Cuando Aizawa abandonó los vestuarios, se cruzó con un cierto chico explosivo en los pasillos. Los temblores en sus brazos eran perceptibles, la mirada agresiva buscando desesperadamente a alguien, y la ira arremolinada en su interior crecía como si se tratase de un tornado arrasador. La opción de detenerlo, de tranquilizarlo, pasó por su mente. Pero decidió abstenerse al verlo cruzar la puerta de los vestidores. Entrometerse en dilemas adolescentes no era una especialidad que él manejara ni una experiencia que su espíritu cansado necesitara. Confiaba en que t/n se encargaría de ese niño problemático.
Dentro de los vestuarios, Katsuki la vio sentada en una de las bancas, en silencio, con los hombros caídos y la mirada fija en el suelo. El sonido de la puerta al cerrarse pareció sacarla de su letargo; lentamente, sus ojos se alzaron para encontrarse con los de él. Rechinó los dientes y se contuvo para no despotricar en el momento. T/n le dedicó esa mirada inexpresiva de siempre, una máscara de indiferencia que lo desesperaba.
—Hola.
Lo saludó cortésmente, como si su estúpida actuación jamás hubiera sucedido, como si no le importara en lo más mínimo el hecho de darle la victoria en el torneo. No recibió respuesta por parte del chico. Ella suspiró, se puso de pie y caminó a la salida. Bakugou apoyó ambos brazos en el marco de la puerta, cubriendo cualquier forma de salir de aquel lugar. El semblante de la joven siguió impasible.
—¿Puedes moverte? Quiero irme a mi casa —pidió en ese tono que tanta rabia le causaba.
Él negó con la cabeza; en este punto su autocontrol era increíble.
—¿Qué te pasa? Estás sudando mucho. ¿Tienes calor?
Sus puños se apretaron y, de repente, la empujó contra los casilleros del vestuario. La espalda de la joven chocó contra el frío metal y las manos de su atacante se clavaron con fuerza a los costados de ella, las yemas de sus dedos presionando con tanta fuerza el acero que en cualquier momento cedería. Sus pupilas moviéndose de un lado a otro, de manera inquieta, pero fijas en la figura de t/n. Con tanta fiereza que, si fuera posible, atravesaría hasta su alma.
—¿¡Por qué?! ¿¡Por qué mierda te dejaste ganar?! —la voz le salió más rota de lo que quería, y sus gestos, más vulnerables de lo que alguna vez pensó que mostraría—. ¿¡Crees que soy un debilucho?! ¿¡Que necesito tu maldita pena?!...
El aire faltó en sus pulmones y tomó una pausa, sin desviar la mirada.
—¡No la necesito! ¡¿Me estás escuchando, maldita?! ¡No necesito tu pena, tu piedad, o lo que mierda creas! No... No tienes que... ¡Que verme como si fueras superior a mí en todo! ¡Porque no lo eres! ¡¿Me escuchas?!
T/n, después de escuchar el desbordamiento emocional de Bakugou, se encontró sumida en la confusión; la indiferencia en su rostro se desvaneció, dando paso a una expresión desconcertada. Podía sentir el dolor latente detrás de cada palabra dicha por el rubio, pero no comprenderlo. ¿Por qué él estaba tan enojado? ¿Por qué pensaba todo eso? ¿Acaso hizo algo o simplemente estaba tan distraída que era incapaz de verlo?
—No... No lo hice por pena —replicó la adolescente.
El ceño fruncido de Katsuki cambió a lo opuesto y sus pupilas temblaron.
—Lo hice porque creía que era lo correcto. La gente... Todos en la arena pensaban que ustedes eran unos debiluchos; pensaban eso porque los derroté a todos de un golpe. No quería dar esa imagen, no me sentía bien con eso. Ustedes no son débiles, simplemente yo soy demasiado fuerte.
—No me importa. ¡No me importa ninguno de esos extras! —Su mano libre la tomó del hombro y la empujó con más fuerza contra el casillero, intentando descargar de alguna forma todos esos sentimientos confusos en su interior—. ¡Sé que no es así! ¿Crees que soy débil, verdad? Que no estoy a tu altura... por eso siempre me miras así, ¡mirándome por encima del hombro como si fueras mejor! ¡Tratándome como si fuera un maldito idiota!
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Heroína por diversión [BNHA]
FanfictionDonde una chica entrena tanto que pierde las cejas y se vuelve super fuerte. OPM reader X MHA