REVENGE" ~minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora