El tiempo siguió pasando más rápido que lento, WooYoung comenzaba a ganar más confianza en sí mismo y le gustaba mucho salir. Más de una vez San encontró al pelinegro conversando con las personas que también iban a la plaza por las noches, lo veía interesado en las historias de las vidas ajenas y él compartía lo feliz que era con San, sonreía y saludaba a los extraños y cada vez tenía que decirle alguien “buenas noches” al pasar a su lado porque, según palabras de WooYoung, “tenemos que ser amables con todo el mundo”.
A veces WooYoung se quedaba en casa cuando no tenía ganas de despertarse para ir a la oficina. Dormía hasta más tarde, desayunaba, veía en la tele a esos chicos guapos bailar y cantar y por supuesto que le encantaba bailar las coreografías de los grupos de chicas, era divertido, algunas eran muy fáciles y otras un poco más complicadas pero aún así se esforzaba. Las chicas eran tan bonitas en la tele, tan perfectas. WooYoung había descubierto el significado de admiración.
En esos días que el cambiaformas no acompañaba a San a la oficina se encargaba de recibir al mismo con un abrazo grande grande y un “me extrañaste muchísimo Sannie” para después darle besos en sus mejillas, haciendo reír al castaño.
Sí, al parecer WooYoung no iba a entender pronto la diferencia entre “me extrañaste” y “te extrañé”. Pero estaba bien porque de todas maneras no había mentira en sus palabras.
Justo ese viernes por la tarde San llegó a casa un poco agotado pero nada fuera de lo común. La sala estaba vacía y la televisión encendida por lo que supuso que el cambiaformas estaría en su habitación, confirmando su teoría cuando se dirigió al lugar y encontró la puerta abierta, dándole la oportunidad de ver a un pequeño WooYoung vistiendo su ropa interior y colocándose una playera.
Su playera.
—¿WooYoungie? —Le llamó desde la puerta, haciendo que el pelinegro se asustara un poco y volteara a verle.
—¡Sannie! —Saludó con una sonrisa, yendo hacia él para abrazarlo y apretujarlo. —Volviste.
—Como todos los días, mi vida. —Sonrió, envolviendo con sus brazos el cuerpo más pequeño y dejando besitos en su mejilla. —¿Te aburriste mucho hoy?
—¡Nop! Me aprendí una coreografía nueva. —Le respondió.
WooYoung se veía muy lindo con esa playera, aún cuando le quedaba muy grande.
—YunHo nos invitó a su casa hoy, así que habrá que cambiarse. —Avisó el mayor, quien después de soltar el cuerpo ajeno caminó hacia el closet de la habitación en busca de las prendas adecuadas para salir. —Mingi está muy emocionado por conocerte. —Le pareció extraño a San como aún teniendo suficientes pijamas en su closet, WooYoung hubiera optado por ponerse una camiseta suya. Nuevamente, algo había con su ropa y su olor que hacía que WooYoung quisiera acurrucarse en ella, como el cesto de ropa, su cama y hasta su pecho. Más de una vez (mejor dicho, constantemente) había sentido como WooYoung restregaba su mejilla en su pecho cuando lo abrazaba.
»Cosas de gatos…« Quiso pensar.
—Mira, esto es perfecto. —Mencionó, volteando hacia la cama y encontrando al pelinegro sentado en la misma, listo para ser vestido. Se acercó a él y tomó la camiseta que le pertenecía para quitársela de encima, viéndole pucherear y tratar de alcanzarla antes de que San la aventara lejos.
—Me la acabo de poner… —Se quejó triste.
—Sí, pero no puedes ir con eso puesto… Además… —Dijo mientras le colocaba la nueva playera, una limpia y de su talla. —Esa está sucia. ¿De dónde la sacaste?
—De abajo…
“Abajo” significaba la lavandería.
—Bueno, no estés tomando las cosas de ahí, están sucias ¿De acuerdo?
—Huele bonito… —San rió levemente y besó su frente, tomando ahora los pantalones.
—Te daré de mi perfume si quieres.
WooYoung arrugó un poco su nariz. No le importaba el perfume en realidad.
—¡No quiero! —Se quejó cuando San estaba a punto de colocarle el pantalón. —Ese no me gusta. —Utilizó sus pies para empujar levemente al castaño lejos, manteniéndolos estirados para que no pudiera acercarse.
—WooYoung no te puedes ir en calzones. —Dijo tomándolo de sus tobillos para que le diera oportunidad de vestirlo correctamente.
—Ah que sí…
—Ah que no. —WooYoung hizo un puchero inconforme.
Algo pasó en ese momento.
Algo sintió cuando San llevó sus dedos hacia la planta de sus pies para moverlos sin hacer mucha presión. WooYoung soltó un gritito agudo y se hizo bolita. San se carcajeó y volvió a acercarse a él para vestirlo ahora sí, pero eso no detuvo a WooYoung.
—¡Sannie no! —Se quejó nuevamente, alejándolo una vez más con sus piernas. Pero San repitió lo que acababa de hacer sobre sus pies, haciéndole gritar otra vez.
Haciéndole reír.
—¡Sannie!
Y mientras el mencionado se reía, siguió haciéndole cosquillas a WooYoung, provocando que se removiera en su lugar y se carcajeara hasta caer recostado en la cama, dándole oportunidad al castaño de hacerle cosquillas en su pancita y cerca de sus axilas.
—Cuchi cuchi… —San exclamó en voz aguda mientras reía bajito. WooYoung se carcajeaba y de vez en cuando gritaba, tratando de removerse en la cama para escapar, llegando al punto de sentir lágrimas en sus ojos de tanto reír. San se dió cuenta ese día que la risa de WooYoung era escandalosa y se contagiaba muy fácilmente.
—Ya, suficiente. —Dijo el mayor, dejando al cambiaformas en paz y dándole tiempo de recuperarse, viéndole jadear por aire con una sonrisa enorme, aún riendo un poco. Quería atesorar esa sonrisa para toda la vida. —Ven, vámonos antes de que se haga tarde. —Tomó la mano del más pequeño y le ayudó a ponerse de pie, colocándole sus zapatos mientras el contrario tosía por haber reído tanto.
Una vez listos ambos salieron bien abrigados de casa y subieron al auto, WooYoung parloteando de lo mucho que le gustó una canción que escuchó en la televisión esa tarde pero se olvidó del nombre y San solo escuchando con una sonrisa victoriosa.
Al parecer el cambiaformas ni siquiera se dió cuenta de que ya tenía el pantalón puesto.
–nugget♪
ESTÁS LEYENDO
gato arisco
ContoPequeños fragmentos de la vida de San tratando de ganarse la confianza de un gatito arisco. Pequeños fragmentos de la vida de Woonie, un gatito negro que después de tanta violencia tiene que aprender a confiar de nuevo. • Fluff • Soft • SFW • C...