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Penelope, no  tenía claro si colin la amaba, qué haría si el nunca llegaba a perdonarla?...

-Alfin hiciste algo bueno , hubiera preferido a Lord Debling, si ha de ser sincera, pero un Bridgerton no está mal - alabó su madre, quien no para de sonreír.

- No puedo casarme con Colin. - soltó de repente, haciendo que su madre deje de alardear.

- ¿ Qué dijiste? - el tono de voz de lady Featherington, cambio radicalmente.

-Qué no puedo.....

-Si te vas a casar, no soportaría ser la burla de sociedad por tu impertinencia y falta de sensatez.

-Pero madre..

-Te vas a casar, no soporto tenerte más aquí, ¿ Creés que dejaré pasar qué pases días encerrada en tu habitación? , para colmo  arruines tu compromiso con un Bridgerton - lágrimas salieron de los ojos de Penelope, no soportaba el odio de su madre, ella solo deseaba un poco de comprensión y cariño de su madre .

- ¡¡¿Porqué no me amás , mamá?!! - ese grito resonó en la amplia habitación.

-¿Y Qué has hecho para que te amé? - fue la respuesta de lady Featherington, su expresión se hacía cada vez más dura.

Era una salida fácil, pero le dolía verla así........... llorando por su culpa.

Con los años, la terminaría entendiendo...., es lo que esperaba.

- Lo mejor sera qué subas a prepárarte, tu boda será en unas horas.

Portia se levanto del amplio sillón, y le dio la espalda a su hija, qué todavía lloraba por su rechazo. Muy en el fondo sabía que Penelope había añorado por años un poco de cariño.

-Estoy haciendo lo correcto - susurro para si misma.

Penelope no tuvo más remedio que prepararse para su boda, tenía a toda las criadas encima de ella, para que estuviera perfecta, aunque muy en el fondo escuchaba esa pequeña vocecita, qué le decía que escapara, qué se fuera lejos, qué nadie se molestaría en buscarla, qué desapareciera.

En esos momentos su vida estaba echa un lío, sin saber que pasara con ella y colín, en un futuro.
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La hora de la boda había llegado, los invitados esperaban a la novia sentados en los banquitos de la iglesia. Todos habían asistido nadie quería perderse la boda de la temporada. La viuda Violet Bridgerton no había escatimado en gastos. Esperaba que todo saliera como deseaba, al final su tercer hijo, había encontrado el amor en la pequeña señorita Featherington, la cual ya pertenecía desde  hace muchos años a la familia Bridgerton.

Segundos después Penelope estaba parada en la puerta de la iglesia , del brazo de su madre.

Todos se lebantaron para recibirla. Penélope estaba nerviosa, muchas personas la miraban y ella no sabía cómo catalogar las miradas , así que solo se dedico a  fijar su vista en su prometido, qué en segundos podría llamar " su esposo ".

Al llegar al altar, pensó ilusamente qué su madre le diría algunas palabras, una desilusión por supuesto ver como su madre se daba la vuelta sin emitir ningún sonido.

El vicario hizo una señal a los presentes para empezar , al ver el humor de los novios se decidió por una ceremonia rápida y sencilla, al preguntar a Penelope si aceptaba a su futuro esposo,   tuvo que esforzarse para escuchar el susurro qué salió de los labios de la novia.

- Lo lamento hija, pero no escuché tu respuesta - dijo el vicario y Penélope tragó en seco, realmente quería ser esposa de colin?.

Si, pero y el? qué quería el? Simplemente se casaria con ella por su honor?.

Eso era todo?....

-¡Eh! digo si - hablo  nerviosa.

El vicario asintió para luego dirigirse a colín y hacerle la misma pregunta.

-Si - respondió colin y por un momento se tomó la libertad de observarlo, estaba guapo?.

Si y mucho, pero eso no era un secreto para Penelope . Colin, era conocido  por su  aspecto físico y galante mirada, capaz de cautivar a cualquier señorita de la alta y baja sociedad de Londres.
Pero su rostro qué casi siempre poseia  una expresión despreocupada y de felicidad, básicamente refleja lo tormentoso qué sería para el, seguir  con el matrimonio. No  estaba enojado pero tampoco feliz, su voz sonaba áspera y fría.
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Andaba tan perdida en sus pensamientos, qué solo llego a sentir un tirón, y la  gran mano de colin sujetar su barbilla  con fuerza para plantarle un beso duro pero al mismo tiempo apasionado.

Estaba  totalmente perdida...............








PENELOPE FEATHERINGTON Donde viven las historias. Descúbrelo ahora