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Capítulo 325: Yang Hongzhi
“Li, entonces, ¿es este el chico al que le pediste que fuera el papá de Xiao Bei? Mmm, se ve bastante decente y bastante guapo, para ser honesto. ¡Qué buen hombre! ¡Quizás incluso quisiera probarlo! La mujer inclinó ligeramente la cabeza mientras miraba furtivamente a Xiao Luo y le dedicó una sonrisa afectuosa.

Xiao Luo ignoró su broma y se arrodilló para abrazar a Su Xiaobei, quien acababa de correr hacia él.

"Él es Xiao Luo".

Su Li mencionó su nombre a la encantadora mujer pero no los presentó. En su opinión, no era necesario que Xiao Luo conociera a ninguno de sus amigos ya que su trabajo era estar con Su Xiaobei.

La encantadora mujer tampoco se presentó a Xiao Luo y cambió de tema. "Vamos, ha pasado un tiempo desde la última vez que jugué tenis contigo, ¡me estoy oxidando mucho!"

Su Li asintió.

Después de consultar con Xiao Luo su disponibilidad, ella le pidió que los acompañara ya que planeaba llevar a Su Xiaobei a la cancha de tenis.

Fueron en una limusina negra, y Luo Pingxiang conducía con Xiao Luo, Su Li y Xiao Bei a bordo, mientras que la encantadora mujer conducía ella misma en un auto deportivo Ferrari.

“Oh, hermana, ¿la hermana Qingyan volvió a comprar un auto nuevo? No había visto este Ferrari antes”, preguntó Luo Pingxiang.

Su Li estaba abrazando a Su Xiaobei en el asiento trasero y ella respondió: "Le apasionan los autos, hay veinte autos de edición limitada en su garaje, este 599 GTB Fiorano es solo uno de ellos y el último modelo".

"La hermana Qingyan seguramente es rica, estaría satisfecho con tener incluso una milésima parte de su riqueza", dijo Luo Pingxiang, con palabras llenas de admiración y respeto.

Xiao Luo se sentó en el asiento del pasajero delantero y estaba completamente desinteresado en la conversación. Después de que terminó, se giró para mirar a Su Li y dijo: “Sra. Su, lo he pensado, el salario mensual de doscientos mil…”

“¿Crees que es muy poco?”

Su Li frunció el ceño y lo interrumpió con frialdad. Su primer pensamiento fue que este hombre era un idiota codicioso que en realidad pensaba que doscientos mil era demasiado poco.

"No lo entiendes, estaba a punto de decir que puedes recuperar mi salario".

"¿Devolver? ¿Quieres decir que no quieres que te paguen? Preguntó Su Li. Estaba un poco confundida y un ceño se estaba formando en su rostro.

Xiao Luo asintió. "Sí. El apartamento que me has arreglado costaría al menos tres mil dólares al día si lo alquilaras, lo que supone unos noventa mil dólares al mes. Creo que ya es una remuneración suficiente, ¿no crees?

Su Li miró dubitativamente a Xiao Luo mientras contemplaba sus motivos. ¿Por qué un hombre que solía vivir en un barrio pobre y sucio de Jiangcheng rechazaría un salario mensual de doscientos mil? ¿No debería ser más feliz si hubiera más? ¿Qué sentido tiene renunciar a su remuneración?

Ella tomó una decisión. “No existe tal necesidad y todo procederá según lo establecido en nuestro acuerdo, no tienes por qué sentirte culpable por ello. No te habría pedido que hicieras esto si Su Xiaobei no se hubiera encariñado tanto con ti, y mucho menos te hubiera ofrecido un salario tan alto”.

"¡Parece que entonces debería estar muy agradecido por Su Xiaobei!"

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Los dos coches llegaron al Jardín del Edén al mismo tiempo. El lugar estaba ubicado en una zona exclusiva de Xiahai.

Xiao Luo conocía el área como la palma de su mano. Era un paraíso para los ricos y famosos, y dondequiera que uno fuera, se alzaban majestuosamente villas valoradas en cientos de millones. Las villas estaban separadas por al menos una milla, lo que garantizaba total privacidad y, para los propietarios, un refugio lejos de las miradas indiscretas y la rutina diaria.

The genius system without equal Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora