Una Pequeña Belleza [¡¡Solarballs!!]

Capitulo 20

Urano le daba embestidas a Tierra haciéndolo más rápido, los gemidos del planeta azul se mezclaban con súplicas y los suspiro de Urano.

Urano sintió su polla haciéndose más blanda y entendió, ya está bien incluso tenía la conciencia alta para parar de una mientras qué Tierra aún quería un poco más pero cómo su cordura aún no era cómo de urano, su cuerpo le pedía más.

- T-tierra... - Habló el más mayor.

- ¿U-uh~?..

Tierra aún sentía su cuerpo caliente, pero después de unos segundos el abrió sus ojos cómo plato pues, se dió cuenta de qué quería algo qué el realmente no le gusta. Tan sólo volver a pensar en eso, lo ponía avergonzado.

- y-yo..

- Está bien, Tierra... No importa.

Tan sólo escuchar esas palabras, Tierra sin razón se sentía bien, era agradable esas palabras aunque nadie le había dicho eso más qué su Luna pero esté casi nunca lo dice sólo dos veces.

Urano por otro lado, el estaba relajándose, era nuevo lo qué hacía jamás había hecho algo así pero honestamente y secretamente había dibujado algo así pero de otros planetas imaginados.

Tierra lentamente subió su cabeza para mirar a Urano, tan sólo ver su mirada cansada de siempre; Urano se excitaba. Claro, no podía ya no más.

- ¡¿Dónde está?!, y si ¡¿Le pasó algo horrible?! - Preguntaba desesperado Luna, su mirada era todo un caos igual a su mente.

- Luna, entendemos qué estás desesperado por buscar a Tierra pero, hay qué ser pacientes talvez el fue con Júpiter o Saturno, no hay qué preocuparse además, ¿No confías en el? Pareces un hermano sobreprotector con eso, Luna. - dirigió firmente aunque tambien estaba preocupado por Tierra en el fondo.

- Son unos idiotas, ¿Saben? Tambien le podemos preguntar al S-..

- ¡¿BROMEAS?! ¡EL SOL ME MATARA! ¿¡QUÉ SINTIRIAS SI LE DIRIAS AL SOL QUÉ SU PLANETA FAVORITO DESAPARECIERA!? ¡¿DIME QUÉ CREES QUÉ TE HARIA Y A TODOS?! - Habló ahora más agitado Luna, se notaba qué estaba demasiado desesperado ni siquiera quería saber qué haría el sol si hiciera eso.

Ambos planetas rocosos se miraron entre si intercambiando miradas, jamás habían visto a Luna demasiado desesperado incluso les dió pena con eso.

Antes de qué Marte hablara una risa algo extraña empezó a sonar entre los asteroides, eso sacó de onda a los planetas y la Luna. Después de unos segundos algo demasiado grande empezó a salir con una sonrisa muy amplia y aterradora sobre todo, tan sólo verlo Luna se sentía algo aterrado aunque no lo mostraba.

- eh.. Disculpa, ¿Quién es usted? - preguntó amablemente Marte.

- Oh bueno, Soy Remina, La verdad no soy de aquí pero bueno. Oye, Lunita, ¿Quieres acompañarme a algún lado? - Respondió y Pregunto aún sonríendole a ambos plantas rocosos y Luna, claramente Remina sabía qué podía negar por eso tenía plan B.