Siempre Serás Tú.

Capítulo 9

Me muevo perezosamente en la cama,me doy cuenta de que algo falta, abro los ojos y busco a Jared pero no está, repaso toda la habitación, no hay señal de él. Hay una hoja en la mesa de lado ubicada perfectamente para que la pudiera ver. La tomé de inmediato para leer lo que había en ella.

Gracias por verme regalo un hermoso momento, espero que te vaya bien en el viaje.

Te veré en la graduación.

- J -

Se fue y me dejó una nota de despedida, eso fue todo, aun faltan varios días para que me vaya. La Alarma me saco de mis pensamientos debo prepararme para el colegio, lo veré ahí, buscaré la forma de hablar con él.

Salí de casa muy rápido antes de cruzarme con mis padres, no estamos en la mejor momento. Huyendo no voy a solucionarlo pero no quiero enfrentarme nada en este momento...

Alma.

Mi mente hizo click al recordar que debo pasar por Alma, ahí lograré ver a Jared, aunque no sé que voy a decirle, tal vez le pregunté sobre la nota, a que se debió lo de anoche, la verdad no lo sé.

Me apresure a llegar a casa de los Evans. Toque el timbre, sorprendentemente Alma me recibió y ya está lista. Subí mis cejas en señal de asombro.

—Sabía que ibas a venir temprano. — Su sonrisa le daba alegría a cualquiera —. Quiero pasar más tiempo contigo.

Es lo que sucede cuando un evento altera tu vida es ahí donde comienzas a valorar los pequeños detalles, las oportunidades que tienes. No diré que es mi situación con Alma porque siempre hemos estado unidas pero ahora es diferente sabemos que ya no tendremos más tiempo de disfrutar de la compañía de la otra.

Se apresuró a entrar por sus cosas, me dio tiempo de observar que la moto de Jared no esta. Alma no tardó en volver. Me tomo del brazo para emprender nuestro camino. Ella es la que siempre tiene cosas que contar y a mi encantaba escucharla y ver cada emoción que le pone a cada situación.

Habían pocos estudiantes dispersos por las afueras del colegio.

Alguien me rodeó con sus brazos desde atrás, la voz de Gaby me tomo por sorpresa. Me di la vuelta para verla y devolverle el abrazo. Los ojos me comenzaron amenazar con dejar escapar lágrimas, se que están haciendo esto por mí. Que es su forma de despedirse y duele saber que no puedo hacer nada para evitar irme.

Ambas me abrazaron de nuevo y ninguna logró resistirse a las lágrimas. Es un espectáculo el que estamos montando pero todo nos da igual en estos momentos.

—¡Hey! — La voz de Silverio nos hizo separarnos —. Yo también quiero un abrazo.

Todos sonreímos, dándole espacio a Silverio para que se uniera. Repase sus rostros uno por uno, me transmitían tantas cosas que mi corazón latía más fuerte.

Me duele dejarlos y no porque no puedan vivir sin mí, si no seré yo la que no podrá vivir sin ellos. Será una tortura. Aquí estan para mí y no pude pedir mejores amigos pero falta alguien.

De repente la imagen de Jared vino a mi mente si ellos están aquí el debería estar también.

—¿Se pusieron de acuerdo? — No quería preguntar directamente por él.

—Si, mirá que es muy temprano y mi sueño es sagrado. — No pude evitar sonreír al escuchar a Silverio.

Es temprano pero si se pusieron de acuerdo entonces ¿dónde está Jared?

***

Llego el día. Es sábado es momento de irme pero antes de hacerlo debo despedirme de mis amigos. Les pedí a mis padres que me dieran tiempo aunque no han sido nuestros mejores días accedieron. Así que aquí estoy en la entrada del restaurante que siempre visitábamos. Llevo un par de minutos viendo la entrada y no me he movido se que una vez que salga de ahí ya nada será igual y aún no estoy preparada para algo así.

Me arme de valor y entre. Los vi en la misma mesa. Hablaban entre ellos y reían. Un nudo se formó en mi garganta. No tenia mucho tiempo así que no puedo desperdiciarlo más. Me acerqué a ellos forzando una sonrisa.

Alma fue la primera en abrazarme cuando me acerque. Me ayudó hacer mis maletas y fue de mucha ayuda porque sola no lo hubiera logrado, Gaby también me ayudó pero tenía que encargarse de algunas cosas por eso no estuvo mucho tiempo con nosotras.

Repase el local con esperanza de verlo, que saliera del baño pero no estaba. Mire cada uno de los pares de ojos que estaban de frente.

—No vino. — Apenas logré decirlo. Pero era más una afirmación para mí que para ellos.

—No, le pedí que lo hiciera pero no quiso. — Los tres parecían apenados —. No entiendo su actitud.

Le sonreí aunque no creo que me haya salido muy bien.

Era el último día y no está aquí. No lo había visto desde que estuvo en mi habitación y dejo esa absurda nota. En el colegio me evitaba, no se reunía con nosotros, incluso las pocas veces que estuve en su casa o se iba antes de que llegara o se encerraba en su habitación sin salir hasta que yo no me había ido.

El nudo que sentía en la garganta cada vez era más difícil disimularlo. ¿Le importaba tan poco? ¿Esa nota era su despedida? ¿Por qué no me dejó verlo estos días?

Inhale profundo. Si yo le importo tan poco como para que no esté aquí pues a mí me va importa menos así que voy agradecer por los que están aquí y de verdad muestran que me quieren.

Abrace a cada uno de ellos. Les dije lo mucho que los extrañaría y que los quería. No pude evitar sonreír al ver el puchero de Silverio. Todos tenemos los ojos con lágrimas que en cualquier momento van a recorrernos las mejillas.

Me desearon buen viaje. Me pidieron que no me olvidará de ellos, es imposible que lo haga. Después, de varias despedidas y lágrimas derramadas salí del restaurante, dejando a mis amigos allá dentro junto con mi corazón. Cualquiera podría decir que soy una dramática pero ellos, este lugar, todo, son lo que conozco como mi hogar.

Di un último vistazo al restaurante y a los alrededores queriendo verlo. Pero no está. Eso hace que todo sea más difícil. Dejó escapar todo el aire de mis pulmones. Las lágrimas ya no son sólo porque me voy si no por darme cuenta que nunca fui considera ni una amiga para él.

Tome aire. Me di la vuelta adentrándome en las calles que me llevan a dónde me esperan mis padres. Decepcionada por esperar tanto de alguien.