—Beomgyu contaba las manchas raras que tenía el techo de su habitación por enésima vez en el día, deseaba no estar tan aburrido pero verdaderamente ya había visto todo lo qué se había subido a Netflix durante la semana y no tenía nada qué hacer para matar su pereza y cómo si fuese una petición divina su teléfono sonó des acomodandolo de su cama.— "Amor, ¿Cómo estás?"— Preguntó del otro lado de la línea el alto.
—" Junnie!, estoy muy aburrido"— Puchereo sentándose cómodamente.
—"¿Y en esas olvidaste que tenías novio? "— Carcajeó al finalizar.
—"Perdón"— Sé disculpó con las mejillas ahora ruborizadas. — " Te preocupaste mucho?" — Se levantó para hablar mejor.
—"Sí, pero no te disculpes bonito"—Sonrió para el mismo.
—"Jun"— Llamó y luego se detuvo a pensar un poco. — "Puedes"—
—"Sí cariño"— Esperó la habla contraria.
—"¿Puedes venir por mí?"— Cerró sus ojos esperando una respuesta negativa.
—"Claro, ¿Pasa algo?"— Musitó con angustia.
—" Sólo que hay ratas aquí y fumigaran " — Mordió su labio por la falacia que acababa de decir.
—"Voy de inmediato"— Se sorprendió por lo dicho del bajo —"Te amo, allá nos vemos" — Dejó un beso y colgó.
—Cómo te amo choi— Se acostó de repente y pataleo un poco.
—En menos de media hora escucho el motor de la moto de su novio abajo, así que solo salió con una mochila pequeña para ir con él.
—Dulzura— Lo recibió gustoso.
—Junnie!— Se lanzó hacía el para luego depositar besos por todo su rostro.
—Sube, hice lasaña— Ordenó.
—Gracias Jun— Se abrazó a él fuertemente y en pocos segundos arrancaron.
—Yeonjun malcriaba a Beom pero vamos que se podía esperar sí él era la luz de sus ojos.