—Varios chicos sacaban las cosas del bajo hacía un camión, y en eso el pelirrojo entró para empacar su portatil y pequeñas cositas que no se podían transportar en el vehículo.
—Buenos días— Saludó una señora mayor a Yeon con una gran sonrisa.
—Buenos días— Hizo una reverencia en respeto.
—No sabía que Beom se iba— Se asombró al ver el lugar casí vacío.
—Sí, lamentablemnete el lugar le trajo problemas— Aplanó sus labios.
—¿Enserio?— Preguntó asombrada. —Nunca he tenido problemas aquí— Habló con sorpresa.
—Sí, por lo del edificio, las ratas, la electricidad y eso— Rascó su cuello.
—Qué yo sepa,aquí nunca han habido ratas querido y la electricidad se fué pero volvió enseguida— Pensó por un momento.
—¿Y el edificio qué construían?, ¿La música?— Preguntó con asombró.
—No querido, nada de eso— Alzó sus cejas.
—Está bien— Suspiró.
—¿Eres su novio?— Sonrió con felicidad.
—Afortunadamente— Observó a su chico desde lejos.
—Cuídalo, enserio se ve que le gusta estar contigo porqué siempre que sale parece tener ese brillo especial en sus ojos— Palmeó su hombro.
—Lo haré, muchisímas gracias— Hizo una reverencia.
—La señora entró a su apartamento y luego cerró su puerta.
—Estoy listo Junnie— Abrazó su bolso.
—¿Vamos?— Le extendió su mano y está fue agarrada inmediatamente.
—Ambos se dirigieron a la casa del alto pues ahora con la mudanza completa solo les quedaba ir a descansar. Aunque Yeonjun hablaría con Gyu.
—Cariño— Llamó tomando asiento en el sofá.
—Beomgyu se acercó, luego sentandosé en sus piernas quedó frente a él.
—Tenemos que hablar— Le miró serio.
—¿Qué sucede?— Agarró sus propias maos con nerviosismo.
—¿Porqué me has estado mintiendo?— Acarició su muslo.
—Jun, yo no te he mentido— Puchereó.
—Gyu, ya sé qué tu departamento no tenía problemas— Aplanó sus labios.
—¿Quién te dijo eso?— Abrió sus ojos cómo platos.
—Amor eso no importa— Señaló.
—Solo quería estar contigo— Mordió su labio ansioso.
—Si me hubieses dicho eso desde el principio en vez de mentirme, te hubieses mudado conmigo desde el primer momento— Palmeó su muslo.
—Lo siento es que pensé que te hartarías de qué viniera todos los
— Bajó su mirada.
—No es posible, ni aunque pelée contigo— Aclaró
—Te debo una disculpa— Sus ojitos se cerraron con pena.
—No te pongas así, es claro que te perdono— Alzó su mentón.
—Te amo mucho— Abrazó al alto.
—También yo— Sonrió gustoso.
—Beomgyu besó los labios contrarios y el alto correspondió porqué después de todo amaba a su lindo mentiroso.
