capitulo 64

662 72 10
                                    

Lucia

Desperté en los brazos de cesar, anoche ya no pudimos hablar, quería contarle todo pero cada que me animo, o pasa algo o el evita el tema.

- buenos días - me dió abriendo los ojos.

- hola amor - le di un beso - voy a preparar el desayuno - me quería levantar pero no me dejó.

- quédate aquí conmigo - me abrazo poniéndose encima de mi - te amo - me comenzó a dar beso en el cuello.

- andas muy cachondo no? - dije tratando de controlar mi respiración.

- a poco tu no quieres - dijo dando pequeños besos a mis labios - además es temprano y Sam anoche trasnocho - siguió el beso más fuerte.

•••

César

La besé suavemente, saboreando el momento. Sentí cómo respondía a mi beso, primero con suavidad y luego con creciente pasión. Mi mano se deslizó por su espalda, disfrutando del contacto de su piel desnuda contra la mía. Nuestros cuerpos se acercaron más, y pronto el deseo comenzó a reemplazar la ternura del momento.

Lucía se movió sobre mí, sus labios explorando mi cuello, mis hombros, mientras sus manos trazaban senderos de fuego en mi piel. Sentí cómo todo mi ser se encendía por ella, cómo cada caricia, cada beso, cada suspiro nos unía más profundamente.

Nos movimos juntos, nuestros cuerpos encontrando un ritmo propio, guiados por la pasión y el amor que compartíamos. Era un baile íntimo, una expresión física de lo que sentíamos el uno por el otro. Cada movimiento, cada toque era una promesa de amor eterno, un recordatorio de cuánto significábamos el uno para el otro.

Pero mientras la amaba, sentí una sombra en su mirada, una tensión oculta que no podía entender. Sus suspiros eran de placer, pero había algo más, una tristeza escondida detrás de sus ojos cerrados. Intenté no pensar en ello, concentrándome en el momento, en el amor que compartíamos.

Terminamos en un abrazo, nuestros cuerpos entrelazados, respirando juntos en la quietud de la mañana. La besé suavemente, mirándola a los ojos, buscando alguna señal de lo que escondía. Ella me devolvió la mirada, y por un momento, pensé que iba a decirme algo, pero luego simplemente sonrió y me besó de nuevo.

Me quedé con ella en mis brazos, disfrutando de la paz del momento, pero no podía sacudirme la sensación de que algo estaba mal. Lucía llevaba un secreto, uno que amenazaba con destruir lo que teníamos. Pero en ese instante, decidí no dejar que el miedo empañara nuestro amor. La abracé más fuerte, decidido a luchar por nosotros, sin importar lo que el futuro trajera.

Nos levantamos y nos dimos un buen baño, me cambié y preparamos el desayuno, Sam decidió irse conmigo para ver sus regalos y mi chula quiso quedarse trabajando en unas cosas, para poder acompañarnos a la tocada que teníamos mañana.

•••

Angel

Después de la fiesta de Sam, Octavio me invitó a tomar algo a su casa,  y acepte pero cuando estuve en su habitación, ni yo supe cómo llegué ahí.

Después de tantos años, aún me parecía irreal estar aquí, en la habitación de Octavio. La vida nos había llevado por caminos diferentes, pero el destino tenía una forma curiosa de reunirnos nuevamente. Nos habíamos reencontrado gracias a Lu, y ahora, aquí estábamos, a solas, sin prejuicios, sin peros, sin miedos.

Siempre pensé que Octavio era un fuck boy, un mujeriego hetero que nunca podría entender lo que yo sentía. Pero en esa reunión, vi algo en él que nunca había visto antes, una vulnerabilidad, una sinceridad que me tomó por sorpresa. Y ahora, al mirarlo, de pie frente a mí, supe que todo lo que había pensado sobre él estaba equivocado.

volver a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora