Saben que es peor que el primer día de clases?
El tener que ir todos los demás días, o así es para algunos, dependiendo de a quien le preguntes.
Para unos, la escuela es un suplicio, para otros, un sitio para forjar amistades duraderas, un sagrado templo del saber o simplemente un escape de la horrenda vida en casa.
El caso de Ash Ketchum no era ninguno de éstos.
Cómo todas las mañanas, su madre manda a alguno de sus Pokémon a despertarlo.
-Pareciese que tiene el despertador de adorno- murmuraba molesta la señora. Y efectivamente, aquel viejo cacharro permanecía en la repisa acumulando polvo junto a los folletines de chismes, aunque ocasionalmente Ash lo enciende para escuchar la radio, que es la única función que aún cumple sin sobrecalentar y empezar a hablar con una voz distorsionada y chillona como la de Benito Bodoque.
Pero esta vez ya se había vestido y arreglado para ir a la escuela, antes de que el Pachirisu de su madre le electrocutase el trasero. Para Ash levantarse temprano dos días seguidos era un nuevo record.
-Buenos diaaaas mamá- dijo Ash entrando a la cocina.
-Ash! Ya estás listo! Aun no termino el desayuno-
-No hay problema, tengo tiempo para ver la tele entonces-
En la televisión había un programa educativo de dos tortugas con voz insoportable.
-Bah, odio ese programa.-
Estaba a punto de apagar la tele pero comenzaron los comerciales. Salió un anuncio de un pequeño chef congelando natilla, nada realmente interesante, pero de pronto a increíble velocidad una piedra golpeó la pantalla y rompió el monitor.
Ash se sobresaltó y volteó a ver a su madre, estaba roja y jadeando, entre sus jadeos dijo furiosa: -Odio ese maldito comercial-
-Era necesario romper la tele?! DE DÓNDE SACASTE ESA PIEDRA?-
-Eso no importa hijo, ven a desayunar- respondió ya como si nada.
Ya en la cocina, Ash aún temblando preguntó -Está todo bien?-
-Eh, si. Dime, como va la escuela?-
-Apenas es el tercer día, no he tomado todas las clases de mi horario aún, pero creo que todo va a estar bien.-
-Ya sabes que taller vas a tomar?-
Taller... Taller... Taller... Esas palabras resonaron en su cabeza.
-No...-
-Pues deberias pensarlo, que será lo que tomarás el resto del año escolar-
-Probablemente tome economía doméstica...-
-JA! Conociéndote no soportarías ni un minuto allí. ¿Por qué no buscas algo que involucre Pokémon? Tu amas entrenar esas criaturas-
-Tienes razón, espero haya buenos talleres-
Ya en la escuela, Ash se sentó junto a Brock y le dijo: -Oye Brocas, te imaginas que un día todos viniéramos a la escuela en pijama? Que a gusto, yo me vendría muy cómodo y los maestros dirían "Vaya, que alumnos tan ocurrentes"-
-Jajajaj, yo no podría, yo duermo en cueros- interrumpió Gold.
-Gold! Qué bueno que llegas, estábamos haciendo preguntas tontas-
-Ah, yo tengo una buena. ¿Si pudieras elegir entre la paz mundial y Megan Fox, cuántas veces te la tiras?-
-Que clase de pregunta es esa?-
ESTÁS LEYENDO
Las mundanas experiencias de un entrenador Pokémon de secundaria.
FanfictionAllá por los 90, empleados de un proyecto secreto del gobierno, crearon copias perfectas de los entrenadores Pokémon más destacados del mundo, ahora en los 2000 es hora de prepararlos para el mundo, y que mejor manera de hacerlo que exponiéndose a l...