Capítulo 3

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Alguien me movía pero no con delicadeza con desesperación. Me arrastre en la cama intentado alejarme de quien estuviera cometiendo este delito. Necesito es seguir durmiendo.

—No huyas, despierta.

Quiero abrir mis ojos pero los siento tan pesados que no puedo hacerlo. Me tarde unos segundos en lograr abrirlos y unos segundos más en intentar enfocar a quien está observándome. Mejor los hubiera dejado cerrado. Alma tenía las manos en las cintura y su cara no me transmitía mucho amor. Mire el reloj, marcaba las 11 de la mañana, abrí mucho los ojos, ahora entiendo la cara de mi amiga. Salí corriendo para entrar al baño y darme una ducha.

—Mas te vale darte prisa.

No dormí en toda la noche es normal que me haya quedado dormida y que no quisiera levantarme. Tengo una hora, estaré lista a tiempo, soy rápida cuando es necesario.

Tenemos un almuerzo con nuestros amigos, soy la que siempre se queja de que todos llegan tarde, no puedo permitir que ellos me reclamen a mí, eso no va pasar. Se que aprovecharían al máximo esa oportunidad. No lo voy a permitir.

El agua esta muy helada pero es lo que necesito para poder estar completamente despierta.

Es domingo y quiero estar cómoda. Es un día fresco así que escogí un conjunto gris; camisa, short, los zapatos y el cabello recogido, me ahorro el tiempo que utilizan las demás para maquillarse porque no lo hago.

—Lista.

Alma estaba en su cama cotilleando en mi celular, es una costumbre que tenemos, pero lo hacemos para ver cualquier chisme. Las app privadas las respetamos.

—Vamonos.

—¿Pediremos un taxi?

—No, Jared nos llevará. — La mención de Jared me hizo recordar lo que paso —. Le pedimos el auto prestado a papá.

Excelente no solo almorzaré con el también compartiré el viaje. Si, Jared también pertenece a ese grupo de amigos.

Bajamos a toda prisa las escaleras que no hubiera sido extraño si alguna de las dos hubiera llegado hasta el piso rodando.
Jared estaba con su cara de aburrido, jugando con las llaves. Se le notaban las ojeras pero no le hacían ver mal todo lo contrario, el cabello lo llevaba más alborotado que de costumbre, los rizos casi le llegaban a los ojos.

Llegamos a su posición captando su atención. Sus ojos conectaron con los míos.

—Buenos días, Tana. — Pensé que no me hablaría —. Tan horrible como de costumbre.

—Tan hermosa como siempre. — Si él va actuar normal haré lo mismo. Además, no será la primera vez que actuemos como si algo no paso.

—Vamonos que ya nos están esperando. — Alma me arrastro hasta la parte trasera del auto.

Nos reuniremos con Gaby y Silverio en un pequeño restaurante. Es el mismo de cada reunión, no es que tengamos muchas opciones, las desventajas de vivir en un lugar pequeño.

Jared se dedicó a manejar sin prestar atención a lo que decíamos. Aunque yo tampoco le estoy prestando mucha atención a lo que dice Alma.

Una llamada nos saco de la burbuja en la que habíamos entrado. Mi celular no era, Alma me miraba impaciente como si esperaba que yo respondiera y Jared nos veía por el espejo no muy contento por el sonido.

—Es el mio, no recordaba que le había cambiado el tono. — Así es mi querida amiga, cambia de tono cada día —. ¿Bueno?

La sonrisa se le borró, se quedó callada simplemente escuchando lo que decían al otro lado de la línea, no duro mucho así que no era alguien cercano a ella porque hubiera durado horas esa llamada, también por su expresión; no está muy contenta.

—Jared.

—Mmm... — Ya habíamos entrado en el estacionamiento pero seguíamos en el auto en espera a que Alma hablara.

—¿Estuviste en casa de Diana?

Es la chica con la que estaba saliendo hace unos meses pero se supone que no funcionó y ya no se volvieron a ver o eso creíamos.

—Si.

Esa fue mi señal para bajar del auto no quiero escuchar lo que sigue de la conversación pero ambos me siguieron y salieron del auto al mismo tiempo.

—...debes ir a traerla. — Pocas veces veía a mi amiga molesta con Jared.

—¿A quién? — No pude evitar preguntar, no quiero pasar mi tarde con Diana. No es que sea una mala chica pero sé que no somos compatibles para estar en el mismo círculo de amigos.

—Deje algo en casa de Diana.

Fue lo único que dijo antes de dejarnos solas y adentrarse al restaurante. Entonces la sigue viendo.

Iba a preguntarle a Alma de que se trataba todo eso pero recibí un mensaje de Gaby diciendo que estaba en el estacionamiento, no tardamos mucho en localizarla así que no pude preguntar. Nos acercamos y la abrazamos preguntándole como le había ido estos días. Compartimos como fue nuestro sábado camino a la entrada del restaurante.

Nos adentramos al local haciendo chistes malos que solo nosotras entendíamos pero que nos hacían reír. Silverio ya estaba con Jared. Intentábamos quedar siempre en una mesa que nos dieron la vista de afuera así podíamos ver lo que pasaba tanto adentro como afuera. Alma, Gaby y yo somos compañeras de salón, Silverio y Jared son compañeros. Ellos nos llevan dos años así que este año se gradúan. Es loco pero aún no sabemos como es que terminamos siendo amigos, creo que por Alma y Jared. Al final terminamos siendo un grupo genial.

Pedimos pizza, nuestras reuniones se basan en comer y burlarse de la desgracia de los demás.

—¿Lograste dormir anoche, Aitana? — Los ojos de Silverio estaban casi cerrados. Advirtiendome que si mentía él lo descubriría.

El golpe que Jared le dio en el hombro no fue nada amistoso.

—Auch...

Ya no solo eran los ojos de Silverio, eran mis amigas intentando averiguar que sucede.

—¿Fuiste a decirle a Silverio que no podía dormir o fuiste a casa de Diana a no dejarla dormir? — Le tire la servilleta pero no le di porque la detuvo antes de llegar a su objetivo. Todos quedaron en un silencio incómodo, ni yo entiendo de dónde salió eso.

—No te creas tan importante como para ser tema de conversación y sobre lo otro no es de tu incumbencia.

La tensión que se genero en la mesa es muy notoria para los cinco. Los ojos de Jared no abandonaban los míos. Ambos estamos molestos.

—Llego a mi casa porque no podía dormir, le pregunté sobre ti y me dijo que te pasaba lo mismo. — Esta mintiendo, solo porque siente que hizo algo mal, muy común en Silverio y muy común no poder quedarse callado —. Y sobre Diana es...

—No tienes que darle explicaciones...

—No quiero detalles, me da igual lo que hagas, Jared.

—No parece, Tana.

—Basta. — Gaby sacudió las manos es señal de que ya está muy perdida y ella si necesita detalles.

Me cruce de brazos para que notarán que estoy molesta ¿Por qué estoy molesta? No lo sé pero lo estoy. Se supone que la pasaríamos bien como siempre pero al parecer Jared no está dispuesto a dejarme las cosas fáciles.

Quiero lanzarlo de un puente. Esa forma de que me quiere hacer sentir que no lo entiendo, no está equivocado no lo entiendo pero su manera de querer dejarme mal cada vez que se le de la gana no la soporto, no lo soporto. Lo considero mi amigo pero complica todo y ya no quiero seguir soportando su actitud.

Siempre Serás Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora