The genius system without equal Parte 2

400

Capítulo 400: Tengo sueño

"Joven Maestro, ese tipo es un demonio, no te molestes más con él".

Ah San, que estaba en el asiento trasero, nunca había estado tan asustado antes, no había palabras que pudieran describir su miedo, y todavía estaba temblando mientras hablaba, habiendo perdido toda la compostura.

Yang Hongzhi no le respondió mientras miraba fijamente hacia adelante, todavía asombrado al recordar lo que acababa de presenciar, e incluso sus dientes castañeteaban incontrolablemente. Cuando Yang Hongzhi contrató al maestro de la Secta de los Mendigos, estaba convencido de que finalmente podría darle a Xiao Luo una lección que no olvidaría, pero nadie esperaba que las cosas salieran así.

—No, no puedo dejarlo ir así, me robó a mi mujer y lo quiero muerto, cortado en pedacitos.

Después de un tiempo, Yang Hongzhi recuperó la compostura y volvió a apretar los dientes, usando su odio hacia Xiao Luo para reprimir su miedo. “Llamaré a la policía y les informaré que el maldito bagre agredió a un viejo mendigo, podemos aprovechar a la policía contra él. ¡Así es, llamaré a la policía! gritó.

Una vez decidido, frenéticamente sacó el teléfono de su bolsillo para hacer la llamada.

De repente, justo delante de ellos, un hombre descendió milagrosamente del cielo, como Iron Man de los cómics de Marvel, aterrizando pesadamente sobre el capó de su coche, medio arrodillado.

¡AUGE!

Sus dedos perforaron la chapa como si fuera mantequilla, y el capó se arrugó como si fuera papel de aluminio. ¡No era otro que Xiao Luo!

Yang Hongzhi y sus guardaespaldas literalmente saltaron de sus asientos del susto y gritaron histéricamente como niñas viendo una película de terror.

Xiao Luo miró a Yang Hongzhi con una expresión de desprecio en el rostro. El conductor, Ah Si, aterrorizado, intentó mantener el auto en la carretera, pero Xiao Luo le bloqueó la visión y, cuando perdió el control, el auto patinó y se estrelló contra un poste de luz. Ah Si intentó frenar de emergencia, pero fue demasiado tarde.

¡ESTALLIDO!

El coche se estrelló contra el poste de luz y se envolvió en él mientras piezas del coche y escombros volaban en todas direcciones. Del compartimento del motor salían humos negros y el poste de luz se deformó por el impacto, inclinándose sobre el vehículo y formando un ángulo de unos treinta grados con el suelo.

Antes de que el coche se estrellara contra el poste de luz, Xiao Luo había saltado como un fantasma. Pero Yang Hongzhi y sus guardaespaldas no tuvieron tanta suerte. Ah San, que estaba en el asiento trasero, salió despedido hacia delante por el impacto y atravesó el parabrisas como un proyectil. Su vida pendía de un hilo. Yang Hongzhi y Ah Si se salvaron cuando se activaron sus bolsas de aire y solo sufrieron algunas heridas menores, ninguna de las cuales puso en peligro su vida.

Ambos salieron del auto en un estado espantoso, sangrando y cubiertos de pequeños pedazos de vidrio y escombros. Trozos de fragmentos de vidrio estaban incrustados en su carne como parásitos, dándoles una apariencia espantosa que era aterradora de ver. Después de salir del auto, se desplomaron en el suelo.

Xiao Luo se acercó a ellos y los levantó como si fueran atropellados.

A pesar de sus heridas, Yang Hongzhi y Ah Si permanecieron conscientes cuando Xiao Luo se acercó a ellos y los levantó. Entonces se dieron cuenta de que Xiao Luo los estaba llevando a un baño público cercano.

“¿Q-qué… quieres… dejar… dejar ir…?”

Aterrado, Yang Hongzhi gritó desesperadamente, pero no pudo soltarse del poderoso agarre de Xiao Luo.