03┆abismo

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"Llegué al final del camino pero solo hallé un abismo.

Me pregunté si esto era todo... y entonces te dejaste ver.

Susurraste una dulce invitación.

Mis miedos intentaron atraparme, pero el estruendo de tu voz ahuyentó todo a lo que creía pertenecer.

Respondí y me sumergí."









No hay razón para inquietarnos, si Dios sigue siendo Dios (Salmo 42).

Todos los lugares hacia donde nos lleva su voz son buenos.

Aunque el miedo y la incertidumbre nos quieran retener, no pueden contra el estruendo de la voz del Señor de los ejércitos celestiales.

Sus planes están llenos de propósito y siempre nos llevan más cerca.

No hay razón para inquietarse.

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