Capítulo 2

13 5 1
                                    

El reloj marcaba las 2 de la madrugada y yo no podía dormir. Me levanté a buscar un poco de agua pero la jarra esta vacía. Y Alma esta profundamente dormida, habla de algo entre sueños. No quiero despertarla para que me acompañe a la cocina pero tengo mucha sed y no quiero bajar sola. No tengo muchas opciones así que debo hacerlo, tengo la garganta muy seca. Abrí la puerta y vi por el pasillo, no hay mucho iluminación. Eso solo alimenta mi cobardía. Tomé aire y salí de la habitación.

Mire a mi alrededor varias veces pero por la poca iluminación no veía nada, baje las escaleras pegada a la pared como si estuviera escapando de algo y no quisiera que nadie escuchará el mínimo ruido. luego, de analizar lo poco que veía, entré a la cocina. Encendí las luces para darme un poco de valor. Tomé un vaso pero me quedé muy quieta cuando sentí que alguien estaba detrás de mí, no quiero girar me aterra solo la idea de que alguien me este observando. Lo pense mucho pero lo hice. No había nadie, dejé ir todo el aire que había retenido inconscientemente...

—¿Qué haces...?

—AAAAAAAAAAAH.

Dejé caer el vaso haciendo un gran estruendo cuando cayó al piso. quede rodeada de pedazos de vidrio. Jared me veía muy asustado.

—¿Estás bien?

—Me asustaste.

—No te muevas, te puedes hacer daño.

Estaba rodeada de vidrios y para mi suerte, estoy descalza. Jared con cuidado llego hasta donde estaba, quedó muy cerca, era muy notoria la diferencia de altura pero no quería verlo a los ojos tenía la mirada en su pecho.

—Aitana.

—Mmmm... — Tuve que subir la mirada. Me sentí intimidada. Sus ojos eran de color marrón pero no culaquier marrón si no uno muy claro que fácilmente lo diferenciaría de cualquier persona.

Me tomo de la cintura, me subió a la encimera con facilidad no es que fuera pesada pero lo hizo ver muy fácil. El contacto con sus manos me hizo sentir pequeñas corrientes en el cuerpo.

—Quedate quieta, voy a limpiar esto para que no te hagas daño.

Con cuidado se alejó para ir en busca de lo que va a necesitar para limpiar este desastre. Me acomodé mejor a esperar que limpiara.

Volvió con las cosas que va a utilizar, no dijo nada, se dedicó a limpiar en silencio, se aseguró que no hubiera ningún vidrio. Yo seguía en la encimera sin moverme con la mirada puesta en todos lo movimientos de Jared. Tiro todo a la basura. Se apoyo en la pared sin decir nada. Quería irme pero mi cuerpo no respondía. Deje de verlo pero sentía su mirada.

—¿Por qué estás despierta?

—No podía dormir.

—¿Y por qué el grito?

—Estaba con... Miedo. — Espere que se burlara o hiciera algún comentario pero no lo hizo.

Quedamos de nuevo en silencio. Me baje para ir a la habitación pero la voz de Jared me detuvo.

—Aitana. — Me gire para verlo —. ¿Por qué siempre estás a la defensiva conmigo?

Hundí mis cejas porque no sé de que habla. No es que seamos los mejores amigos y pasamos la mayoría del tiempo discutiendo pero no estoy a la defensiva. Al final se puede decir que somos amigos a nuestro modo pero lo somos. Yo si lo consideró así.

—¿A qué te refieres?

—Nada, Tana. — Paso por mi lado, salió de la cocina sin decir nada más.

Me quedé inmóvil procesando lo que dijo pero no lo logró comprender que quiso decir. Es la primera vez en mucho tiempo que tenemos una conversación moderada y lo que hace es irse.

No había tomado agua y sentía esa molestia en la garganta. No sé si por la falta de agua o por Jared. Tomé otro vaso y lo llené. Escuché como la puerta de la entrada fue cerrada con más fuerza de la necesaria, a los pocos segundos una moto que se alejó.

Quisiera saber que pasa por su mente.
Ojalá eso fuera posible así tal vez lográramos entendernos. Podríamos tener una mejor relación y no estar en contra del otro todo el tiempo. Creía que era su forma de molestarme y él pasársela bien viéndome enojada pero ahora no se que pensar o creer.

Regresé a la habitación, ahora será más difícil que pueda dormir y gracias a Jared.

¿A dónde irá? ¿Buscará a sus amigos? ¿Dormirá en la casa de una chica?
Aggg no debe de importarme lo que haga, pero si no me preocupo es como que no sea yo, lo hago mucho cuando se trata de mis amigos o personas cercanas a mí. Me acerqué a la ventana, la calle estaba sola, la luna apenas daba claridad a los árboles. Apoye la cabeza en la ventana con esperanza de ver a Jared regresar.

No me di cuenta que llevaba mucho tiempo en la misma posición hasta que me moví y mi cuerpo dolió, vi a Alma, la calle, a Alma de nuevo la calle es en vano que lo esté esperando no va regresar y no ganaré nada estando aquí ya casi son la 4 de la madrugada. A sido una larga noche sin poder dormir.

Desilusionada volví a la cama pero escuché un ruido me dirigí a la ventana de nuevo con cuidado de que no me vieran. Mis esperanzas volvieron a desaparecer cuando mire el auto de los padres de Alma.

Estoy tentada a enviarle un mensaje pero casi nunca nos escribimos, solo lo hago cuando Alma no me contesta y le pido que le diga que la estoy buscando, que conteste su celular.

Además que le puedo decir, no voy a preguntarle donde está o con quien está o podría preguntarle que significa lo que me dijo, pero son las 4 de la mañana sería raro que lo haga a esta hora sin delatarme. Me frustra tener más preguntas que respuestas. Volví a la cama esta vez decidida a dormir unas horas porque si no voy a parecer un mapache.

Pero claro que no iba ser tan fácil, di muchas vueltas, doy gracias que la cama de Alma sea tan grande. Odió no poder dormir y no dejar de pensar en Jared, en su actitud o con quien esta. Me debería dar igual pero no es así.

Escuché como los señores Evans hablaban en el pasillo, no entendí el tema. Después, entraron a su habitación y de nuevo silencio.

Di tantas vueltas que la cama empezaba a incomodarme, me di por vencida salí de la cama para ir de nuevo a la cocina prepárame un café o un te, ninguno me gusta pero necesito algo o hacer algo para dejar de pensar tanto. No dude en salir como hace unas horas. El miedo ya no estaba había sido reemplazado por tantos pensamientos.

Llegue a la cocina, me decidí por el café pero lo haría con leche. Tome todo lo que necesito para prepararlo pero me detuve cuando escuché como la puerta de la entrada se abría, me quedé muy quieta agudizando el oído; el único que puede ser es Jared pero no escuché su moto. No tuve más tiempo de hacer teorías porque Jared apareció. Su rostro se veía cansado, ya se notaban las ojeras, debo imaginar que tampoco a dormido. Por unos segundos ninguno se atrevió hacer el más mínimo gesto.

—¿Sigues aquí?

—Si, intenté dormir pero no pude. — Sus ojos analizaron todas las cosas que tenía en la encimera.

—Voy a dormir. — Se dio la vuelta y se fue. Abrí la boca para hablarle y que se detuviera pero no salió nada así que la cerré.

Me quedé unos minutos pensando que lo pude ver detenido pero no lo hice, si lo detenía que iba decir así que lo mejor es que se haya ido. Regresé todo a su lugar ya no quería nada simplemente irme a la cama y lograr quedarme dormida, que todo esto ya no esté en mi mente.

Siempre Serás Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora