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He's the only one I need now
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Pedaleabamos hasta por fin llegar a la dichosa casa de Ben. Este último fue él primero en entrar a su casa, dejandonos a todos hasta el final. Al entrar, lo primero que vi fueron imagenes e informes historicos de Derry.

Era impresionante que alguien tuviera todo esto en su habitacion. Me sorprendio un poco. Normalmente no es lo que un chico adolescente tiene como decoración en su habitacion, era nuevo.

- ¡Guag! - exclamó Eddie seguido del chico de gafas.

- Es cool, ¿no? - fui directo hacia los carteles de niños perdidos y los observe: eran miles niños que habían desaparecido.

- No. - contesto Richie. - No, nada cool. No hay nada cool aquí.

Reí en voz baja por su comentario.

- ¿Qué es esto? - cuestionó el de rizos, apuntando el acta constitutiva de Derry, alguna vez lo había visto.

- Oh, ¿eso? - Stan asintio. - El acta constitutiva de Derry.

- Alerta nerd.

- No, de hecho - buscó una palabra para terminar la frase -, es interesante. Derry era un campo de trampas para castores.

- Y de zorras, ¿no muchachos? - Richie levanto la mano para chocar cinco con uno de los perdedores pero lo ingnoraron.

Como no queria que se sintiera mal, fui la única que choco cinco con él. Sentí su suave y fría mano impactar con la mía y sentí un escalofrío y como se me hacia un revoltijo en mi estómago.

- 91 personas firmaron el acta que fundó Derry - hizó una pequeña pausa entre las palabras. -, pero ese invierno desaparecieron sin dejar rastro.

- ¿Hablas de todo el campo? - cuestioné frunciendo levemente el ceño.

- Habían rumores de indios - pauso.-, pero no hay señales de un ataque. Todos creían que era una plaga o algo así, pero un día todo el mundo despertó y se fue. La única huella fue un rastro de ropa ensangrentada al covertizo del pozo.

- Derry podría entrar a "misterios sin resolver". - dijo el de gafas en broma.

- No exageres. Esto es - pauso - interesante.

- Sí, muy interesante. - dije con sarcasmo, bromeando con ellos. El de lentes sonrió al escucharme.

- ¿D-d-dónde estaba el covertizo del pozo? - cuestionó Bill con su tipico tartamudeo.

- No sé, en algún lugar de Derry. - contó con sinceridad. - ¿Por qué?

- Por nada.

***

Tomé mi bicicleta para ya irme, era algo tarde y tenía que estár en casa para la cena.

- ¡Espera! - me interrumpió una voz varonil y me giré. Era Richie.

- ¿Richie?

- Podemos ir juntos. - se notaba nervioso, cosa que nunca creí ver de él. - Vivimos algo cerca, te puedo acompañar.

- Claro. Me encantaría estár con el chico más sexy: Richie Tozier. - bromee, sacandole una risita.

- Todas quisieran estár con Richie Tozier. - montó su bicicleta y empezamos a andar. - Hasta lo quisieran en la cama.

Reí.

- Puaj.

- ¿Qué? ¿Quién no quisiera pasar una noche con Richie Tozier? - cuestionó, sonriendo. Yo no conteste, no sabía la respuesta a su pregunta.

Seguimos andando en bicicleta, el atardecer resplandecida, prontó seria la hora de la cena, así que había que darnos prisa. Pasaron unos minutos y ya estabamos enfrente de la casa de Richie.

- Nos vemos mañana, Hall. - se despidió el chico de gafas y yo hice lo mismo más un beso en la mejilla. Él se quedó impresionado, al parecer no se lo esperaba; él estaba rojo.

Me fui sin decir más nada hacia mi casa, ya queria llegar estaba completamente cansada de estár en la cantera y de pedalear tanto.

Al llegar a mi casa todo estaba tatalmente apagado: ni una luz estaba encendida, asi que supuse que mamá no estaba en casa. Me dirigi hacia la cocina, pero antes de entrar retrocedí al ver una sombra pasar por el pasillo.

No vi a nadie, asi que no le dí importancia y seguí con mi camino hacia la cocina para tomar agua. Al pasar por el comedor me llegó un olor muy extraño, asi que fui a encender las luces y vi montones de moscas al rededor de la comida que ya no servia.

- Pero ¿qué? - miré con asco la comida llena de moscas. ¿Acaso mi madre había dejado la comida afuera? No entendía nada, ni siquiera esa comida era de ayer ni de hoy.

Fui por mi vaso de agua mientras todo mi cuerpo temblaba y sentia un escolofrio recorrer por mi cuello, como si alguien respirarán en él. Tomé el vaso de agua y me fui a mi habitacion, antes de entrar en el, vi la luz encendida del cuarto de mi mamá asi que fui hacia él.

Me lleve una gran sorpesa al verla a ella cosiendo un vestido color rojo parecido a la sangre. La llame, pero ella no se giró, asi que me acerque a ella. Ella tarareaba algo, su cabello estaba despeinado y maltratado, sus uñas estaban muy largas con un esmalte rojo puró, su espalda estaba muy enjorovada y sus manos estaban más largas de lo normal, lo que la hacia ver siniestra.

- ¿Mamá? ¿Qué estás haciendo? - cuestioné acercandome con temor hacia ella. Al verla en ese estado me daba una mala sensacion.

- Aflojaré este vestido para tí. Por tu problema de exceso de masa. - su voz se escuchaba diferente, tensa y hacia pausas siniestras -. Tú problema alimentició no impedirá que te veas absolutamente hermosa para ser toda una modelo.

Su voz había cambiado, se escuchaba más gruesa y noté como un globo entraba a la habitacion desde la ventana abierta que reflejaba la luz de la luna en el cuarto parpadeante. Al girarse la vi con su rostro desfigurado y desgarrado, sin quitar una sonrisa terrorifica de su rostro. Poco a poco se estaba transformando en un malefico payaso mientras al transformar su cuerpo sus huesos se esuchaban pareciendo que se los habia roto, dando un sonido poco amistoso.

Noté que en mi vaso ya no había más agua, sino sangre espeza y con un rojo puró, haciendo que tirará mi vaso al ver la sangre más el horrible payaso, provocando que el vaso se rompiera. Salí corriendo hacia mi habitacion mientras esa cosa me perseguia. Cerre la puerta y él trataba de abrirla con mucha desesperación, las luces prendian y apagaban por toda la casa.

- ¡Largate! ¡Largate! - grite algunas veces tratando que se fuera. Yo ya estaba llorando por tanto miedo que tenía.

- Pronto flotarás. Pronto conocerás y sentirás tú verdadero miedo, Hall. - poco después las luces dejaron de parpadear y el payaso al parecer se había ido.

Me ahogue en llanto, no sabia qué había pasado no podía procesarlo, era mucho como para hacerlo. Tenía muchas preguntas que no comprendía.

- Hailee, dice mamá que es hora de cenar. Es comida china. - entró mi hermana sin tocar y rapidamente me limpie las lagrimas -. ¿Estás bien?

- Sí. Estoy bien. - mentí tratando de sonreírle con normalidad -. Ya voy, solo me iré a lavar la cara.

Ella se fue ni muy convencida de mi cuarto. Me fui al baño y me miré en él, mis ojos estaban un poco hinchados y estaba un poco palida. Empape mi cara en el agua fría y la frote.

Al terminar de lavarmela, me miré al espejo una vez más. Al menos ya no tenía tan demacrada mi cara. Qué inperfecta soy.

𝗦𝗢 𝗠𝗜𝗡𝗘 || 𝚁𝚒𝚌𝚑𝚒𝚎 𝚃𝚘𝚣𝚒𝚎𝚛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora