Un Inicio Y Tres Rubios

•Playa•

Él siempre detesto la manía esa de morderse las uñas pero ahora no podía evitar pensar en ello. Quería hacerlo, estaba nervioso.
Estaba tan o incluso más nervioso que aquella vez que le contó a su madre que era pandillero. Claro, su progenitora no lo tomó nada bien, le envío un cálido beso con una olla.

¿Qué diría Chifuyu? Bueno, no tenía que preocuparse, ya sabe que es mutuo pero quizá no le gustaria la propuesta o el lugar o las palabras que escoja.

Solo tenía una cosa a favor, la playa estaba sola, no había ni un alma. Eso era bueno, así Matsuno no pensaría que Baji cayó tan bajo como para aplicar la de "presión social".
...

El corazón quería jugarle una mala pasada, quería salir de su pecho y tomar vida propia. Estaba emocionado.

Después del desastre que dejó en su habitación echó rumbo en su moto al punto de encuentro.
...

La luna se posaba hermosa en la costa, el camino de luces era un complemento perfecto, el mantel blanco posado sobre la arena. Era un picnic nocturno, algo no tan llamativo ni elegante pero que de alguna forma le recordaba el amor que sentía por aquel muchacho.

El joven matsuno no tardó mucho en llegar, al estacionar la moto una ráfaga de viento revoloteó sus cabellos, podría jurar que el tiempo se había detenido. Las pequeñas luces sobre la arena le pedían seguirlas, aún hipnotizado camino hasta toparse con una figura de espaldas contemplando del mar.

-¿Baji-san? -Mencionó con un tono de timidez nada característico en él-

Aquella figura volteo su mirada. Y en ese momento nuevamente el tiempo parecía tenerse, ambos notaban como el otro se veía más hermoso que de costumbre.

-Sentemonos -Extendió su brazo con la palma abierta dando a entender que quería que él lo hiciera primero-

-Yakisoba...

-Asi es, fue nuestro pacto de amistad, ahora será nuestro pacto de amor... -Tomó las manos del rubio, lo miró a los ojos y sonrió- Chifuyu, ya conoces mis sentimientos, sin embargo; aún así los volveré a mencionar para que no se te olviden.

Era verdad, Baji ya se lo había dicho aquella vez... Esto era solo una formalidad pero se sentía como si fuera un sueño, como si fuera la primera vez que Baji le hablaba de esa forma.

-Fui muy tonto al no entender a mi corazón desde un principio, pensaba que te quería como a cualquier otro amigo, pero el tiempo fue justo. No te quiero como a Mickey, como a Tora o como al calvo de Draken. Te quiero mucho más, mi corazón te quiere para toda la vida, no solo para un momento.
Somos jóvenes, quizá pienses que este sentimiento será fugaz pero no es así, quiero envejecer a tu lado, quiero contemplar todo lo que vamos a construir tomado de tu mano.
Si no eres tú, entonces no quiero a nadie.
¿Puedo envejecer a tu lado? ¿Puedo pasar mis mejores momentos contigo?

Un color carmín intenso de apoderó de ambas mejillas.

Chifuyu estaba sin habla, quería decir algunas palabras que correspondieran a la declaración pero simplemente no le salían. Sus ojos poco a poco empezaron a cristalizarse, por la emoción seguramente. Soltó sus manos y se abalanzó sobre el pelinegro, lo abrazó con fuerza y entre lágrimas.

-Por supuesto Baji-san, quiero estar contigo toda la vida.

Baji no tardó en corresponder el abrazo.
Después de un tiempo se separaron un poco, con delicadeza el pelinegro tomó el rostro de Chifuyu, juntaron sus labios fundiéndose en un beso dulce que ambos esperaban.
...

Llegada la mañana siguiente Hinata, Takemichi y Emma se reunieron en aquel árbol viejo.
Takemichi se veía muy enrojecido, parecía un tomate que recién habían plantado al lado del árbol para que le hiciera compañía.

-Asi que.. mi hermanito -cruzó sus brazos y sonrió de una forma desafiante a Takemichi-

-Hina, no hagas eso, lo asustas más.

-Perdón por pedir su ayuda.. solo que en serio quisiera confesarme aunque no sea correspondido, no quiero seguir tratándo este sentimiento cada vez que lo veo.

-Tienes razón, probablemente mi hermano te rechace, es muy solitario. Nunca lo ví en pareja, nisiquiera sé si le gusta alguien -puso su dedo índice en su mentón dando a entender su postura pensativa-

El alma de Takemichi se fue a dar un paseo, se veía pálido, como si fuera una momia en descomposición.

-Hina no quizo decir eso, solo que no sabemos y ya. Quizá si le gustes, quién sabe, no te desanimes -sonrió Emma mientras le daba palmaditas en la espalda para, de alguna forma, "resucitarlo"-

-Gracias... De igual forma lo intentaré, no hay nada peor que un "no" -puso una cara de determinación-

-Bueno... Puede decirte "Iugh no gracias, no salgo con gente de tu calaña. Solo mirame, soy demasiado para ti, no puedo creer que te hayas ilusionado por solo saludarte, además me gustan las mujeres, es más, tengo novia"

Y se le volvió a salir el alma. Aquello no parecía ayuda, parecía más un asesinato a su valor y determinación. No sabían lo mucho que le había costado hacer aquella llamada.

-¡HINA! Tu hermano no es tan cruel, si bien es algo serio pero dudo que diría algo así, eso no ayuda en nada a la situación

-Bromeo, bromeo, él no haría eso.. Y si lo hace, lo tendré que golpear para enseñarle modales -sonrió-

-Bueno.. ¿Ya planeaste algo, Takemichi?

-Tuve algunas ideas, me la pasé pensando en ellas toda la noche pero quizá no le gusten a Naoto... Eso me asusta bastante

Vaya que se notaba aquella trasnochada, su semblante era bajo, sus ojeras asustaban y parecía que se durmió ya muy muy tarde tanto que solo durmió 5 minutos y se vistió de forma acelerada, pues sus fachas eran algo más desordenadas que de costumbre.

-Dinos tus ideas, Hina se encargará de ver si a Naoto le gustaría y yo me encargaré de determinar tú forma de vestir y algunos detalles.

-Me parece bien..

Y así el rubio teñido empezó a mencionar cada una de sus ideas a las cuales Hinata con una sonrisa y una voz amable daba comentarios como:

"Imposible, aquello no le gustará"

"No va con él"

"No va a funcionar"

...

Aquella sería una mañana muy larga, en la que probablemente no asistan a clases, ¿Será que Hinata y Emma podrán maquinar alguna idea que sea del agrado de Naoto?
...

Atte:Nitchy