Lola, es una joven con cicatrices emocionales, cerro su corazón al amor después de una dolorosa experiencia pasada. Pero cuando Mateo entra en su vida, todo cambia. Con su encanto y sonrisa irresistible, Mateo trata de romper la coraza que Lola cons...
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El sonido de una alarma hizo que Lola se despertara de golpe, desorientada. Sintió un fuerte dolor de cabeza. A su costado, Julieta estaba abrazada a una almohada, con los ojos entreabiertos. El sonido venía del celular de Pablo, que estaba en los pies de la cama. Nicole casi se caía del colchón. Julieta y Lola se miraron, teniendo la misma idea en mente. Se levantaron, cada una con una almohada dispuesta a pegarle a Pablo. Lola esperó la señal de Juli para atacarlo.
- ¡Ya! - gritó Julieta, y las dos le pegaron a Pablo.
-Paren, yeguas-, gritó él, tapándose de los golpes.
-Hijas de puta-, Nicole les gritó desde el piso. Julieta y Lola se estallaron de risa al ver a su amiga con todos los pelos parados, sentada de culo.
-Los pelos-, decía Juli entre risas.
-Sí, como si vos te levantaras con el pelo liso. Lo tenés más duro, Julieta.
-Bardeaste-, Juli se abalanzó hacia ella y la empezó a molestar.
Pablo, aún frotándose los golpes, recriminó -A ver si se quedan quietas y me dicen por qué me pegaron.
Lola le respondió -Vos tenías una alarma puesta, psicópata. Además, ¿qué hora es?
Julieta, con entusiasmo, gritó -Las nuevede la mañana. ¿Cómo te vas a levantar a las nueve un domingo, Pablo?
Él se defendió -Bueno, amiga, cuando no salgo de joda, me levanto temprano a hacer yoga. Así que déjenme tranquilo y denme de desayunar.
Nicole, aún en el piso, preguntó -¿Qué desayunamos?
-Primero levántate, amiga-, le instó Lola. -Y no sé, podemos ir a comprar algo a la panadería que está acá cerca.
Pablo, con un puchero, añadió -Fua, amiga, llévame a tomar un caramel macchiato.
Lola, con la cabeza aún zumbándole, exclamó -No tengo un mango, no me rompas las bolas y vamos a comprar.
