capitulo 38

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Lucia

Íbamos caminando a la casa de Paola porque nos invitó a comer, le dije a Lillian que se adelantara mientras cambiaba a Sam.

Hoy Cristhian dijo que había escrito una canción especial, y quería que la escuchará, así que los acompañariamos en un rato más al estudio.

Toque la puerta y nos abrió Carlos

- hola wera - me abrazo - hola tu - cargo a Sam y salió corriendo - solo rei y entre, cerré la puerta y camine al salón.

- hola - saludé a todos - ¿como están? - los mire sentándome.

- bien aquí platicando - dijo Cris.

Estábamos hablando y Vi que César salió del baño, y Sam corrió a el, lo saludo y se subió a su habitación, se veía molesto.

- ¿que le pasa? - rieron y no entendía.

- anda celoso - dijo Carlos con cara divertida.

- ¿de quien ? - dije bien inocente.

- pues del arion - dijo bufando - hay mija ponte las pilas - me abrió los ojos.

- ahh, ya entendí  - me levanté y fui hacia su habitación.

Mientras subía escuché las risas, pero algo muy importante vino a mi mente en el momento en el toque su puerta.
¿Porque está celoso?

- no quiero hablar con nadie me duele la cabeza Carlos - dijo desde adentro.

- no me llamo Carlos - rei y el abrió la puerta y me vio serio.

- que pasa - me vio

- eso te digo ¿que pasa?, puedo pasar - el se hizo a un lado y pase.

- porque lo preguntas - dijo serio parado a un lado de la puerta.

- pues ni me saludaste - me senté en la cama y el se acercó y se sentó aún lado.

- no te vi - se acostó y me dió la espalda, esa aptitud me molestó.

- ¿no me vas a decir que tienes? - no dijo nada - está bien, que te vaya muy bien el viaje a México, les deseo muy buena suerte - me levanté para irme, pero me detuvo.

- ¿no vas a ir? - me tomo del brazo.

- pues no quieres hablar conmigo aquí, porque iría allá, no quiero hacer mal ambiente - lo mire a los ojos y de verdad estábamos demasiado cerca.

- solo estoy molesto, pero no es para tanto - me acaricio la mejilla, cada vez el espacio entre nosotros era menos.

- ¿pues dime que tienes? - el solo veía mis labios

- mejor te lo demuestro - nuestros labios estaban rosandose y ahí estaba algo que no sabía que esperaba, pero mi cuerpo si.

Para mí desgracia no duraron nuestros labios juntos más de 3 segundos porque mi teléfono sonó, lo mire y era un número desconocido y me asusté.

- no contestes, estamos ocupados - me sonrió.

- perdón - conteste.

•••
César

Vi como contesto, pero no me separé de ella, la seguía teniendo sujetada de la cintura y viéndola a los ojos.
Y escuchaba lo que se decía en la llamada.

Llamada x

X: holaaa

L:hola?

X:soy Octavio

L:ahh, hola

O:jajaja oye quieres ir a desayunar mañana?

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