4; 𝙠𝙞𝙨𝙨...

510 104 41
                                    

LA RELACIÓN ENTRE HAERIN Y RIAN ESTABA estaba marcada por un profundo cariño y un vínculo inquebrantable, que trascendía el de muchos hermanos. Él siempre había visto en ella a la única persona que le mostraba el verdadero significado de "familia", y esa conexión había moldeado su vida. Su protección hacia ella era instintiva y constante, como un escudo que la resguardaba de cualquier amenaza.

En la escuela, su primo era una figura destacada, el líder indiscutible que todos respetaban y, en cierta medida, temían. Con su presencia, aseguraba que nadie se atreviera a acercarse demasiado a Haerin, cuidando siempre de su bienestar. Los chicos sabían que cualquier intento de declararle su interés podría desatar la desaprobación de su primo, y eso los mantenía a raya.

La japonesa entendía y valoraba esta protección sin resentimientos. Ella sabía que su primo actuaba así porque la quería y deseaba lo mejor para ella. Aceptaba su rol protector, viendo en él una figura sólida y confiable, siempre listo para defenderla. Pero su relación no era unidireccional; ella también lo cuidaba a su manera, brindándole apoyo emocional, siendo su confidente, y estando a su lado en los momentos difíciles.

En el entorno social de la escuela, su vínculo era conocido y respetado. Haerin, a pesar de su belleza y popularidad, se mantenía en una esfera protegida, no solo por la autoridad de su primo, sino también por su propio entendimiento del lazo que compartían. En su mutua protección, encontraban un equilibrio que fortalecía su relación, haciéndola única y profundamente significativa.

Ahora, Haerin observaba a detalle la decoración que allí se estaba haciendo, para que Rian pudiera pedirle perdón a Jaei.

La japonesa conocía a su amiga, sabía que ella no era del tipo que le agradaran estas cosas. Y no porque fuera fan de la simpleza, solo que, esto era ordinario para ella.

Pero también conocía a Rian, sabía que rendirse no era parte de su vocabulario.

— ¿A ella le gustará? ¿A Jaei? —preguntó Rian hacia Hera y Haerin.

— Probablemente. —respondió Hera. — Veré donde está.

Mientras Hera salía, Haerin soltó un suspiro pesado, mientras se acercaba a su primo. Empezó a arreglarle sutilmente el traje, para que estuviera en perfecto estado.

— al menos disimula el hecho de que no estás de acuerdo con esto.

— no es que no esté de acuerdo, Kim Rian. —murmuró, ahora arreglándole el cabello. — solo pienso que esto no es algo del estilo de Jaei.

— Lo sé... pero en serio quiero arreglar esto. Sabes cuán importante es para mi.

Haerin sonrió: — Solo por eso dejo que hagas el intento. Al menos con esto ella sabrá que no quieres dejar las cosas ir tan fácil.

La menor agarró las flores que había en una mesa, y se las entregó al chico.

— todo va a salir bien.

— ¿y en caso de que no?

— me escabulliré en tu casa y miraremos esa aburrida película de disney toda la noche.

Rian sonrió un poco, mirando hacia abajo para apreciar las flores.

— Me iré para que puedas estar solo. —dijo la japonesa, dejando un beso en la mejilla de su primo, para luego marcharse.

Empezó a caminar lentamente, observando el ambiente de la fiesta. Unos comiéndose por aquí, otros comiéndose por allá.

Diversión de la pura.

Se acercó a donde varios yacían reunidos, y se sentó en un lugar que alguien desocupó al ver que ella se acercaba.

— ¡Comencemos con la bienvenida! — exclamó Hera, atrayendo los gritos del resto. — primero un trago.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 13 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝐄𝐒𝐏𝐑𝐄𝐒𝐒𝐎 ✘ 𝐋𝐄𝐄 𝐖𝐎𝐎𝐉𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora