Capítulo 17. Del odio al amor, del amor al odio

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El corazón latía contra las costillas, como un frenético tañido de pánico que resonaba en los oídos. Su mente buscaba una ruta de escape, una explicación que fuera meramente persuasiva para salir de esa situación. Las gotas de sudor ya se estaban empezando a acumular en la frente, y es que el ambiente caluroso no ayudaba a concentrarse.

Sus ojos se movían alrededor, buscando desesperadamente cualquier pista que pudiera ayudarle en la construcción de una historia convincente. El entorno se confundía en una neblina de colores y formas, y el cerebro era incapaz de procesar la información visual. ¿Tantos años de estudio acerca de la corporación no le iban a servir de nada?

En un intento desesperado por salvar la situación, la mente de Wooyoung evocaba una mezcla de verdades a medias y mentiras descaradas. Tomaba forma una coartada, una narrativa apresuradamente diseñada para desviar las sospechas. Pero un fallo, cualquier mínima cosa, y esto se podía ir a la mierda. No le daba miedo morir allí mismo, nunca lo tuvo; pero por primera vez, no quería. No se planteaba rendirse tan fácilmente cuando parecía que todo estaba tomando sentido, justo ahora que veía realmente una posibilidad de liberar a todos de la opresión.

El individuo persistía y su historia se volvía más elaborada con cada segundo que pasaba.

Ya está, ya la tenía. Sin embargo, no sabía si el universo estaba a su favor o no cuando se vio interrumpido nada más abrir la boca.

—¿Cómo es que has llegado tan rápido?

Wooyoung se quedó muy quieto. Este hombre no era uno de los dos anteriores, ¿quién era? ¿Estaba esperando a otra persona? ¿Acaso lo estaba confundiendo con alguien más?

—Os debería de dejar de subestimar —habló de nuevo, haciendo referencia a los soldados, con una mueca curvando solo un lado de sus labios—. Pero si ya estás aquí no hay tiempo que perder. Coge eso y acompáñame.

Y el pánico volvió a él. "Eso", qué narices era "eso". Ni si quiera un mínimo gesto por parte del individuo le había ayudado a determinar que era "eso". Tal vez una mirada o alzar el dedo señalando aquello que quería que cogiese le habrían venido genial.

—¿Qué te pasa?

Notó que sus cejas se fruncieron, esperando por una respuesta suya acerca de por qué no se movía, directamente por qué no hacía ni decía nada. Sin embargo, le vino a la mente San, quien estaba arriba de él y no hacía nada por ayudarle, a pesar de que seguramente estuviese escuchando todo.

Escuchando...

—Estaba escuchando un ruido sospechoso a lo lejos, señor —soltó rápidamente, atropellando casi sus palabras—, e intentaba analizar de donde provenía. Lo siento, señor.

—¿A lo lejos dices? —arqueó una de sus cejas— Yo no he oído nada.

—Claro, ya sabe a que me refiero, señor.

¿De verdad no iba a saber? Wooyoung intentaba que sus manos no temblasen, pero aquel individuo lo estaba poniendo realmente nervioso.

—Ah —hizo una pausa asintiendo demasiado lento—, ya entiendo. Bueno, coge las cajas —señaló esta vez hacia unas de metal que había en el suelo en una de las esquinas— y vamos con el ministro. Hay que entregárselas ya.

Con una sensación de no saber muy bien qué es lo que querían de él, Wooyoung se arrastró hacia la esquina con pies pesados. Su tarea ahora era elevar una pila de cajas de metal, cuyo contenido lo desconocía y cuyo peso representaba un peligro potencial para su fachada cuidadosamente construida.

No era un soldado, y daba gracias por ello, pero ahora mismo era un hecho que trataba desesperadamente de ocultar. Se inclinó hacia las cajas con las manos extendidas y agarró el borde de la más baja sintiendo su textura áspera bajo las yemas de sus dedos. Eran más pesadas de lo que había previsto, algo que no beneficiaba en nada a su mera fuerza humana. Sus músculos se tensaron cuando las levantó y se quedó sin aliento en la garganta. El peso era inmenso, y a pesar de que los límites de su resistencia estaban siendo expuestos, Wooyoung se negó a darse por vencido. Apretó los dientes, reuniendo cada gramo de fuerza que poseía.

Neosynth | WoosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora