Las aventuras de Azul

Café

Como entro antes, busco un lugar, elijo rápido con la mirada uno que no este cerca de la entrada porque me molesta que la gente no cierre bien las puertas, no muy al fondo porque me parecería que ando de trampa, y que esté al lado de la ventana para que él sienta que no busco nada ni sentir que tengo que esconder algo. De paso tengo hacia dónde desviar la mirada como siempre hago y creo que también le va a servir a él porque es algo que noto que también acostumbra. No hay mucha gente en el lugar, por suerte, ni tampoco son conocidos.

Nos sentamos, viene la camarera de inmediato, y nos indica que en el QR que hay en la esquina de la mesa está el menú. Claro, a todo esto son las 8 de la tarde; ahí también sirven comidas. Así que aclaro que solo quiero un café con leche chico con una barrita de cereal. Adriano pide un café doble mediano, y pienso que alguien no va a dormir esta noche.

Empiezo a sentir que está mal lo que estoy haciendo, que estoy faltándole el respeto a Marcos. Siento el tacto del anillo rodeando mi anular sin la necesidad de tocarlo, así agarro el celular, reviso la pantalla inquieta sin ver nada en especial y lo guardo en la mochila. Miro afuera y noto el reflejo nuestro. Quedo espantada. Me veo tan mayor al lado del cara de bebé este. Qué bronca. De verdad le voy a tener que pedir la marca de su crema... Me da vergüenza estar ahí con él. Hasta que me habla llamando mi atención.

-¿Todo bien?

-¿Por?... Bah, sí, obvio -respondo atolondrada.

-De golpe pusiste cara rara. Capaz es cierto que Tanito te habla -contesta sonriendo pícaro.

Cómo odio que sonría así, dios.

-Con Tanito no se jode. Tiene poca paciencia -bromeo tratando de sonreír también.

Apoya los brazos cruzados sobre la mesa y me mira aún con esa sonrisa. Contesta con la voz más grave.

-Me imagino.

Me quedo viéndolo fijo a los ojos tratando de adivinar qué está pensando. Se me hace curioso lo que hace, sus gestos. No logro entender si se hace el lindo o es así él en general. No me doy cuenta, pero caigo que nos estamos mirando y siento un fuego en el pecho que me obliga a bajar la mirada.

Soy una reverenda pelotuda. Lo más seguro es que sea uno de esos pibes que quieren probar cosas y le estoy dando pie desde el día uno para que piense que conmigo puede. Encima le dije que no estoy con nadie y el me contó que... En realidad no me dijo que no saliera con alguien.

Por alguna razón ahora quiero irme. Traen justo el pedido, sinó inventaba algo. Me siento tan fuera de lugar ¿En qué pensaba cuando lo invité?

Me percato de que él está con la mirada baja con los resabios de lo que fue esa sonrisa divertida de recién. Trató de salir de ese ambiente incómodo que se generó. Medio sonrío.

-¿Qué te gusta hacer, aparte de aprender inglés?

Toma café y comenta enumerando tipo lista.

-Escuchar música, ver series, leer, salir a correr, viajar si puedo...

Pausa y en broma le digo:

-Listening to music, watching series... -río apenas -Perdón, te pregunté lo mismo que nos preguntaron 500 veces.

-What about you? (¿Qué hay de vos?) -responde como si se tratara de un juego.

Carraspeo, me enderezo y con tono fingido contesto:

-I love reading, watching movies instead series because I prefer to know the end at the moment, -río -and eating pizza (Me encanta leer, ver películas en vez de series porque prefiero saber el final en el momento, y comer pizza).