Luego de lo que había pasado en el tweet que había subido no quería ver ni a los ojos a Jisung, habíamos llegado a una especie de "bar elegante" cuando habíamos terminado de comer y estar bebiendo un poco habíamos tenido una pequeña pelea de quien pagaba, de típicos novios que pelean por la cuenta.
Al final, él ganó. Íbamos camino a mi casa hasta que miré que se había desviado
—Qué crees que haces Jisung?
—Te robaré un poco y te regresaré mañana, si quieres yo mismo hablaré con tu mamá —solté solo un bufido.
Habíamos llegado a una calle algo parecida a la mía, un fraccionamiento privado, hasta que llegamos frente una casa grande, pintada de negro.. muy elegante Han bajo de la moto, luego de haberla metido a la cochera, era una cochera demasiado grande, ya que tenían demasiados autos y camionetas, hasta motos
Han me ayudo a bajar de la motocicleta, quitándome el casco.
—Ven, entremos —me susurro, yo asentí, siguiéndolo Inspeccion su casa, era muy bonita por dentro, en la sala se encontraban dos chicos y un señor, mirando la televisión, mientras que pude ver a lo lejos como una señora bastante linda salía de un pasillo, con un pavo entre manos, anunciando que la comida estaba lista Hasta que los de la sala se pararon y quedaron perplejos al mirarnos juntos, la señora después de dejar el pavo sonrió en grande
—Oh, cariño, no nos avisaste que tendríamos visita Han rió —Lo siento, madre... Papá, mamá, Bangchan, Changbin, él es Lee Minho —rápidamente hice una reverencia
—Mucho gusto en conocerlos
—El placer es mío —dijo de modo coqueto un rubio, un pelinegro detrás de él le pegó en el hombro
—Por Dios, Chan, no seas chapulin con el novio de nuestro hermano —ahora supe que el pelinegro era Changbin y el rubio Bangchan
Me sonrojé por lo que había dicho Changbin, eso hizo que Han riera
—No es mi novio.. aún —le dijo a su familia, mientras yo quedé estatico por lo último que había dicho, haciendo que los otros dos chicos le hicieran como ambulancia
—Vamos hermanito, tú puedes —dijo el pelinegro, siendo apoyado por el rubio
—Bueno, futuro novio de nuestro hijo, siéntate a comer con nosotros —dijo el señor sonriéndome, iba a negarme hasta que escuché una voz suave femenina
—No aceptamos un "no" como respuesta, Minho
—Ya escuchaste a mi mamá, ahora comamos —me susurró Han, haciendo que le sentará, comenzando a charlar con la familia de Han
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