𝐓𝐇𝐄𝐘 𝐀𝐑𝐄 𝓕𝓡𝓘𝓔𝓝𝓓𝓢 ？ ⌗ ꫝꪖ᭢ƙ᭢ꪮ᭙ ˎˊ˗

04

⊹ ࣪ ˖ Contiene contenido explícito, así que si no es de tu agrado no comentes cosas malas y puedes saltar esa parte.

Dirán que es un idiota por seguir a un desconocido a una habitación de la casa, pero la actitud que este usaba en el lo hacía flotar, era como si lo hipnotizara.

Tal vez mañana no recordaría eso, pero por el momento lo aprovecharía al máximo.

Luego de llegar a la habitación que este le decía, sintió como cerraban la puerta detrás de él, se sobresaltó un poco, haciendo reír en bajo al otro. De un momento a otro el rubio se acercaba de manera peligrosa a él, como si fuera un animal mirando a su comida. No lo gritaría a los tres vientos, pero le fascinaba, todo le fascinaba de el rubio, su actitud, su piercing, su cabello e incluso sus ojos, dios... sus ojos eran lo más dominante que podía tener, su mirada penetrante posada en él podía hacer que se convirtiera en un tirite al completo manejo del de piercing.

—Dios, Lee Minho, realmente me pones tan caliente con todo lo sue lleves puesto, no sabes cuanto —comenzó a acorralarlo en la pared, cuando lo tuvo completamente acorralado lo cargo, haciendo que sus piernas abrazarán su cadera, lo llevó a la cama.

Lo acostó, el de piercing quedó en medio de las piernas del castaño.

—Ahh~ —gimió en alto, tapándose la boca, no pudo evitar soltar un gemido cuando el rubio que estaba entre sus piernas comenzaba a simular embestidas de una manera exquisita, era nuevo en esto, pero en ese momento no le importaba, se dejó llevar a la habitación sabiendo perfectamente las intenciones del de piercing, y ahora mismo se estaba dejando llevar, dejando que el de cabello rubio le comenzará a quitar el pantalón.

No supo en que momento estaba completamente desnudo, con su simple bóxer tapándolo, el de piercing comenzó a quitar el cinturón que tenía, era un cinturón negro, de cuero, algo grande. Le dio la vuelta a Minho sin dudar, agarrando sus manos, poniéndolas detrás de su espalda.

—Si las mueves será malo para ti y no querrás eso, verdad, precioso? —sonrió cuando Minho asintió.

Comenzó a amarrar las manos de Minho, le dio la vuelta volviendo a acomodarse entre sus piernas, comenzó a quitarse la camisa de botones negra que tenía, Minho se mordió el labio al ver su cuerpo bien trabajado, moría por tocar pero el cinturón no le permitía mucho, el rubio rió.

—Es inútil, precioso

Finalmente, se quito el pantalón juntó con el bóxer, también quitó el de Minho. Minho no había prestado demasiada atención a lo que había entre las piernas de quien estaba frente a él, pero cuando lo vió juró que le dolió hasta el cerebro, esa cosa era enorme, definitivamente él no aguantaría eso ni de broma.

—Nervioso? —le preguntó el otro, comenzando a abrir el condon. Minho asintió frenéticamente.

—Un poco —susurro inaudible, él otro sonrió colocando el condon en su miembro.

—Tranquilo. Si duele, avísame. Duele menos si te relajas —le guiño el ojo.

Minho suspiro y exhaló, tratando de tranquilizarse. Lo había logrado, hasta que sintió un dedo invadir su entrada, con algo helado. Soltó un pequeño grito que hizo reír al otro

—Perdón, no te avisé

—Idiota

Después de una larga preparación, Minho no sentía ya ninguna molestia, solo un pequeño ardor, pero era pasable. Pero, definitivamente no se comparaba con lo que el rubio tenía entre las piernas, para nada se comparaba y eso Minho lo sabía, no era idiota. Siguió con su labor de tranquilizarse.