—Beomgyu había amanecido encima de su novio con una diminuta y provocativa pijama de satin negra, cosa que alteraba las neuronas de Choi. El pelirrojo no quería irse a su casa está vez pues iba a pasarla aburrido, en cambio Yeon buscaba la manera de divertirlo así fuese el peor momento.
—Bonjour mon amour— Susurró en su oído el más alto de ambos agarrando su cintura con fuerza.
—Jun— Sonrió para luego besar la nariz contraria.
—¿Cómo dormiste? — Preguntó sentándose con el bajo ahora entre sus piernas.
—De maravilla gracias a tí— Sonrió ampliamente recibiendo gustoso un beso en su mejilla.
—Me agrada saber eso— Talló sus ojos. —¿Vamos a hacer el desayuno? — Preguntó conociendo la respuesta.
—Ve y yo te espero— Rogó con ojos de ternero.
—Yeonjun rodó los ojos pues sabía lo perezoso que podría llegar a ser Gyu en tan solo unos momentos y como ya le era costumbre dejó un beso en sus labios y se dispuso a preparar chocolate caliente y por supuesto tostadas con huevo cómo le encantaban a su lindo Ángel de cabello rojo.
—Beom, ¿Puedes ayudarme con los chocolates? — Grito con ambos platos en sus manos.
—Voy enseguida— Salió hacía la cocina para agarrar las tasas.
—Comamos en la habitación— Sugirió el alto.
—Eso iba a sugerir yo— Carcajeo un poco y se dispuso a seguir al alto.
—¿Gyu, no quieres cambiar el menú? — Preguntó metiendo un pedazo de huevo en su boca.
—Me lo has preguntado mil veces Jun— Viró sus ojos.
—Y mil veces has dicho que no— Suspiró.
—Amo comer esto— Arrugó su nariz.
—Y yo amo comerte a tí— Se alzó de hombros recibiendo un golpe del bajo. —Auch— Se quejó.
—Yeonjun! — Gritó.
—Sí tú puedes repetir la comida pues yo también puedo repetirte las veces que quiera— Tomó un sorbo de su bebida.
—Beom solo pudo ladear su boca con disgusto.
—Y cambiando el tema, lindo, ¿A qué hora planeas irte hoy?— Habló con curiosidad — Quiero llevarte en la moto.
—Beomgyu abrió sus ojos cómo platos, no quería irse.
—Jun— Llamó bajito.
—¿Qué sucede? — Se acercó.
—No quiero ir a la casa hoy, están construyendo un edificio y hay mucho ruido. Quiero descansar y solo puedo hacerlo aquí, así qué últimamente estoy cansado— Puchereó causándole ternura al alto de negros cabellos.
—Entonces quédate— Metió el último bocado de comida qué quedaba terminándose así su desayuno.
—¿Y la ropa? — Mordió su uña ansioso.
—Mi clóset es tuyo— Besó su frente.
—Gracias Jun— Saltó con emoción.
—A mi me gusta tenerte a mi lado— Guiñó un ojo.
—Te amo— Se abrazó al alto.
—También te amo— Le sentó en su regazo.
—Al parecer se quedarían viendo series con alguna qué otra botana, siempre lo hacía para complacer a Gyu porqué se merecía el cielo y todas sus estrellas.