Capítulo 4

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Habíamos sacado de contexto todo. Gaby hizo sus preguntas de detective y poco a poco se iban uniendo las historias resulta que Jared después de salir de casa fue con Silverio le dijo que no podía dormir y que a mí me pasaba lo mismo al regresar su moto le falló, no quiso forzarla, tenía la casa de Diana cerca así que le pidió el favor de permitirle dejarla, después iría a traerla. Diana llamo a Alma porque Jared no respondía.

Así fue como unimos toda la parte de la historia, nos alteramos sin necesidad pero no nos pueden juzgar, por alguna razón andábamos molesto Jared y yo, es normal que discutamos nos digamos cosas pero no llegamos a más. Aunque la mayoría de veces es simplemente por ver quien se molesta primero y está vez no fue así.

—Es hora de irnos. — Silverio es el primero en salir, no dude en seguirlo no quiero estar cerca de Jared. Ya todo está aclarado pero eso no me quita el enojo.

Tenía unas cosas que hacer con Alma pero no tenía ganas solo quería ir a casa a dormir para olvidar todo. Para mí la mejor manera de dejar pasar las cosas es dormir.

—¿Me llevas a casa, Silverio? — Todos me miraron de inmediato, me sentí chiquita al tener sus ojos puestos en mí.

—Pasare dejando a Alma y luego te iré a dejar, me queda más cerca a mí que a Silverio. — ¿Tenía razón? Si ¿Voy aceptar? No

—Puedo pedir un taxi.

—Deja de ser infantil y sube al auto.

No voy a mentir y decir que eso no me tomo por sorpresa pero no voy a caer en esa discusión, me estoy cansando de estar así siempre, nada es diferente con él, no logramos comunicarnos. Ya no son sólo bromas o comentarios ahora siento que de verdad no nos entendemos.

—No se alteren, puedo llevarte no tengo ningún problema. — Silverio puso su mano sobre mi hombro, supongo que ellos también deben de estar cansados de nuestras diferencias.

No dijo nada más, Jared se fue sin despedirse de ninguno. Pero para él yo era la infantil. Alma me abrazó, me susurró un luego hablamos, hará mil preguntas de las que no sabré responder. Se despidió de los demás.

—¿Quieres que vaya contigo a tu casa para que no estés sola?

Mis padres están de viaje y Gaby me conoce muy bien sabe que está situación me dejara pensando por un largo tiempo, pero no quiero que me este escuchando hacerme mil preguntas y no poder responder ninguna.

—Estoy bien, no te preocupes.

Subimos al auto, intentamos cambiar el ambiente así que comenzamos recordar anécdotas vergonzosas que le han sucedido a Silverio. El viaje fue corto pero agradable, nada mejor que burlarte de alguien para sentirte mejor. Mi casa está varias cuadras antes que la de Gaby. Me baje del auto y me despedí de ellos.

—Nos vemos mañana, chicos.

—Adios.

Espere que el auto se perdiera al final de la calle para entrar. Subí los pequeños escalones. Las flores que mamá tiene en la entrada se ven tristes tendré que buscar un poco de agua para regarlas, tiene tantas plantas. No sé como logra cuidarlas. A veces creo que es la única casa que tiene tanta vida natural. Son muchas plantas y árboles que hay en el jardín de frente. Siempre a sido creyente de que las plantas dan una mejor energía para que uno se sienta bien. De pequeña le ayudaba pero cada vez que me hacía cargo de una planta se secaba por eso dejé de hacerlo. Lo único que puedo mantener vivo es un cactus.

Entre a dejar la cartera y a buscar el agua. Busque la silla que mamá usa para estar más cómoda cuando está asistiendo a sus plantas y comencé a hacer lo mismo. Al menos me tiene ocupada.

El sol comenzó a ocultarse, amo los atardeceres. Dejé las cosas a un lado, me dediqué a ver la puesta del sol, no veía muy bien porque hay muchos árboles pero los rayos logran colarse entre las ramas. Y es un gran espectáculo.

Estaba tan sumergida que no me di cuenta que Jared estaba a pocos metros, le di una mirada luego volví mi vista al atardecer. No debería estar aquí, después de todo lo que a pasado.

—¿Estás molesta?

—Si quieres hablar no te quedes ahí.

Las manos las llevaba en los bolsillos del pantalón, se quedó al final del escalón dejándose caer.

—Te llame para preguntarte antes de venir pero no contestaste.

—El celular esta adentro por eso no conteste.

Se pasó las manos por el cabello, esta frustrado puedo notarlo pero no quiero hacer ningún comentario que pueda llevarnos a otra discusión, no sé ni que decir porque siento que cualquier cosa va llegar a ese destino.

—Perdon.

El color de sus ojos resaltaba por un pequeño rayo de sol.

—¿Por qué?

—Por todo, por estar así contigo, es normal que te moleste y que tú hagas lo mismo pero ya no es normal estás discusiones quiero que todo sea normal...

—¿Normal?

—Si.

Un nudo se formo en mi garganta, quiero decirle que no quiero que nada sea normal, pero solo me llevaré a una decepción y si quiere que todo sea normal pues así será.

Asentí.

—Yo... — Había duda en su mirada —. Debo irme.

No era lo que iba a decir, estoy segura de eso. Pero al final somos dos cobardes o puede que yo sea la que piensa cosas que no existen. Se puso de pie, me miró unos momentos y se fue.

Se subió a su moto, me miró antes de encenderla, se despidió con la mano se lo correspondi con una sonrisa.

A los segundos se perdió en las calles, algo que siempre me va dar miedo es la manera en como maneja, no suelta el acelerador. Vivimos en un lugar que no se dan muchos accidentes pero en cualquier momento puede pasar.

Le puede pasar.

Muchos han intentado hacerle ver que no está bien que maneje tan rápido pero es en vano.

Solo vino a decir dos palabras y dejarme con más dudas. Estoy decepcionada, no de él de la manera en que mi corazón se aceleró cuando lo vi ahí de pie.

Ya está oscureciendo la casa está en tinieblas y no es que sea muy valiente.
Encendí todas las luces, ojalá hubiera aceptado la compañía de Gaby, no me gusta estar sola en la noche y mis padres regresan hasta mañana, tendré que dormir sola y no es que me agrade la idea. Para quitarme el miedo voy a prepararme algo de comer, no tengo mucho apetito pero algo debo hacer para distraerme.

El celular sonó, es Alma.

—¡Hola!

—¿Estás sola en casa? — Alma sin perder tiempo como siempre.

—Si.

—Ven a dormir a mi casa.

—Estoy bien, justo iba a prepararme algo de comer.

—¿Que vas a preparar?

—Un sándwich.

Pude visualizar la cara de decepción de mi amiga.

—¿Quieres que vaya para que preparemos algo juntas?

—No, nos vemos mañana. — Tengo que colgar o va terminar convenciendome —. Te quiero.

No espere su respuesta, dejé el celular a un lado, termine el sándwich, tomé un vaso de jugo y me lo lleve a mi habitación.

Buscaré una película para ver hasta quedarme dormida, mañana que me levanté me arrepentiré pero quiero perderme en algo que no sea mi mente. Me puse la pijama, acomode todo para no tener ningún accidente y no hacer un desastre en la cama.

Siempre Serás Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora