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I only see you
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Ya era tarde y la pelirroja ya habia llegado. Estabamos en mi cuarto fumando los cigarros que habia robado, mientras mis hermanos estaban abajo viendo la television.

Beverly me contó lo que pasó después de ir a la farmacia: su padre queria hacer lo mislo de siempre. Por suerte está vez no la tocó, sólo le olfateo su cabello.

- Es una mierda, Bev. - dije, sacando el humo del cigarro por mi boca. - Tú padre es una mierda.

- Ya lo sé, pero - pausó - no puedo hacer nada. - llevó su cigarro a su boca y le dió una calada. -. Ya no lo soportó, Hall.

- Escúcha, si te vuelve o quiere hacer daño, le pataré justo en el pene. - solté y ella rió un poco.

Dejó de reír poco después.

- No quiero volver a casa.

- Bueno, sabes que puedes quédarte aquí cuanto quieras. - solucione - A mi madre no le importará.

- Te lo agradezco. - meneó su cabeza hacia los lados y habló. - Ya no quiero seguir hablando de eso por ahora, cuentame algo.

Pensé.

- Oh, si. Los perdedores me invitaron a la cantera mañana. - conté con una gran sonrisa. - Debería ir.

- ¿Irás? - asentí con obviedad - ¡Tozier! ¡Me huele a amor!

Canturreo.

- ¡Beverly!, eso no es así. - tape su boca entre risas - Acompañame, ¿sí? No quiero ir sola.

- Bien.

- Algo me dice que irás solo por Denbrough. - sonreí con maldad. Ella me intentó callar. - ¡Beverly y Bill!

Está vez ella fue quien me tapo la boca y empezanls a reír.

- Basta. ¿Estamos a mano? - dije, parando de reír.

- Okey. - sonreimos - Por cierto, ¿me podrías ayudar con mi cabello? A mi padre le gusta mi cabello largo.

Eso decía todo.

- Claro, Beverly. Pero ¿te digo algo? - asintió con intriga - Estoy segura que aún así te verás linda.

Ella sonrió.

***

- ¿Quién salta? - cuestionó Bill desde la punta de la cantera. Bev y yo apenas habiamos llegado.

- Yo primero. - soltó Beverly, dejando su bicicleta aún lado. Ella se quitó el vestido blanco y se dirigió a la punta - Maricas.

Beverly saltó, dejando boquíabiertos a todos los perdedores.

- Rayos, fue increible. - admitió el más bajo de todos con impresión.

- No puedo creerlo. Nos avergonzo una niña. - soltó el de lente. Probablemente otra niña más los avergonzaria: yo.

𝗦𝗢 𝗠𝗜𝗡𝗘 || 𝚁𝚒𝚌𝚑𝚒𝚎 𝚃𝚘𝚣𝚒𝚎𝚛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora