Capítulo 1

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Junio 2024, evento inaugural Copa América.

Juan pasaba la brocha sobre mi párpado mientras seguía los ejercicios de vocalización que Julieta me indicaba y Dani terminaba de pasar la planchita por el pelo. Pegue la bata a mi cuerpo al sentir una ráfaga de frío en el camarín y abrí mis ojos para ver quién entró. Mauro me miraba sonriente mientras tenía a Olivia en sus brazos. Mi bebe de cuatro años sonrió contenta al verme y estiró sus bracitos hacia mi, Duki la dejó en mi regazo y se alejó dejando un beso en mi frente.

– ¿Nerviosa Flaca?

– Maso... – dije dudando mientras jugaba con las manitos de mi hija. – ¿Llegó... digo llegaron? – me corregí enseguida y él sonrió.

– Sí, recién. Tu hermano se la llevó para que lo salude y después me la dejó a mí. – dijo señalando a Olivia que jugaba concentrada con Dani, mi estilista. Suspiré profundamente.

La cosa es así, hoy empezaba la Copa América 2024 en Estados Unidos y, como Argentina es el último campeón, la Conmebol solicitó a la AFA una cantante argentina para ser parte de la ceremonia inaugural. La propuesta llegó a mi equipo de trabajo hace dos semanas y sin pensarlo todos dijimos que sí, la idea me encantaba y me enorgullecía que mi país me elija para representarnos ante todo nuestro continente, hasta que mi mejor amigo me hizo leer la lista de convocados y darme cuenta que entre ellos estaba el padre de mi hija quien también es mi ex. Obvio tuve ganas de bajarme apenas me di cuenta pero ya habíamos enviado la confirmación junto al tema elegido. Así que acá estoy, a horas de ver cara a cara al padre de mi hija después de dos años sin hacerlo.

Un golpe suave a la puerta llamó la atención de todos en la habitación.

– ¿Mor puedo pasar? – Salo habló del otro lado y abrió la puerta después de haberle gritado que pase. Sonrió al ver a Oli jugar en la mantita que estaba en el piso y se acercó a dejar un suave beso en mis labios. – Tenemos que ir yendo al estadio... – avisó saludando a Mauro con un choque de manos. A sí, mi novio también participaba en la gala inaugural, de hecho solo somos nosotros dos a quien la Conmebol contrató para el evento.

– Dale, me cambio y estoy...– asintió con su cabeza saliendo del camarín y suspiré bajo la mirada de Mauro quien se levantó para agarrar a la gorda del piso.

– Suerte flaca, se la llevo a tu hermano así la llevan con la familia del padre. – me acerqué a ellos dejando un beso en la cabeza de mi hija y después abracé a mi amigo agradeciendole. – No pasa nada tonta, después te esperamos en el palco con los pibes.

Pía, mi vestuarista, me ayudó con el primer cambio: un enterizo blanco un poco transparente que dejaba ver mis tatuajes y por encima un juego de cadenas blancas y grises. Los sonidistas me pusieron el retorno con los in-ears y me pasaron mi micrófono. Una vez lista, salimos del camarín con Pía siguiendo a los chicos de la organización. Me lo crucé a Salo que estaba yendo al túnel por el que iba a salir directo al campo, bajamos unas escaleras y caminamos por abajo del estadio pasando por los controles de transmisión hasta llegar a la plataforma que me iba a subir directo a la tarima que habían armado en el medio de la cancha. Las bailarinas que iban a estar conmigo durante el primer tema ya estaban haciendo sus ejercicios de calentamiento y me saludaron apenas me vieron llegar. Una vez que Pía se fijó que esté todo en su lugar me deseó suerte para después irse a su posición, ella me tenía que ayudar a ponerme el segundo cambio para el último tema.

Por las pantallas de abajo pude ver a los jugadores ingresar al campo de juego, nadie sabía quién era el cantante argentino que iba a abrir la ceremonia, excepto los organizadores o gente del equipo de AFA, así que moría de ganas de verles la cara a ellos y al público ya que hace casi dos años que no piso un escenario. Buena forma de volver, ¿no? Distinto a lo que estábamos acostumbrados, primero pasaron el himno de ambos equipos y luego los jugadores se acomodaron a un costado para poder ver el espectáculo.

Turra || Enzo FernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora