🔸 Narrador 🔸
La luz del Sol salió en todo su esplendor.Los pájaros con su bello canto alegraron el día con una melodía calmada y serena,el pasto verde lucía hermoso con el cálido olor de las flores y las nubes resguardadas hacían que el cielo azul se viera lleno de tranquilidad.
El canto de un gallo, resonó con fuerza alrededor del Circo,indicando que el dia había comenzado y que aquellos seres,a gusto en sus lejanos sueños,se activarán para un día productivo.
Keila con los ojos adormecidos,se levanto débilmente.Su cabello estaba hecho un desastre y ni hablar de esas ojeras que adornaban debajo de sus rasgados y cansados ojos.
Qué calamidad
La morena con los ojos entrecerrados, se acomodo en el borde de la cama para dejar su mirada perdida entre el suelo,viendo los juguetes y otras cosas más.Se dió cuenta de que sus manos estaban liberadas,ya que el pañuelo amarillo con que Dhangers la había amarrado, yacía a un lado de la cama, todo arrugado.
Una emoción vivaz se incendio dentro de ella, pensando en salir corriendo, teniendo la segunda oportunidad para escapar,pero sus ilusiones caen de golpe,al ver en uno de sus pies, una cadena enganchada alrededor de esta.
—Jum, claro —Susurro con una sonrisa sin alegría entre sus labios.
Su expresión cambia drásticamente al sentir el ardor dentro de su estómago.Tenia hambre,cosa que hizo que se arrepintiera por no haber aprovechado la comida del que le habían ofrecido ayer.
Al recordar eso,soltó una maldición con los dientes apretados mientras gruñía como un león.
También recordó el intento fallido de su fuga.Pensando arrepentida y llena de rabia al mismo tiempo.Tuvo que haber aprovechado al máximo esa ocasión,es más,si hubiese sido más lista,¡no estuviera dentro de estás cuatro paredes de nuevo!.
¡Boba,boba,boba!
Sus pensamientos fueron dispersados por un olor delicioso que embriago su olfato.Dezlizo su mirada a aquella exquisitez y se encontró con un plato de comida que contenían unos panqueques con miel encima.
Los ojos de Keila se abrieron en sorpresa con un brillo vivaz,tenia hambre pero...
¿Quién le habrá dejado esto?
Arrugó sus cejas en desconfianza
¿Y si le hecharon veneno para dehacerse de ella rápidamente?
Quien sabe cuáles eran sus verdaderas intenciones.
No,no,no
Se negó mentalmente para no consumir esos panqueques que modelavan frente a sus ojos, tentadoramente.
El estómago hambriento de Keila rugió en protesta,como queriéndole decir "Yo si tengo hambre y si no comes terminarás con las tripas hechas mierda".
Con un suspiro de vencimiento, agarró del plato para hecharle el primer mordisco.Ese sabor fue como una explosión divina ante su lengua,que sabrosura tan,tan...pero ¡TAN DELICIOSA!.
Después,como si de una piraña se tratase,devora la comida de golpe en un abrir y cerrar de ojos,bueno,hizo más que tragar que masticar la comida en si.
Si terminaba envenenada,iba a morir contenta por al menos.
—Ufff—Solto con una sonrisa de satisfacción entre sus labios.
Pancita llena, corazón contento
Después de unos minutos,la puerta del lugar se abrió repentinamente.
ESTÁS LEYENDO
Del circo hasta ti
FantasyKeila es una joven de 16 años que yace bajo lo cotidiano de su día a día. De repente, llegará un circo muy enigmático y no antes visto en el pueblo de "Vista Alegre". ¿Quién iba a pensar que ese chico de cabellera roja iba a ser una mancha enorme en...