XVII

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San tecleaba en un excel el cálculo del IVA de uno de los clientes del negocio, concentrado en hacerlo correctamente para poder terminarlo lo más pronto posible. Su vista fija en la pantalla y en las operaciones prestando atención a todos los detalles necesarios cuando de pronto una celda marcó algo totalmente diferente a lo que él tenía ya escrito con anterioridad, haciéndole chasquear la lengua.

[ H ]

[ HL ]

[ HL0 ]

Bajó la mirada hacia su teclado pensando en que se había vuelto loco solo para encontrar una mano traviesa que presionaba teclas al azar con su dedito índice. Claramente era WooYoung, quien se había sentado a su lado hacía ya rato y ahora parecía estar demasiado entretenido presionando teclas.

—Oye, no hagas eso. —Le pidió, tomando su mano para alejarla y suspirando cuando la otra comenzó a hacer lo mismo. —WooYoung hablo en serio, no puedes hacer eso. —Dijo esta vez tomando ambas de sus manitos.

—Me aburro… —Puchereó el pelinegro viéndolo con ojos lastimeros.

—Pero no puedes estar tocando esto, es importante.

—Tú me dices siempre que yo soy importante también. —Le respondió, moviendo sus deditos en el aire como si pudiera así seguir tecleando cuando San seguía sosteniendo sus manos lejos.

HongJoong y JongHo rieron despacito.

—Sí mi vida, claro que eres importante también. —Comenzó a explicar con paciencia y cariño mientras una de sus manos la llevaba hacia la nuca de WooYoung para acariciar su cabello. —Pero esto es trabajo, ¿Sí? Mi jefe se va a enojar mucho conmigo si algo sale mal… Tú no quieres que mi jefe me regañe ¿Verdad? —WooYoung hizo un puchero y negó, viendo cómo San llevaba sus manos hacia sus labios para dejar pequeños besos en ellas.

—Pero me abuuuuurrooooo. —Volvió a quejarse, esta vez recargándose sobre el cuerpo de San, casi como si pudiera derretirse del aburrimiento.

San suspiró y buscó algo que tal vez pudiera gustarle al cambiaformas.

Una pequeña laptop algo vieja le quedó como anillo al dedo pues después de descubrir que todavía seguía funcionando, abrió una hoja de excel en ella y se la dió a WooYoung para que él pudiera teclear todo lo que quisiera.

—Hagamos esto… —Dijo San poniendo la laptop frente al más pequeño. —¿Te acuerdas del abecedario? —El pelinegro asintió varias veces. —Bueno, como puedes ver, aquí las letras están revueltas… Buscalas en el orden correcto y teclealas ¿De acuerdo?

—Oki doki. —Despondió WooYoung animado, comenzado con su muy importante tarea.

San realmente no sabía de dónde había aprendido esa palabra.


🐈‍⬛


Llegar a casa fue un alivio.

San abrió la puerta para entrar y la cerró detrás de él, quitándose los zapatos y caminando en dirección a la habitación de WooYoung, mismo que yacía en sus brazos porque estaba demasiado cansado para caminar.

El castaño estaba un poco preocupado. Una hora antes de su salida WooYoung comenzó a verse demasiado agotado, con sus párpados pesados y apenas y podía mantenerse despierto, había dejado de hablar con todos y parecía como si hubiera encerrado en una burbuja, su rostro incluso perdió bastante brillo.

Una vez que llegó a la cama del pelinegro lo recostó, comenzando a despojarlo de su ropa con extremo cuidado a excepción de la interior lo cual fue bastante sencillo ya que WooYoung estaba medio dormido y no ponía ningún tipo de resistencia. Fue hacia el guardarropa del menor y comenzó a buscar una pijama limpia que pudiera protegerlo del frío y cuando la tuvo en sus manos volvió a la cama, sonriendo un poco cuando vio que el sueño le había ganado.

Ya cuando estuvo con su pijama puesta le arropó con mucho amor y dejó besos en sus mejillas antes de salir de la habitación, dirigiéndose a la cocina para preparar la cena, y en lo que lo hacía, tomó su teléfono para poder hacer una llamada.

—¿Aló? —Escuchó la voz suave de su hyung por el teléfono.

—YeoSangie hola… —Saludó, siendo cuestionado de inmediato sobre su salud ya que su voz se escuchaba bastante apagada. —Todo bien conmigo, en serio… Es WooYoung…

—¿Qué..? ¿Qué pasa?

—Es que… Está muy triste y decaído. —Comenzó por decir mientras ponía agua al fuego para ramen. —Ya ves que les dije en la mañana que lo llevé al trabajo… Y estaba muy bien, se veía algo tímido al principio pero se acopló rápido, se llevó muy bien con HongJoong y creo que se enamoró de JongHo… —Puchereó cuando dijo lo último de mala gana. —Bueno el punto es que estaba bastante bien, pero de pronto ya casi para venir a casa se veía muy desanimado, muy cansado y triste… No sé si se enfermó o si algo le hizo sentir mal pero yo…

—San, San espera, tranquilo. —Le detuvo el mayor al otro lado del teléfono, haciendo que pusiera otro puchero. —¿Parece tener fiebre?

—No, de hecho lo arropé para que no tuviera frío.

—¿Te dijo de algún dolor de cabeza? ¿De pecho tal vez?

—Tampoco…

—¿Mareos?

—No hyung, solo lo tuve que cargar para entrar a casa porque estaba muy cansado para caminar. Ahora está durmiendo.

—Entonces es solo eso. —Respondió sin más, alzándose de hombros aunque San no pudiera verle. —Mira, es la primera vez en la vida de WooYoung que sale de casa y que conoce algo más que cuatro paredes. Es la primera vez que convive con más de una persona a la vez y que hace ese esfuerzo emocional por convivir y por toda una jornada laboral… Claramente va a estar totalmente drenado de energía al final del día.

—Pero es que…

—San, WooYoung está bien, de verdad. Te prometo que mañana va a despertarse con mucha energía. Dale tiempo para que se acostumbre a ver más caras, a conocer más personas, te lo dije aquel día… Paso a paso, okay? —El castaño gruñó un poco, no estaba tan convencido de que así fueran las cosas pero si lo pensaba por otra parte, YeoSang era bastante inteligente y nunca le había dicho algo incorrecto, por lo que decidió confiar en él aunque estuviera aún preocupado. —De hecho… Dale dos semanas para que conozca el sol y después vas a quejarte de que ya no puedes con un gato tan hiperactivo, de mi te vas a acordar. —Ambos rieron un poco.

—Okay…

—Mira, si mañana WooYoung sigue con fatiga pídele a YunHo que vaya a revisarlo ¿Sí? Pero por el precio de un smoothie te prometo que tu niño está bien.

—De acuerdo… —Dijo ya resignado. —Un smoothie será. —Después de agradecerle por su ayuda y despedirse vagamente ambos colgaron el teléfono.

San nunca había esperado con tantas ansias de perder una “apuesta” con YeoSang.

Ya cuando la cena estuvo lista sirvió dos platos, dejándolos en la mesa para ir por WooYoung a su habitación, aunque no sabía si debería despertarlo o dejarlo dormir lo que restaba del día.

Entró a la habitación del cambiaformas con sigilo y se acercó a la cama, tomando asiento en la misma y viendo como WooYoung dormía muy profundamente con su boca abierta, incluso un hilo de saliva salía de la misma.

El castaño sonrió un poco y con cuidado de no despertarle se recargó sobre el pecho del contrario, abrazándolo con firmeza.

—No te enfermes WooYoungie… —Susurró, abultando sus labios en un pequeño puchero. —Me voy a poner muy triste si te pasa algo…

Su respuesta fueron pequeños ronquiditos.























–nugget♪

gato ariscoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora